Especial Innegable Vinculo

11 - La luz de nuestra família - Último Capítulo

Notas:

Finalmente llegamos ao fin de esta história. Me gustaría disculparme por haberme tardado tanto em concluirla. Tuve problemas, pero por supuesto que sí yo me hubiera empeñado más, habría podido hacerlo antes, pero mucha cosa me ha pasado en todo ese tiempo. Gracias a quien la acompañó y todo mi cariño hacia ustedes. 😊🙏💙

***

Estrella corrió hasta el lugar en donde María cayó, un poco adelante de Esteban. Al darse cuenta del movimiento de Luciano, ella no dudó ni un segundo siquiera interponerse entre la bala y su marido. Esteban era su marido, su gran amor y había dado tanto, tanto por ella que no tenía ningún sentido que ella no lo hiciera. María apenas tuvo tiempo de ponerse de espaldas a Luciano y frente a Esteban que intentó detenerla de su gesto levantando la mano y mostrando una mirada de sorpresa y desesperación, pero la fracción de segundos de un disparo no daba tiempo suficiente para cualquier otra acción. La expresión que Esteban vio en el rostro de su esposa en esa fracción de segundos fue de una mezcla de miedo, un poco de dolor por el impacto, pero principalmente, mucho amor.

El rostro de María casi podía mostrar alivio mientras ella caía al suelo sintiendo la sangre escurrir por sus espaldas y viendo de lejos cómo su hija se acercaba corriendo con una mirada de desesperación. Era lo único que le daba algún pesar si tuviera que partir de esa vida: dejarla después del mucho que luchó por estar con ella. Pronto esos pensamientos desaparecieron y, junto con la incómoda sensación del césped tocando su rostro, todo se fue oscureciendo y María ya no vio a nada más.

Luciano dejó el arma caer al suelo y miró aterrorizado como la joven lloraba y gritaba arrodillada al lado de su madre y Esteban también hizo el mismo movimiento.

_ ¡No! ¿No era para ti, por qué lo hiciste María? — hablaba descontrolado. — ¡La culpa es tuya, tuya! — Gritó refiriéndose a Esteban.

En ese momento uno de los guardias del evento saltó sobre Luciano desarmándolo. Él estaba trastornado viendo la imagen de Estrella llorando sobre su madre herida, caída en el suelo a quien Esteban se juntó segundos después. Herida. María estaba herida por él. Él había hecho aquello y no podía negárselo: había herido a la mujer que amaba, a qué punto había llegado su locura, su obsesión.

_ ¡Alguien, llama a una ambulancia, ayúdenla! — Gritaba Estrella. — Por favor, ayuden a mi madre. ¡No la dejen morir!

_ ¿No es mejor que nosotros mismos la llevemos al hospital? — Reaccionó Esteban que, desde que su esposa se cayó en el suelo se perdió en un estado de shock que le quitó cualquier poder de reacción. Sólo había conseguido acercarse a ella y nada más. Sólo pensaba que la bala era para él, que por amor, María se había interpuesto entre la bala y él.