Capítulo 19

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Narra Ana

Miriam y yo salimos de la carpa agarradas de la mano. Era de noche, y había una gran luna llena iluminando la arena de la playa.

Caminamos despacio, sintiendo nuestros dedos entrelazados y una pequeña brisa moviendo suavemente nuestro pelo.

Íbamos en silencio. Seguramente Miriam estuviera esperando a que yo iniciara la conversación, pero no sabía exactamente cómo hacerlo.

La miraba de reojo de vez en cuando y podía ver como intentaba reprimirse una sonrisa, aunque no se le daba muy bien.

En mi cabeza no paraba de pasar todo tipo de frases para agradecerle todo lo que había hecho por mí, pero cada cual me resultaba más ridícula.

Al final decidí dejar de darle tantas vueltas y simplemente decir aquello que se me pasara primero.

Paré de golpe, haciendo que Miriam me mirara sorprendida.

-Miriam, sobre lo de antes...

-Ya lo sé. - me cortó. - Sé que no te ha hecho mucha gracia que apareciese en tu fiesta tan de repente... Pero es que quería ver tu sonrisa teniendo a toda la gente que tanto quieres a tu lado. Siempre me ha encantado verte feliz, y por eso quería hacerte como esta sorpresa cantándote, pero creo que no debería haberlo hecho...

-Pero, Miriam, si me ha encantado. Siempre me encanta oírte cantar, ¿por qué piensas que no me ha gustado?

-No sé, después de todo lo que estoy haciéndote sufrir por mis tonterías... Pensaba que lo último que querrías que apareciese en tu cumpleaños fuera yo.

-Eres tonta. - dije dándole un pequeño empujón cariñoso. - Lo que más quería era verte después de que Natalia me contara que habías sido tú la que habías preparado todo esto. De verdad, no entiendo cómo has sido capaz de hacerme todo esto.

-Pues porque me encantas, Ana. Por eso mismo lo he hecho. Porque tengo la necesidad de demostrarte que me sigues importando, y que nunca me has dejado de importar. Porque, a pesar de que me he comportado como una gilipollas contigo por no querer asumir que seguía enamorada de ti, ahora quiero decirte lo mucho que te quiero y repetirtelo todas las veces que haga falta para que lo sepas, y veas que esta vez es de verdad.

Bajé mi mirada al suelo porque noté que mis ojos empezaban a humedecerse.

-Entendería que ahora me dijeras que es demasiado tarde, que tendría que haberte dicho todo esto desde la primera vez que te volví a ver en Barcelona, y que no me quieres ver más y...

-Cállate de una vez. - la corté, agarrando las solapas de su traje para atraerla a mi cuerpo y después besarla intensamente.

Miriam se sorprendió con el beso, pero cerró sus ojos para disfrutarlo. Noté su sonrisa en medio del beso y como después soltaba un pequeño suspiro cuando separamos nuestros labios y juntamos nuestras frentes.

Abrió lentamente sus ojos y nos quedamos mirando. Después sonrió con ternura y entrelazó nuestras manos.

-¿Te ha quedado claro ya de que me encantas y que me ha encantado todo lo que has hecho por mí? Lo único que voy a tardar en perdonarte es que hayas tardado tanto en asumir que estás tan enamorada de mí como lo estoy yo de ti.

Lo Haremos Bien | Wariam Donde viven las historias. Descúbrelo ahora