Capitulo 5

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🚨 ALERTA: Nota larga sino quieres leerla óbviala.

Holiwissss personitas lectoras, sé que me desaparecí por un buen tiempo pero es que ya entré a la uni, y la verdad pues medicina no es nada fácil 😅, espero que la historia les esté gustando 🙏🏻, vuelvo a repetir soy NUEVA en esto y no tengo la experiencia necesaria como mucho otros buenos escritores, por lo que pido no tanto hate 😅, bueno y MUCHÍSIMAS gracias a las personitas que votan 💜💜 eso significa mucho para mí.
Bueno y sin más espero que les guste este capítulo.

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Fanette

Llegó el día de mi paga, me encontraba nerviosa, muy nerviosa, pero en parte sentía una emoción dentro de mí, que me hacía recordar, que todo lo que he aguantado habrá valido la pena.

Abro la puerta haciendo que la campanilla suene anunciando mi llegada.

Veo a Charlie atendiendo a la clientela solo, frunzo el ceño.

<<Que raro...>>

Aunque no se porque me extraña si a la que le toca el turno de tarde con Charlie es a Zoe.

Lo saludo y le pregunto:

—¿Qué?, no vino Zoe.— me acerco a él, que se encontraba limpiando una de las mesas desocupadas.

El me saluda con beso en las dos mejillas para después bufar.

—Claro que vino, pero está dando la mamada de la tarde al jefecito.—hace un movimiento con la mano.—ya sabes lo común.

Yo resoplo y niego con la cabeza en desacuerdo, ya que ella con eso obtiene más paga que lo nosotros ganamos atendiendo a borrachos.

—Pero eso no interesa ahora, más bien que haces aquí cariño.—cuestiona.

Siento como otra vez los nervios vienen a mí, por lo que jugueteo con mis dedos mientras le respondo:

—Vengo a cancelar mi deuda.— él suelta un chillido y se me lanza dándome un abrazo, al punto de casi dejarme sin aire.

—Cariño, por fin, no sabes cuanto me alegra.— dice con una sonrisa que se borra con la misma rapidez, para dar a vista un mohín.—Pero ahora quien escuchará los momentos sabrosos qué pasó con mis hombres.

Yo suelto una carcajada y le respondo:

—Pues fácil, me hablas por mensajes, para eso tienes el celular que te regalo tu sugar daddy.

El me saca la lengua y se despide antes de irse donde un cliente que ha llegado.

—Bueno cariño, me voy, ya que lamentablemente los clientes no se atienden solos, y más con la inservible de Zoe.— gruñe con molestia y se va no sin antes lanzarme un beso.

Suelto una carcajada y me despido de él.

Me dirijo al despacho de Vladimir, el cual se encontraba al fondo del pasillo.

Ya en frente de la puerta me dispuse a dar aviso de mi llegada, pero algo me detuvo.

O más bien el grito de alguien.

—Mier-mierda siiii...— no hay que ser tontos para darse cuenta de las cochinadas que hacen.

<<Que asco...>>

Pero igual para mantener mi salud mental estable, y no vivir con un trauma de por vida toco la puerta de manera brusca.

Nada

Abramovich Donde viven las historias. Descúbrelo ahora