capítulo 12 Final

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Demasiado débil para moverse, _____ permaneció en brazos de Louis y disfrutó del placer de estar allí. Cuando él cambió de postura para mirarla, ella sintió la intensidad de su mirada. Louis se inclinó y se apoderó de su boca, y ella se llenó de gozo al recordar lo que habían compartido, a pesar de que era consciente de lo que se interponía aún entre ellos: las dudas, los remordimientos y la rabia. Era hora de que lo sacaran todo a la luz. Cuando finalmente Louis dejó de besarla, las emociones que ______había intentado mantener a raya la inundaron por completo, acompañadas por el dolor.

–¿Por qué? –preguntó con suavidad.

Louis sabía a qué se refería.

–Pasé por un infierno, ______, y no podía permitir que me vieras así. No fui capaz de salvar a Susan Conrad y eso casi me destruyó. No importaba que todo el mundo pensara que había hecho todo lo posible. Estaba convencido de que hubiera podido hacer más y de que había fracasado.

______ comprendía los demonios que habían impulsado a Louis a huir de Fernandina la mañana posterior al accidente, pero lo que no podía comprender, ni aceptar, era que no hubiera intentado ponerse en contacto con ella.

–¿Por qué no has intentado ponerte en contacto conmigo en todos estos años, Louis? Aunque sólo fuera para decirme que estabas bien. ¿No crees que me merecía al menos eso? –preguntó con suavidad mientras recordaba las emociones que había experimentado durante aquel tiempo. Él pasó un dedo por sus párpados y vio que había lágrimas en ellos. Sintió un nudo en la garganta.

-Despues de aquello, perdí literalmente la razon,_____ . Ese año no volví a la universidad. La culpa me consumía, me reconcomía por completo. Por fin conseguí rehacerme lo suficiente como para acabar el último curso de la carrera, pero las cosas no mejoraron. Cada noche, cuando me iba a la cama, veía la cara de Susan y su expresión de aquel día. Veía su mirada, su esperanza de que la salvara. Empecé a beber y una noche tuve un accidente de coche. Por suerte, nadie salió herido. Como no tenía antecedentes, el juez me condenó a un año de trabajos al servicio de la comunidad en un hospital. Fue entonces cuando empecé a recuperar mi vida. Conocí a gente que había pasado por cosas mucho peores que yo y que luchaba no sólo por recuperar su vida, sino por conservar la poca que le quedaba. Decidí recuperarme y fue entonces cuando busqué ayuda profesional. Asistí a terapia durante dos años. Luego, me empecé a sentir lo bastante digno como para dormir en paz. También fundé la empresa, pero pronto descubrí que seguía sin ser feliz, que a mi vida le faltaba algo. Era algo que deseaba más que la vida misma, algo que había intentado abandonar. Tú. Fue entonces cuando resolví venir aquí para explicarte por qué no me había puesto en contacto contigo y hasta qué punto la culpa me hacía sentirme indigno de tu amor. suspiró. Nunca había imaginado que Louis hubiera vivido tan consumido por los remordimientos. Durante los siete años anteriores, ella había sufrido, pero él lo había pasado aún peor. Lo estrechó entre sus brazos.

–Vamos a la casa de la playa, Louis –dijo en voz baja, decidida a demostrarle que era digno de todo, y especialmente de ella.

Tras darse una ducha juntos para quitarse la arena de la playa, se metieron en la cama e hicieron el amor de nuevo. Esta vez, _____ le demostró cuánto significaba para ella y lo solitaria que había sido su vida sin él durante esos siete años. Louis se inclinó sobre ella en la cama y acarició con ternura su rostro.

–No pasaba ni un día sin que pensara en ti, hasta cuando me sentía indigno. No podía dejar de quererte porque eras parte de mí, y sabía que tenía que recuperarte a toda costa. Estos dos últimos años, me he volcado en mi trabajo y he intentado rehacer mi vida por completo para tener algo que ofrecerte cuando volviera.

Una sonrisa se dibujó en las comisuras de los labios de _____.

–¿Y qué tienes que ofrecerme, Louis? –preguntó en broma, aunque su mirada era seria.

–Quiero ofrecerte mi amor. Quiero que seas mi esposa, mi mejor amiga y mi amante. No voy a pedirte que dejes esto, porque sé cuánto significa esta ciudad para ti. Con mi trabajo, puedo establecerme en cualquier parte. Quiero recuperar nuestro sueño de estar juntos para siempre –la estrechó entre sus brazos–. Te quiero. Di que te casarás conmigo, _____. Dilo, por favor.

Una sensación de felicidad abrumadora hizo inundarse de lágrimas los ojos de ______. Ella también lo quería. Nunca había dejado de quererlo. Ni siquiera cuando pensaba que ya no la quería.

–Sí, Louis, me casaré contigo. Nunca he dejado de quererte y, ahora que has vuelto, tenemos que recuperar el tiempo perdido. Siete años –puso la mano detrás de su cabeza y lo atrajo hacia sí para besarlo. Louis dejó escapar un gemido cuando sus bocas se encontraron, y sus brazos se cerraron automáticamente en torno a ella. El deseo lo inundó por completo mientras tocaba ávidamente lo que ella le ofrecía.

Unos instantes después, se apartó y respiró hondo. Sintió que su erección y el deseo de estar dentro de ella se intensificaban.

–Mírame –susurró con voz áspera–. Quiero que veas cómo me haces sentir cuando te hago el amor. Se colocó sobre ella y ______ levantó los ojos hacia él. Sus rasgos desvelaban lo que sentía cuando la penetró. Ella le rodeó el cuello con los brazos y esbozó una sonrisa.

–No hay nada como la caricia de un amante –dijo sin aliento cuando él empezó a moverse rítmicamente en su interior, encendiendo de nuevo

su pasión. Y, mientras se amaban, Louis comprendió que su amor y sus caricias eran lo único que le haría falta el resto de su vida.

FIN

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⏰ Última actualización: Nov 07, 2014 ⏰

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La caricia de un amanteDonde viven las historias. Descúbrelo ahora