Soulmates

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Seokjin dominado por sus instintos se levantó y se aferró al alfa, sintiendo como el calor se convertía en algo agradable cada vez que su piel hacia contacto con la del alfa, además del agradable aroma que Jungkook desprendía y le embriagaba la nariz, sintiendo que pertenecía a ese lugar, entre sus fuertes y cálidos brazos.

Jungkook sin poder contenerse más, lentamente fue retirando las prendas del omega, repartiendo suaves besos sobre su delicada piel, ronroneando gustoso ante la suavidad y calidez. El omega no pudo evitar soltar una pequeña risa avergonzado al sentir a Jungkook rozar con la nariz la piel de su vientre, enredando los dedos sobre sus oscuros cabellos, mientras que de su boca escapaban suspiros de gusto.

El alfa se separó y comenzó a despojarse de su propia ropa rápidamente frente los ojos del omega que ya permanecía desnudo sobre la mullida alfombra. Seokjin estaba a punto de protestar hasta que sus ojos se encontraron con el desnudo y perfecto cuerpo del alfa, cada músculo marcado, la piel lisa y su prominente polla levantada sólo por él, anulando por completo el juicio y el control de Seokjin. Una vez que el alfa se acercó, el omega no pudo evitar pasar las yemas de los dedos por sus perfectos pectorales, descendiendo por las líneas de su pack de seis. Jungkook se removió gustoso, comenzando a sentir la agitación y el latente deseo de poseer al omega.

— Jinnie, no deberíamos hacer esto... —murmuró el alfa sobre sus labios, mientras Seokjin lo abrazaba por el cuello y lo jalaba aún más hacia su cuerpo sobre estimulado por el celo.

— Jungkook... Te necesito, por favor... Tómame...

El omega nunca había sido capaz de expresar sus verdaderos deseos, mucho menos entregarse a un alfa de aquella forma, pero le gustaba Jungkook y quería poder entregarse a él por completo.

— Ya no hay marcha atrás, te deseo demasiado... Mi lobo te llama...

Y el alfa no pudo hablar más, Seokjin ya tenía sus labios pegados besándole con necesidad, enredando las piernas alrededor del cuerpo del alfa. Jungkook podía sentir el lubricante natural del omega entre ambos cuerpos al posicionarse entre sus piernas, gruñendo al sentir el roce entre ambas pollas.

Jungkook se apartó de los labios del omega, repartiendo besos por sus rojas mejillas y níveo cuello, mordiendo ligeramente la zona en donde debía ir la marca, conteniéndose de enterrar los colmillos. Entones decidió ir bajando con la lengua hasta un pezón, moviendo la lengua de forma circular sobre la aureola. El omega se removía gustoso sobre la alfombra, enterrando las yemas de los dedos en la piel de los hombros del alfa, gimoteando despacio.

— Por favor, Jungkook... Te necesito...

Suplicaba el omega entre gemidos, necesitaba sentir al alfa, fundirse con él en un solo cuerpo. Seokjin levantó las piernas y empujó un poco su trasero hacia afuera, dejando que su cuerpo pidiera lo que necesitaba. El alfa captó de inmediato, se encontraba igual de ansioso que el omega, compartiendo fervientemente su deseo de aparearse. Jungkook descendió la diestra y cuidadosamente sólo con la punta del dedo índice probó la entrada del omega, moviendo el dedo en círculos antes de ingresarlo, escuchando un fuerte gemido por parte de Seokjin. Lentamente fue ingresando un segundo dedo, moviéndolos a la par y realizando movimientos de tijeras, intentando acostumbrar su entrada, ya que por muy lubricado que estuviera, el omega era virgen y su polla era algo grande, no quería lastimarlo, por muy impaciente que se sintiera.

— Relajate, bebé... Lo estás haciendo muy bien...

Murmuró el alfa sobre la oreja de Seokjin, dejando pequeños besos cerca de la zona, mordiendo su lóbulo de forma juguetona. El omega gimoteó y comenzó a mover las caderas hacia adelante, en busca de más contacto, necesitaba con urgencia que el alfa lo tomara y llenara.

Seokjin estaba a punto de llorar de necesidad, cuando el alfa le quitó los dedos y alineó su gran polla en la entrada del omega, empujando lentamente hasta adentrarse por completo en el interior de Seokjin, quién se aferraba a su espalda con las uñas, aguantando el dolor.

— Ya va a pasar, tranquilo... Lo estás haciendo muy bien...

Le regaló una sonrisa a su castaño, besando suavemente sus labios y comenzando a moverse lentamente, observando atento el rostro sudado y sonrojado del omega. Seokjin sentía la polla de Jungkook extenderlo por completo, era dura y cálida, se sentía tan bien en su interior, no podía evitar gemir de placer, sintiéndose extasiado.

Jungkook poco a poco fue aumentando el ritmo de las penetraciones, afirmando por los muslos a Seokjin, enterrándose profundo y gruñendo de placer, su lobo se sentía completo y le pedía a gritos marcar al omega, pero sabía bien que no podía y aquello le dolía inmensamente. Seokjin llevó su mano a la mejilla del alfa y la acarició con cariño, regalándole una sonrisa entre gemidos, sentía que Jungkook necesitaba aquel consuelo en aquel momento, incluso en el apasionado encuentro. El alfa le devolvió la sonrisa y besó su frente, apoyando ambas frentes juntas, sintiéndose por primera vez en casa y que le pertenecía a alguien. 

Se mantuvieron en un aura cariñosa, hasta que Jungkook comenzó a joderlo más duro, cada vez más rápido, tocando su punto dulce en cada estocada, haciéndolo temblar de placer. Al omega le encantaba que el alfa se dejase llevar y lo tomara sin remordimientos, ese momento era de ellos. Estaban por completo sumergidos en la lujuria, entregados el uno con el otro, el omega deseaba quedarse así por siempre, con Jungkook encima, dándole calor a su cuerpo y alma. 

El omega no sabe cuánto tiempo pasó, hasta que sintió un empuje fuerte y el abultado nudo de Jungkook entrar, penetrándolo duro, acoplándolo antes de correrse abundantemente en su interior con un fuerte gruñido, llenándolo y calmando así su calor. La liberación del alfa provocó que el omega alcanzara su propio orgasmo y se liberara entre ambos vientres con un grito de placer. Seokjin pudo jurar que casi explotó y pudo tocar el cielo con los dedos, sintiendo una enorme necesidad de llorar a causa del placer.

Por un momento todo se quedó en silencio, quedándose ambos inmersos en la oscuridad, sólo se sentían las respiraciones de ambos lobos, ambos perdidos aún en la satisfacción del orgasmo. Suavemente el alfa cambió de posiciones y dejó al omega encima de su cuerpo para no aplastarlo, ya que estarían unidos por el nudo un largo tiempo. Jungkook lo abrazó con cariño, dejando un tierno beso sobre su frente, mientras acariciaba suavemente su perlada y tibia espalda.

El omega rápidamente se acurrucó en el cuerpo de Jungkook, cerrando los ojos y disfrutando de su calor. Se sentía agotado pero satisfecho, no podía haber deseado nada más, sin duda la noche había resultado perfecta.

— Te quiero, Kookie... 

Susurró el omega somnoliento, quedándose gratamente dormido sobre el alfa, su alfa. El omega había sentido una conexión especial entre ambos y sabía que Jungkook también la había sentido, eran almas destinadas y sus ojos lo reflejaban, no cabía duda de eso, un lazo así era imposible de ignorar.

Jungkook sonrió al escucharlo y acarició sus suaves cabellos castaños, mordiéndose el labio inferior y sintiendo una traviesa lágrima escaparse por el rabillo de uno de sus ojos. El alfa también quería al omega, pero no podía marcarlo y reclamarlo, por mucho que lo deseara, ambos acabarían muertos por su padre. Quería mucho a Seokjin para arriesgarlo y estaba dispuesto a sacrificar su lazo con tal de mantenerlo a salvo, eso haría un alfa, su alfa.

Desterrado «Kookjin»Where stories live. Discover now