Capitulo 3

17 7 1
                                    


Fanette

Ni bien llegamos, entramos a casa y vimos a Laurette en la cocina, tratando de hacer una lasagna.

Y digo tratando por que sus manos serán muy buenas par diseñar o confeccionar, pero para cocinar es otra cosa muy diferente.

Y tenemos de ejemplo a esta lasagna con complejo de carbón.

—Mamá...vaya, estás...estás cocinando.—dice Alía no sé si sorprendida o asustada.— huele muy bien este... y a que se debe tan grata sorpresa.

Está más que claro el sarcasmo y tía Lau lo sabía. Por lo que miró feo a Alía para luego dirigirse a mi y darme un gran abrazo obviamente correspondido.

—Fane hermosa, ¿Cómo estás?.— me pregunta ignorando completamente a Alia, a lo que yo me río y Alia rueda los ojos.—hace siglos que no te veo, ¿haz crecido?.— Dios mío si sigo riendo así me terminará doliendo la panza.

—Ay mamá, tu de exagerada vives y no hay quien te pare.— dice Alia ya que solo hace tres días que vine de visita, se fue a dejar sus cosas a la sala y volvió.

—Viste como me trata, después me anda diciendo por qué ya no le doy mimos como antes o por que no le rasco la manita para dormir.—se quejó tía Lau, secándose lágrimas falsas.

Yo no paraba de reír, estar con las dos es la muerte, ellas son como la tía y prima que nunca tuve.

—Ay tía Lau, es que tienes que comprender que Ali esta muy estresada con el trabajo y las nuevas colecciones que saldrán.—dije siguiéndole el juego, a lo que Ali va corriendo hasta donde su mamá, le da un beso y un gran abrazo.

—Si mami, Fanny tiene razón, ando estresada y más por la Cleo esa que no hace caso a lo que se le ordena.— se queja con voz de niña.

Tía Lau suelta un suspiro, ya que no es la primera vez que nos quejamos con ella por Cleo.—Chicas ustedes saben que no puedo despedirla ya que su madre es una socia de la boutique.— luego nos da una sonrisa alentadora.— pero tengan la esperanza de que se aburra y se valla sin necesidad de correrla.

Después de dejar el tema de Cleo a un lado, botamos con el dolor de nuestros corazones la lasagna ya que se había quemado completamente y la verdad que no quiero en estos momentos ninguna gastritis, ya que sería más gastos.

Preparamos entre todas <bueno entre Ali y yo, pero dejándole el refresco como tarea a tía Lau.>, un rico y delicioso "fettuccini al pesto".

Después de servir, nos dispusimos a almorzar, hablamos de la nueva colección y chismorreamos un poco sobre la señora Cathrin.

—Y bueno se dice que es la manzanita de la discordia en la relación de los Montez.

—¿En serio?, ¿Y se la a visto con el señor Montez?.—pregunté intrigada por la mamá de Cleo.

—Bueno, sino supiera si es verdad no se los contaría, además, ya están en planes para el divorcio.— respondió, a lo que me quede pasmada.

—Bueno bien dicen de tal palo tal astilla, ahora sabemos por que es así de perra Cleo.

—¡Alia!, por el amor a tu abuela, que palabras son esas.—le reprochó.

Abramovich Donde viven las historias. Descúbrelo ahora