Capitulo 8

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Holiwissss mafiosit@s, primero que nada pido disculpas por mi desaparición, pero como algunos sabrán la universidad me ha quitado mucho tiempo. Pero ya estoy en vacaciones yeiii...

No les prometo subir un capítulo cada semana, por que sé que no tendré el tiempo—ya que me encuentro en una academia—,ni la inspiración. Pero prometo ponerme al día y no dejar tan abandonada la historia.

Soy nueva, no soy una escritora profesional, así que no me chanten tanto hate ni me juzguen.

Así que por fa paciencia y tolerancia.

Sin más que decir, espero y les gusten el capítulo.



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Fanette



Ha pasado una semana desde que me encontré a ese extraño hombre en el callejón. Una semana en donde me he sentido observada.

Dejo escapar un suspiro mientras espero el pedido que hice.

<<Vladimir...>>

El tan solo pensar en ese nombre hace que me estremezca del miedo.

—Gracias.— le digo al joven al recibir el té que pedí.

Voy caminando por el pasillo del hospital, y en lo que llego donde tía Lau se me vienen el recuerdo de la llamada que tuve con Charlie.

>>>> —Cariño, te lo prometo, no se que brujería hiciste o a que chaman llamaste pero desde tu partida esta crazy, con solo decirte que ni ha llamado a Zoe para que lo ponga alegre.

—No creo que sea para tanto, estas exagerando Charlie, y con respecto a Zoe, de seguro se encontró otra nueva compañía.—contesté restándole importancia.

—No cari, es más...tengo que contarte otra cosa.— dijo lo último entre susurros, cosa que me llamo la atención.

—¿Qué cosa?.— pregunto al no escucharlo hablar, me chista por lo que me callo, escucho sus pisadas y puertas cerrándose, hasta que por fin para.

Lanza un suspiro y empieza:

—Ya escucha y no me interrumpas.— estaba a punto de contestarle pero me callé.—Ayer en la noche tuve turno de noche, pero como sabrás soy un poco olvidadizo y pues se me quedó el celular cargando, así que volví y al salir, escuché unos gritos por el callejón que está al costado del bar.

"Bueno y tú sabes que la curiosidad rejuveneció más al gato así q..."

—Estoy completamente segura que así no es el dicho.

—Shh...—me calló.— bueno como decía, me acerqué para ver que pasaba y no sabes lo que me encontré.

—¿Qué encontraste?.

—Nada, no me encontré con nada por que los gritos venían de una pequeña ventana, pero no te preocupes, igual y me las ingenié y me monté en unos ladrillos que estaban tirados por ahí y me encontré con que era la oficina de Vladimir, pero eso no es el problema, la cosa escalofriante aquí es que él no estaba solo, con él se encontraba un escuálido trajeado.

" No sé que le gritaba ya que era muy confuso, mencionaba cosas sin sentidos; hasta que sacó un cuchillo y se lo clavó en la pierna."

Suelto un jadeo.

—¿Qué dices?.— le preguntó consternada.

—Lo que oíste cariño, que el lunático de Vladimir le clavó un cuchillo a un hombre aparte de luego sacar una pistola y amenazarlo.— dice rápido.

Abramovich Donde viven las historias. Descúbrelo ahora