Caminos Oscuros

Capítulo VII - Mi nombre es Yamamba

Llegando a la América Antigua, Yuurei apareció en un hermoso peñasco cerca de un mar nítido y claro, Yuurei nunca había visto algo ta hermoso,¡ imagínate tu! ; un este mundo en su estado virgen y tranquilo hablando naturalmente, seguramente estarías como ella, asombrada de eso, pero era evidente de que en realidad si podía tener sentimientos en lo que afirmaba que su hermano Akuma igual, pero volviendo al tema, ella estaba tan asombrada de ver la flora y la fauna, eso para ella sobrepasaba su imaginación  y dijo " No creo que este reino, sea proyecto de uno solo". 

A lo lejos de aquella hermosa vista ella visualizo una montaña y se dirigió ahí pero al no encontrar dicha cueva  pues decidió crear una y en un acto de un solo golpe a un extremo abrió un agujero y listo jaja, la fuerza de un demonio; Inquebrantable. 

Dejando el cuerpo de Yu Kazuo dentro de la cueva y salió en busca de la anciana sin saber que era lo que la esperaba, no es por alardear pero estaban las antiguas civilizaciones y sin pensar que la vieja era considerada una diosa jajaja, pasó casi una semana tratando de encontrarla pero todo ya resultaba perdido y no había ni la mínima pista de la anciana mencionada por el Jinkinini pero bueno no estaba de mal disfrutar el paisaje aunque en casa todo se estuviera derrumbando, era obvio que ella también tenía miedo pero no lo daba a demostrar, solo quería al único ser que la entendía; A su hermano, por lo visto era lo que más amaba, pero que va, habían otro asunto más importante, buscar a la anciana esa jaja. Decidió subir la montaña más alta para ver si podía ver algo, más sin embargo puros arboles pero miro hacía el sur, pudo apreciar humo y pensó que ese lugar podría ser el de la vieja, se dirigió ahí...

Después de tanto caminar, detrás de un árbol, miró que era un pueblo de humanos pero ella pensaba que iban a ser más decentes o seres que causarían envidia y lo único que le causó fue gracia, al verlos tratar de sobrevivir matando su propia fauna, ella podía entender que aveces los verdaderos demonios se hacían llamar por humanos, le daba asco ver todo eso porque miraba que nadie tenía algo de compasión por los animales que usaban para cazar, pero que va, ella no podría hacer nada después de todo había excases de comida ya que no tenían conocimiento de agricultura.

Al salir del árbol decidió buscar otro lugar pero hubo un silencio tenebroso... Ella había detectado demonios en la zona, ella sabía olerlos porque ella mataba algunos de ellos, pensó que Yamamba era un demonio y fue detrás del olor, caminó unos cuantos kilómetros y pudo apreciar ciudad llena de humanos en inclinación hacia un templo del lugar y en lo más alto en una mesa de piedra podía verse un humano recostado viendo hacía el sol y uno de ellos vestido ridículamente (pensó ella) le iba a clavar un tipo de daga de piedra y cuando eso pasó ella quedó sorprendida y preguntándose "¿Quién fue el creador de tanta maldad?" El cielo se tornó oscuro y  en lo alto de la pirámide se presentó un ser autoproclamandose un "dios" pero Yuurei ya sabía que era un demonio y decidió dirigirse a él y asesinarlo en eso alguien la detuvo, un hombre humano, atractivo en su parecer, parecía que el ya sabía lo que era.

-???- Calma nena, primero conoce a mi madre.

-Yuurei- ¿Pero quien carajos te creés? ¡Sueltame!  ¿Que no vez que que quiero matarle?

-??? -  qui ni viz qui quirii mitirli tararararara, cálmate vamos a por mi madre y luego matas a ese imbecil.

-Yuurei- Acaso ¿Tu madre es Yamamba?

El misterioso chico solo sonrió y la tomo de la mano en rumbo de donde ella había llegado, ella se sintió con cierta timidez al ser llevada de la mano pero el pinche orgullo hizo que ella le quitara la mano, que se podía decir, era tan emocional; El chico solo se reía sabía bien lo que estaba pasando, ese silencio eran de esos silencios que dicen mucho... - Yuurei - A continuar idiota que no tengo mucho tiempo.

De tanto caminar y llegar a la cueva observó a la anciana.

-Yuurei - ¿Tu debes ser Yamamba?

-Yamamba- Noup.

-Yuurei- Entonces esto que significa.

-Yamamba- Que soy la gran Yamamba la primera de los humanos en ir al infierno y tener contacto con uno de ellos y al parecer era un demonio super importante.

-Yuurei- Ni que lo digas, por algo lo querían muerto, el se llama...

-Yamamba- No digas su nombre, yo ya sé a que te ha mandado, de hecho yo siempre lo supe jaja.

-Yuurei- ¿Pero cómo? Eres una simple humana.

-Yamamba- No una simple querida, soy la mejor hechicera del mundo con mis poderes y habilidades puedo revivir a tu hermano, crear portales al infierno y mi hijo es mi aprendiz, mi poder debe ir de generación en generación.

-Yuurei- y ¿Quién es el padre?

-Yamamba- El mismo demonio que te dio la llave a este mundo.

-Yuurei- Al caso, quiero que revivas a mi hermano.

-Yamamba- Pequeña, eso no es así de simple.

-Yuurei- Pero si acabas de decirme que puedes hacerlo.

-Yamamba- No cuestiones a una anciana (Le pega con su puño en la cabeza) Me refiero a que eso te costará jeje (risa psicópata)

-Yuurei- Haré lo que sea, riquezas, poder y fama, puedo hacer eso.

-Yamamba- Esta niña tonta, niña, quiero tu alma y la de tu hermano para mi protección y la de mi hijo por la eternidad y antes de eso, necesito mucha sangre de demonios, hay varios que se hacen pasar por dioses matales, necesitamos su sangre.

-Yuurei- Todo por mi hermano... Confío en tus actos y matarlos será sencillo.

-??? - De eso quería hablarte, Ellos se alimentan del miedo, enojo de los humanos, los hace más fuertes aquí un demonio es muy poderoso.

-Yuurei- Tono sarcástico- Lo dice un Semihumano, ¿Cuál es tu nombre?

-Beniko- Mi nombre es Beniko...

-Yuurei - Ya veo... No importa traeré cinco cuerpos de esos demonios.

Yuurei salió de ahí sumamente rápido de ahí en busca de esos proclamados dioses...

-Beniko- Madre, ¿Creés que le tuvimos que decir que si piensa en el lugar donde está, puede ir tan solo con pensarlo?

-Yamamba- Naaa ya no jaja.