Desterrado «Kookjin»

The Truth

Seongjin no entendía que le pasaba a su papi, el omega sólo lloraba aferrándose a su pequeño cuerpo, sin decir ninguna palabra, preocupándolo y pensando que quizás algo malo había ocurrido con sus tíos y por eso la urgencia de irse.

— No llores, papi... Todo va a estar bien, yo siempre estaré contigo... —murmuró el pequeño cachorro aferrándose al pecho de su papá, intentando consolarlo para que se sintiera mejor.

El omega al escucharlo comenzó a llorar mucho más, en ese momento sentía tanto miedo, no quería que su padre supiera que estaba vivo, tampoco quería que Jungkook supiera que Seongjin era su hijo e intentara arrancarlo de su lado, su cachorro era lo más importante en su vida, por quien se levantaba y luchaba por ser feliz cada día. 

— Joven, ya llegamos —interrumpió sus pensamientos el conductor, el omega sólo asintió con la cabeza y pagó la tarifa, para luego bajarse del vehículo con su pequeño en brazos.

— Papi... ¿Estás bien? —preguntó el cachorro aún preocupado, su papi seguía en silencio desde que salieron de la empresa de Namjoon.

— Sí, pequeño... No te preocupes, siempre estaremos juntos —se secó las lágrimas y le regaló una sonrisa al pequeño.

Entraron a la casa en silencio, escuchando el piano sonar en el estudio de Yoongi, al parecer Hoseok no estaba en casa y sólo se encontraba el alfa, lo cual agradecía internamente Seokjin, sabía que Hoseok le preguntaría por el rastro de las lágrimas y no se sentía capaz de mentirle, no a su mejor amigo, pero nadie podía saber que se había reencontrado con su alfa destinado.

Seongjin se removió inquieto, podía sentir que algo estaba mal, pero no sabía cómo ayudar a su papá omega y mucho menos que hacer para aliviar su dolor. Seokjin sin querer desprenderse de él no tuvo otra opción que bajarlo, dejando al cachorro en libertad.

— Ve a jugar, te prometo que estaré bien, sólo necesito pensar... —acaricia los negros cabellos de su hijo, sonriéndole pero sin dejar de tener una mirada triste— Voy a preparar la cena, así que debes estar atento.

Y sin más palabras su papi se había marchado, dejándolo con una pequeña opresión en su pecho, no quería ver a su papá triste, no entendía porque estaba así, quizás era su culpa por pintar con Jungkook y perderse tanto tiempo, no lo volvería hacer, su papi era su todo, su persona favorita. Tendría que pedirle disculpas, su papi no podía pensar que quería más a Jungkook que a él.

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Yoongi al escuchar la puerta pensó que tal vez su pareja había llegado y quería enseñarle su nueva composición musical, por lo que terminó de grabar la pista, para así poder salir de su estudio y buscar a Hoseok. Al estar afuera sólo pudo oler tristeza y desesperación, por lo que preocupado caminó hasta la sala, encontrándose al pequeño cachorro dibujando en la mesa con un semblante triste.

— Seongie... —lo llamó, acercándose sigiloso hasta llegar donde se encontraba y sentarse a su lado— ¿Te peleaste en la escuela? —preguntó en tono suave, no era muy bueno con los niños pero Seongjin era especial y único, lo quería como sí fuese de su familia y de su propia manada.

El pequeño negó suavemente con la cabeza y dejó de pintar para mirarlo con sus grandes ojitos tristes, quizás su tío Yoongi podría ayudarle.

— Papi está triste, se puso triste porque estuve mucho tiempo con Jungkook-ah y piensa que ya no lo quiero —murmura con el labio inferior temblando, aguantando las ganas de llorar.

— No creo que Seokjin esté triste por eso, sabe que lo quieres más que a nada en el mundo —revuelve sus cabellos y le regala una sonrisa para tranquilizarlo— De seguro es algo más, no es tu culpa.

— Se comportó muy extraño cuando me encontró con Jungkook-ah, como si fuese un monstruo feo y nos iba a comer —explica moviendo sus pequeñas manos— Jungkook-ah no es malo, pero no lo quiero más que a papi.

El alfa se quedó en silencio, observando al pequeño volver a pintar el dibujo de disculpas para Seokjin. Se levantó del piso y caminó fuera de la habitación, llamaría a Namjoon, algo no estaba bien y debía estar seguro antes de cometer una desfachatez. 

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El omega se había concentrado tanto en hacer la cena, por lo que no se percató de la presencia de Yoongi, quien lo miraba apoyado desde el umbral de la puerta, por lo que pegó un brinco cuando ambas miradas se cruzaron. El alfa estaba serio pero con un semblante preocupado, seguramente sentía la tristeza de su cachorro y su angustia, por lo que de seguro necesitaba una explicación, Yoongi era el alfa de su pequeña manada. 

— Jungkook es el padre de Seongjin —soltó el alfa sin previo aviso y con una certeza absoluta que paralizó por completo al omega.

— Yoongi... —logró articular, era imposible que el alfa lo supiera, nunca había revelado el nombre de su alfa ni mencionado más de la cuenta, sólo que se quedó en el bosque.

Seokjin sabía bien que Min era muy perceptivo y observador, un hombre de pocas palabras, pero preciso en cada una de ellas y extraña vez cometía un error, no se le podía engañar.

— No puedo explicarlo, pero desde que lo conocí lo vinculé con Seongie, tiene su mismo olor a vainilla negra, al principio pensé que provenía de ti, pero es mucho más fuerte y es herencia de Jungkook —le explica con voz pausada, intentando no asustarlo— Además, físicamente también se parecen, hasta Hobi lo ha notado, pero no tiene como saberlo, parece sólo coincidencia.

— Imposible... T-Tú no puedes saberlo... ¡No puedes! —gritó alterado, el alfa lo había dejado al descubierto y abierto los ojos, era cuestión de tiempo para que todos supieran la verdad.

— Seokjin no puedes ocultarlo para siempre y Seongjin merece saber la verdad, Jungkook es su padre y tu alfa destinado, no puedes seguir escapando de la voluntad de la diosa luna. No voy a decir nada y guardaré el secreto, pero ten en cuenta de que al no decir la verdad a quien más daño le vas a provocar será a tu cachorro.

Yoongi suspiró al no obtener respuestas y se retiró del lugar, volviendo a la sala y encontrando al pequeño dormido con su cabecita sobre el dibujo que estaba pintando. Negó con la cabeza y con una sonrisa se acercó para tomarlo en brazos y llevarlo hasta su habitación.

Esperaba que Seokjin hiciera lo correcto y dejara sus temores en el pasado, no quería que nadie saliera lastimado, sobretodo Seongjin que no tenía culpa de nada y sin saberlo había encontrado a su padre alfa.