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                     En las mañanas mi intinerario estaba plagado de eternas y aburridas reuniones, por las tardes teníamos almuerzos y cenas con los ejecutivos, pero en las noches que con tantas ansías esperaba me tocaba sexo salvaje con mi jefe, las noches estaban exclusivamente reservadas para Jack en mi agenda ¡Incluso lo tenía apuntado! Empezaba ha creer que estaba atrapada en el mundo de Jack, sumida por su depravación.

          A Jack lo que le divertía era hacerme temblar por las noches, supongo que era su modo de aliviar tensiones y pronto se volvió nuestro modo de aliviar las... en particular le gustaba verme masturbarme con el vibrador que me había regalado– justo él dia en que habíamos tenido sexo en el hotel de New York–, capricho que le concedía gustosa y obediente, me encantaba aquel sexo morboso...  Me encontraba tan caliente, de tal manera que me era difícil comprender en que clase de mujer me había convertido.

                                       En cambio los fines de semana Jack aprovechaba quizá inconscientemente para enseñarme un lado suyo que me parecía ante todo encantador, un lado que lograba enamorarme poco a poco, aunque yo lo supiera imposible... llegado aquel punto aún no lograba dar con quien era en realidad Jack Humes, si simplemente era aquel alemán con corazón de hielo bastante mandón, que parecía no medirse esfuerzos para herir a alguien si este lo hacía enfadar o hacía algo que considerará estaba mal...

            Si era en cambio aquel cuarentón sensual, completa y totalmente sexual, aquel amante tan salvaje y depravado que  estaba logrando involucrarme en su mundo de cruda perversión o si tal vez era aquel hombre que conocí por casualidad en el ascensor, un tipo completamente encantador, un hombre capaz de hacerme reír, relajado y confiado... ¿Quién era Jack Humes? ¿Y mas importante porqué influenciaba de aquel modo
en mi? ¿Qué es lo que sentía yo por él? ¿Qué era lo que sentía él por mi? Esas preguntas de verdad que no me dejaban conciliar el sueño...

¿En que clase de embrollo me había metido aquella vez?

                           Intentaba no pensar mucho en ello y seguir con mi trabajo, seguir así completamente sumergida en su extraño juego de sumisión y placer...


                          El jueves fue cuando realmente todo empezó ha estrellar se en mi cara, fue simple en realidad... Surgió lo que parecía un serio conflicto por parte del presidente del sector de contabilidad quien incluso llegó ha atreverse ha levantar la voz en contra de Jack, renunciando en el mismo momento indispuesto ha trabajar en la empresa de «un hombre cómo el» según sus palabras, intenté poner paz entre ambos defendiendo con vehemencia a mi jefe, pero al hacerlo solo logré que Jack me dirigiera una mirada casi asesina por ello.

                                    A las seis cuando nos salimos de la empresa y entramos a la limusina pude notar la tensión entre los dos, no atiné a decir nada ha sabiendas de que era mejor callar cuando aquel alemán estaba cabreado, el silencio me resultaba verdaderamente largo e incómodo, pero ignoré su frialdad puesto que no quería meter mas fuego a la leña muy consciente de que lo que había hecho en la oficina no había sido algo para nada apropiado.

—Jamás vuelvas ha hacer algo como eso ¡Nunca más! ¿Lo tienes claro?— Su tono de voz me dió ha entender que realmente no estaba demasiado feliz con mi actitud y consciente de mi error simplemente asentí.

—Lo siento, Jack... Pero no quería que hubiera algún conflicto ni tampoco podía permitir que aquel tipo hablará así de t...

Juegos de sumisión y placer «¿Quien es Jack Humes?»Donde viven las historias. Descúbrelo ahora