Capítulo 3

2.1K 103 24
                                    


Narra Ana

Cuando escuché la frase que me había soltado Miriam, me quedé mirándola sorprendida. No me esperaba para nada lo que me había dicho, y seguramente se me notaba en la cara porque Miriam se puso nerviosa. Empezó a rascarse la nuca mientras bajaba su mirada hacia el suelo y sus mejillas cogían un color rosado.

-A ver, que me refería a que sigues siendo la misma Ana que conocí y de la que me enamoré y tal... ¡Pero que eso no quiere decir que quiera volver a ser tu novia ni nada!

Solté un pequeña risa al ver a Miriam entrar en un bucle por los nervios. Siempre me había parecido muy entrañable cuando la leona pasaba a una leoncita.

-No pasa nada, amor. - dije poniendo una mano sobre la suya. - Sé a lo que te referías.

Miriam levantó su mirada y clavó sus ojos en los míos, sonriendo con las mejillas todavía coloradas.

-Me he puesto muy nerviosa, jo.

Reí y me fijé en el tatuaje que llevaba en su antebrazo. Subí mi mano y acaricié aquella zona. Miriam siguió con su mirada el trayecto de mi mano y tragó saliva al fijarse en donde mis dedos acariciaban su piel.

-Me sigo acordando de tu tatuaje siempre... - susurré.

-Y yo siempre me acuerdo de ti y de mí.

La miré y sonreí, con cierta mueca de dolor. Me perdí en sus ojos color chocolate, esos mismos donde tantas veces me gustaba perderme cuando estábamos juntas.

-¡Ya he vuelto!

Mimi se sentó al lado de Miriam y, por acto reflejo, aparté mi mano del antebrazo de la gallega.

-¿Por dónde íbamos? - dijo Mimi poniéndose un dedo en la barbilla. - ¡Ah, sí! Nos íbamos al cine tú y yo. - dijo dándole un tierno beso en la mejilla a la leona. - Lo siento, Ana, me ha encantado estar este ratito contigo, pero si no nos vamos ya nos perderemos la película. Otro día quedamos.

Asentí y Mimi y Miriam se levantaron de su asiento. Mimi se despidió de mí con un efusivo abrazo, pero Miriam tan solo me dedicó una mirada rápida antes de irse.

Me hubiera gustado que Miriam se hubiera despedido de mí de alguna otra forma, pero creo que aquel acercamiento la había dejado fuera de juego.

Y sin duda también a mí un poco. No entendía por qué mi cuerpo se había dejado llevar y me había acercado tanto a Miriam, pero lo más confuso era que ella se había dejado sin ningún problema.

Creo que fue porque ambas nos sentíamos cómodas al lado de la otra, después de todos los momentos que habíamos compartido.

Pero era imposible, o al menos no quería, que esos sentimientos volvieran a aparecer, no estaba preparada para volver a amar a Miriam. No debía hacerlo.

🎵🎵🎵🎵

Cuando llegué al piso, Alba y Marilia me echaron una mirada llena de intenciones.

-¿Dónde has estado? - preguntó Marilia con una ceja levantada. - Supuestamente estabas aquí con Julia y cuando hemos llegado, no había nadie...

-A veeer, - dije rodando los ojos. - simplemente me he ido a tomar algo con Mimi, nada más.

-¿No ha pasado nada interesante? - fue Alba la que preguntó ahora.

Las miré con una ceja levantada. Algo me olía de que ellas sabían algo, porque no era normal este interrogatorio.

-¿Qué sabéis para que me estéis preguntando?

-¡Nada! - dijo Marilia con un tono agudo. - ¿Nos lo vas a contar?

Lo Haremos Bien | Wariam Donde viven las historias. Descúbrelo ahora