Jotaro:
Tuve algo de dificultad para dormirme y de igual forma para levantarme. Estoy agotado; no tengo ganas de nada, ni siquiera de existir.
Ayer el abuelo me había puesto nuevas vendas, también me había dado una pastilla para el dolor, pero parece haber durado poco, porque todavía siento como bombea mi cabeza.Me coloco unas medias de color negro, me cambio la camiseta, salgo de mi cuarto, bajo las escaleras y voy a la cocina para hacerme el desayuno.
—Buenos días, dormilón —era mi madre, parece que me estaba esperando, ¿No tenía que ir a trabajar?—, ¿Sabes? Hoy es lunes festivo, así que podemos seguir descansado.
—Ah, que bien.
—¿Cómo dormiste?
—Horrible —¿No se me nota?—. Pero bueno.
—Oh, ya veo —se dirigió a mí y me abrazó, tengo mucha fatiga, pero de todos modos correspondo—. Mira el lado positivo, tendrás más sueño a la hora de ir a dormir.
—Tsk.
—Bueno, siéntate, voy a servirte el desayuno.
En vez de sentarme en el comedor, lo hice en uno de los sillón de la sala. Miré el reloj y ví que faltaban diez para las nueve.
El gato ya no estaba, supongo que Dio se lo llevó cuando me dejó aquí en mi casa, hablando de él... Necesito escribirle. También necesito otra píldora. No sé cómo sentirme al respecto, dijo que tuvo problemas con mi familia, pero solo con el tatarabuelo Jonathan, pero no me odia; es extraño, lo estoy queriendo, pero a la vez me está causando incomodidad.
—Aquí tienes —mamá me sacó de mis pensamientos, dejó sobre mis piernas un plato de huevos con pan y puso un café en la mesita que está al lado del sillón—, que lo disfrutes.
—Gracias —le dije.
Dio:
No tenía idea... No tenía absoluta idea de eso, ¿En serio es descendiente de una de las personas que más aborrezco? Pff.
Pero, ver esa expresión, ver esos ojos color cristal romperse, esa carita de sorpresa, esa respiración agitada; me hizo sentir algo. Desde lo más profundo de mi envenenado corazón; es inefable toda su persona, es hermoso, es fascinante y jodidamente tierno.Por eso es que lo estoy queriendo tanto.
Amo que se haga el difícil.
—Meaw.
—¿Qué sucede, Maya? —la gatita se había acercado a mí, me miraba con dulzura, de igual forma, con malicia.
Me hizo señas para que la subiera a la cama en donde estoy sentado, le hice caso, luego se acostó sobre mis piernas.
—¿Te divertiste mucho con Jotaro? —le dije, acariciando su lomo.
Ella ronronea y mueve su pequeña cabecita, amo ese pelaje, tan negro como el carbón, y esos ojos, tan azules como el océano.
Jotaro...
¿Kujo Joestar?
¿Por qué...?
¿Por qué siento que quiero y tengo la necesidad de amarte?
Jotaro...
Jotaro...
Tengo tantos recuerdos de anoche, cuando lo llevé hasta su casa, cuando saqué las llaves de su bolsillo para abrir la entrada, cuando subí las escaleras con su cuerpo inconsciente y abrí la puerta de, lo que supuse, era su cuarto; tanta inocencia... Tanta tranquilidad, belleza y sorpresa en ese rostro.
Esos labios color durazo oscuro y esos ojos cerrados, su cabello alborotado y su mano reposando sobre su pecho.Quiero hacer algo, pero no puedo por tener a la gata de Enrico sobre mi regazo.
Narrador:
Jotaro había terminado de desayunar hace un buen rato, ahora estaba con una toalla en la cintura, había acabado de bañarse. Su dolor de cabeza disminuía poco a poco y su corazón ya no tenía falta de oxígeno; no obstante, todavía sentía cierta fatiga.
—¿Estará pensando en mí? —dijo para sus adentros, poniendo ambas manos en su pecho.
Recordó la forma en la que besó su mano antes de caer inconsciente al duro suelo de la acera, la forma de haberlo calmado y salvado le conmovía. No quiere que acabe su relación de amigos; pero, ¿De verdad lo son? ¿No se van a traicionar? ¿No lo van a apuñalar por la espalda? ¿Por qué de repente siente algo más? ¿Por qué siente algo por aquella persona?
¿Y si se tienen ganas?
¿Ambos desean tocarse mutuamente? ¿Amarse, besarse, abrazarse, cuidarse?
¿Realmente... Lo ama?
Sus gestos, su preocupación, sus palabras, su mirada, sus gustos. Todo en ese vampiro le resultaba bastante lindo.
Como lo salvó, como le dijo que no iba a odiarlo y que era diferente.
Eso le hizo sentir especial, le da un pequeño cosquilleo en el estómago con solo recordar esa frase, hasta le hace sacar una sonrisa.Hasta su solo nombre es hermoso.
Dio.
"Dio Brando"
Dio.
Dio...
Dio...
Dio.
—D-Dio... —se sentó al borde de la cama, se quitó la toalla y deslizó una mano hasta su intimidad. Comenzó a tocarse despacio, luego llevó la mano restante hasta su pecho, así como hizo anteriormente.
Sus mejillas se pusieron rojas, su espalda se tensó y de su boca salieron pequeños jadeos de placer.
•••
Hello 7w7 sé que los dejé con intriga, jsjsjs
Ya menciono más al bebo Jonathan UwU él merece amors, osi
Otra vez, espero que les guste~ y que lo disfruten <3
-Diamond.
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Like coffee with milk •Diojota•
FanfictionJotaro Kujo es un jóven algo tranquilo que no suele demostrar del todo su estado de ánimo, de igual forma es algo amargo y realista. Debido a eso sus amistades son escasas; aún que no le molesta mucho. Uno de sus pasatiempos preferidos es ir a dar u...