Epílogo: El resto de nuestras vidas

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Esto ha sido bastante difícil, esta historia la escribí con poco tiempo y muchos problemas, tal vez por eso la historia es triste, pero termina bien; creo que eso es lo que todos buscamos, que después de todo lo malo, suceda algo bueno, pero hay que entender que esas cosas no suceden solas y hay que tomar medidas para ello.

Creo que por eso esta historia termina así, ¿saben? Eso me gusta, así que espero les guste y si podrían dejarme un review, les agradecería un mundo, ya saben lo mucho que me gusta leer su opinión, incluso si no estás de acuerdo conmigo, lector.

Cuatro meses después de que Miku tuvo su incidente con Satou después de haberse embriagado con alcohol, las cosas se habían aclarado entre ambos, así como Miku aprendió a valorar a Satou como persona y como su pareja. También tuvo que aprender a superar a Shidou, así como eliminar los sentimientos de amor que tenía por él, también fue gracias a ese incidente que pudo enamorarse de Satou.

El amor actúa de formas muy extrañas y nos llega incluso cuando parece que ya lo tenemos todo, pero la vida no puede estar completa sin amor, y ahora ambos lo tenían en partes igualitarias.

Miku cumplió con su promesa, en su concierto dedicó unas palabras a su Honey, como ahora lo llamaba, haciendo referencia a que era una persona dulce y también de cariño.

"Gracias a todos por venir a escucharme hoy, soy muy feliz, es genial estar en este escenario y poder cantar frente a todos ustedes, lo aprecio de verdad, ¡y más en un lugar tan grande como este! Pero dejando de lado lo feliz que soy por hacer lo que me gusta, y el poder tener el apoyo de todos ustedes, solo hay algo que me hace profundamente feliz... Y estar felizmente casada, ¡te amo, Honey!"

Sus palabras hicieron muy feliz a Satou, tanto que se sonrojó porque era muy bonito que lo dijera frente a tantas personas y mientras estaba siendo transmitido en vivo, técnicamente todos lo sabían: Miku estaba enamorada y no de "Darling", puesto que esta vez no se mencionaba.

Esto causó muchas confusiones entre los fanáticos y hasta en los medios, pero no le importó a Miku ni a Satou, aunque ella no revelaría su nombre, porque no quería causarle problemas.

En esos meses también volvió a hablar con Kanade y con Shidou, aunque sin llamarle "Darling", cosa que lo sorprendió enormemente, pero al escuchar cómo se refería a Satou ahora, entendió el cambio y fue feliz por eso. Sobre todo porque, después de mucho tiempo, Miku y Kanade volvían a hablar y a verse.

Las sirvientas que estaban interesadas en Satou, se dieron por vencidas al ver los lindos que se veía la pareja, al principio su matrimonio parecía uno arreglado o unilateral, pero con el tiempo se fue volviendo más sólido y más lindo, ambos se amaban mucho, además de que eran felices y se notaba que se tenían mucha confianza.

Tal vez solo era cuestión de tiempo para que tuvieran bebés, pensaban.

Pero para eso tal vez faltaba tiempo, faltaba más acercamientos. Miku seguía con su desagrado hacia los hombres y no tenía miedo de que Satou le tocara, sabía que él era un hombre, pero era lindo y no parecía excitarse, además de que no haría algo que ella no quisiera, sin embargo, quería que lo hiciera.

Quería que él no se guardara nada solo por su bien o porque ella era todo para él. Quería que Satou soltara sus sentimientos por completo, así que muchas noches tuvieron acercamientos íntimos.

En la oscuridad de la noche, sobre todo en el cuarto de la pareja, Miku se había puesto un vestido de tela tan delgada que se transparentaba, por lo que se podía notar fácilmente su lencería de color azul, así como el bello cuerpo curvilíneo que tenía, muy bien trabajado por ser una idol que canta y baila, menos que hermosa no se podía decir.

Amor MelódicoDonde viven las historias. Descúbrelo ahora