8- Paseo de Altura

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Me dirigí a los establos  caminando tranquilamente. Me apetecía mucho montar a Blackjack y dar un paseo por las nubes. Llegué abrí las puertas y me quedé estático al ver que la caballeriza de Blackjack estaba vacía. Mi mente me llevó a la tarde del día anterior, cuando Quirón me pidió permiso para llevar a Blackjack a una misión. Estupendo.

Estaba a punto de volver por donde había venido pero decidí no rendirme. Me pesaría que no fuera Blackjack pero había más Pegasos en el Campamento.

Me acerqué a las dos caballerizas que contenían los otros dos Pegasos. Ambos animales me bufaron y apartaron la mirada.

Blackjack me había contado que le caía mal al resto de Pegasos porque antes yo hablaba con ellos y desde que llegó yo lo les había dirigido ni una mirada. Lo cual era cierto, mea culpa.

—Venga va, chicos...—Seguían sin mirarme—He sido un poco borde con vosotros pero os estoy ofreciendo dar un paseíto...

—No queremos "dar un paseíto" contigo, Jackson—Dijo uno de los Pegasos, creo recordar que se llamaba Axell.

—Venga va porfa...

—¿Percy?—Una voz detrás de mí me asustó de sobremanera. Annabeth apareció en la puerta de los establos y yo intenté disimular que me hubiera dado el susto de mi vida. Algo bastante complicado con los dos Pegasos riéndose de mí.

—Grover me ha dicho que estabas aquí, y me aburro ¿Te vienes a hacer algo para matar el aburrimiento?

—Iba a dar un paseo en Pegaso...—Los dos Pegasos volvieron a bufar—Pero no quieren...

—¿No quieren?—Dijo Annabeth extrañada. Se acercó a la caballeriza de Queen, el otro Pegaso, la abrió y Queen salió dócilmente. Annabeth se subió de un salto y empezó a peinarle la crin con los dedos.

—Percy ¿Estás seguro, tú que puedes hablar con los Pegasos, de que en ningún momento te han dicho "No es por mi, es por ti?

—Ya sé que es por mí, Annabeth ¡No tiene gracia, quiero a Blackjack!—Annabeth frunció el ceño y le tapó las orejas a Queen dramáticamente.

—Por supuesto que es por ti, serás mala persona...

—Axell la miró dándole la razón y a continuación me bufó una retahíla de palabras que no pienso traducir, y que un inocente chaval de quince años como yo no debería escuchar.

—¡Ala, pero serás maleducado! ¡Te voy a lavar el hocico!—Axell, todo digno él, elevó la cabeza y la movió en dirección contraria a mí.

—Oye Axell, no se lo tomes en cuenta, es un poco idiota con todo el mundo, pero en realidad sólo quiere dar un paseo... ¡Y luego podrás obligarle a que limpie tu caballeriza para devolverte el favor!—Dijo Annabeth.

—¡Annabeth no des ideas!

—De nada—Annabeth se rió de mi cuando Axell se removió agitado, aceptando la proposición de que yo limpiara de excrementos su caballeriza.

Nada más montarme sobre Axell, relinchó elevando sus patas delanteras y tuve que hacer un movimiento acrobático para no caerme al suelo.

Queen salió de los establos trotando y Axell fue detrás. Cabalgaron hasta el campo de fresas y allí despegaron. Justo en ese momento el sol se estaba poniendo, y Annabeth y yo fuimos testigos de cómo Apolo se escondía tras las montañas para dejar paso a su hermana, y con ella, la noche.

Estuvimos un rato hablando de ningún tema en concreto, hasta que llegamos a la idea de qué tal vez ese verano no hubiera ninguna misión suicida a la que acudir (N/a: Esto es unos días antes del Atrapa la Bandera en el que descubren el Laberinto de Dédalo) y al final decidimos bajar ya que la luz se estaba extinguiendo por completo.

Tal vez por fin ese sería el primer verano en el que podría dedicarme enteramente a pasármelo bien con mis amigos y sobretodo con mi mejor amiga. Incluso podríamos ir a visitar a mi madre algún día.

Tal vez...

No solo fueron novios [Percabeth One-Shots]Donde viven las historias. Descúbrelo ahora