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CASPIAN.

Lucy Pervensie, la intrépida y segura reina de Narnia, es una mujer que despierta admiración en mi ser. Su capacidad para tomar decisiones sabias y proteger a su pueblo me llena de gratitud por tenerla a mi lado. Sin embargo, también reconozco su ingenuidad en diversos aspectos, lo cual agrega una capa de responsabilidad a mi papel como rey. 

Desde el primer momento en que posé mis ojo en ella, advertí las miradas de deseo que algunos miembros de la tripulación le dirigían. Agradezco que niguno haya osado cruzar límites inapropiados, puedes de lo contrario, habría tenido que enfrentarse a mi determinación. 

Cuando Lucy entró a mi camarote con una sonrisa, mi corazón se colmó de alegría al verla allí. Después de una semana en la que sentí que me evitaba, no puede evitar inquirir si había alguna novedad. Sin embargo, ella negó con la cabeza y se recostó en el escritorio. 

Fue evidente que Lucy evitaba abordar lo ocurrido entre nosotros en la playa. Me invadió la duda sobre mis habilidades besando, pero ella me aseguró que ese no era el motivo. En cambio, su deseo era simple: anhelaba bailar. 

Incialmente, me sentí confundido, pero finalmente cedí y acepté danzar con ella. En el reducido camarote, comenzamos a mover nuestros cuerpos y, poco a poco, me di cuenta de que Lucy lloraba. La culpa me embargó al comprender que la había apartado de sus hermanos, y que ella sufría a causa de mis decisiones. 

—Lamento haberte separado de tus hermanos —confesé con voz cargada de arrepentimiento —. No sabía cuánto significaban para ti. 

Lucy me miró a los ojos y asintió con suavidad —. Lo entiendo, Caspian —dijo con dulzura —. Pero tú también eres importante para mí. No quiero que nada interponga su sombra entre nosotros. 

Una sensación de alivio me envolvió al escuchar esas palabras. Tomé la mano de Lucy y la besé —. Nada me haría más feliz que estar contigo —afirmé con una sonrisa. 

Bailamos juntos por un instante más, llenos de gozo, como si la tristeza se evaporara en ese mismo acto. En ese momento, aprendí una nueva faceta de Lucy: aunque podía ser ingenua en ciertos aspectos, su corazón era valiente y su lealtad, inquebrantable. 

El Amor del Rey 🙊Donde viven las historias. Descúbrelo ahora