Abramovich

Capitulo 9

Nuevo capítulo, espero lo disfruten.

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Ezra

Me encuentro vagando en mis pensamientos, hasta que escucho alguien tocar la puerta de mi despacho.

—Pase.

Veo entrar a Ronald.

—Señor, vengo a informarle que la señorita Lombardi se encuentra en el hospital.

Me levanto del sillón y voy a servirme un vaso de vodka.

—Perfecto, prepara mi auto, saldré.— ordeno antes de beberme a golpe el trago.

Ya necesitaba poner en inicio mi plan de una vez, es por eso que mande a unos hombres vigilar a la rubia.

Voy por mi saco y bajo a la primera planta.

—Joven Ezra, ¿Saldrá?.— dice una voy tras de mi.

Me giro, y veo a Martha de brazos cruzados.

Le doy una sonrisa.

—Martha, saldré, pero invitare a alguien a cenar, es por eso que necesito que hoy te luzcas mucho más en tus comidas.

—Esta bien niño Erza.— dijo con pesar, me imagino que pensara que es otra chica cualquiera.—pero eso si, si a la primera no me cae, no me haré responsable del posible laxante que haya en su plato.

Y sin más, se va a la cocina.

***

Estaciono mi auto en el aparcamiento del hospital y salgo en busca de la rubia.

Camino por los pasillos sintiendo miradas encima de mi.

Me encuentro girando, cuando veo al doctorcito de pacotilla hablar con Fanette.

—ублюдок.—digo entre dientes.

No sé en que momento me encontraba caminando hacia ellos con una sensación de malestar.

Me calmo antes de llegar, y analizo a la rubia.

No voy a negar lo hermosa que es, por que decir que no sería mentira. Ver como ese vestido hace un hermoso contraste con su deliciosa piel y esos tacones que la estilizan, la hacen ver aún más apetecible.

Seguiría viéndola, si no fuera que unas palabras del señorito casi me sacan de mis casillas.

—Bueno Fanette, quería saber si podías sal...

Le interrumpo.

—Señorita Fanette, que gusto verla.

Siento como se tensa, y al voltear se relaja, haciendo esos hermosos ojos chocaran con los míos.

—Señor Ezra, mucho gusto, cómo se encuentra.—dice amablemente, ofreciéndome su mano.

A lo que le cambió el saludo dándole un beso en el dorso de esta.

<<Suave y cálida>>

—Muy bien, gracias a usted.— le ofrezco una sonrisa, viendo como se sonroja.

Oigo un carraspeo, y dirijo mi mirada al doctorcito.

Fanette quita su mano y se gira avergonzada hacia él.

—E-este William te presento al señor Ezra.— el subdicho me extiende la mano, cosa que le correspondo con un fuerte apretón.

—Un gusto, Dr. William Sherman médico psiquiatra.— dice sin apartar la mirada.