Capitulo 7

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Holiwissss \(^•^)/ señoritos y señoritas.
Agradezco mucho a esas personitas que votan y comentan, muchas gracias T•T, ver que les gusta lo que escribo me motiva a seguir haciéndolo.
Así que sin más interrupciones espero que les guste este capítulo.



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Fanette

Me encontraba en un cafetería, ya llevamos cinco días en Rusia, gracias al cielo que Alia pudo conseguir una "pequeña" casa.

<<Si saben a lo que me refiero.>>

Ayer fuimos al hospital, y hoy le tocó a Alia quedarse con Tía Lau en el hospital, ya que el doctor el día de la cita nos dijo:

<<<< —Viendo que los resultados salieron positivos, y dieron que la paciente Perrin presenta un cuadro no avanzado de retinopatía diabética, nos tomamos el tiempo de revisar su historial médico, para verificar si es alérgica a algún medicamento, y para buena suerte no lo es.— dijo con un acento basto.—Como bien dije, la retinopatía no es muy avanzada, por lo que haremos un tratamiento a base de insulina y una dieta estricta para que la enfermedad no prosiga. Para ello, la señora Perrin se tendrá que quedar por lo menos unos cuatro a cinco días, la controlaremos y estabilizaremos, y si todo va al pie de la letra, podrá ser de alta, pero eso si, sería preferible que se turnen para que observen la correcta aplicación de la insulina y la dieta que llevará a partir de ahora. >>>>

Después de la cita nos fuimos y nos organizamos en quién iría hoy, quedando en:

<<Primer y segundo día iría Alia. Y tercer, cuarto y quinto yo.>>

Ya que Alia no podía dejar de lado la boutique y tenía que revisar que los nuevos diseños de otoño se encontraran perfectamente confeccionados, y más aún que la "Fashion Week" se acercaba.

Así que para matar el tiempo decidí ir a una cafetería cerca de la casa, me gustaba ya que tenía un puesto de libros, en donde podías agarrar alguno que otro para entretenerte, cosa que yo hice, y entre tanta lectura se me pasó el tiempo y se hizo de noche.

Pago los cinco cappuccinos que me tomé, y salgo en dirección a la casa con el pensamiento de que no dormiré nada por toda la cafeína que tengo en el cuerpo, si no es porque unos quejidos me hacen parar.

Volteo hacia el callejón y vuelvo la mirada al camino a la casa, hago esa acción un tres veces, debatiéndome entre ir y no ir, pero como deben imaginar fui.

<<Claro, como vaca yendo al matadero.>>

Me acerque lentamente con mi super arma en mano.

<<Mi cartera, y sí, de segunda mano, pero aún así me ha durado y espero que lo sigo haciendo si es que salgo viva de esto.>>

Poco a poco me aproximo a esos sonidos, hasta que choque con algo.

Suelto un grito y comienzo a golpear a la nada, y es hasta en ese momento en cuando noto que nada pasa.

Así que asegurándome, levanto mi pie y doy pequeños golpes a lo que sea que estaba en el suelo. Y ya cuando vuelvo a escuchar los quejidos saco de manera rápida mi celular y pongo linterna, y ni bien alumbro a la persona me tapo la boca con horror al verla ensangrentada y con varios golpes.

<<Un poco más y cometía la estupidez de preguntarle si se encontraba bien.>>

Salgo de mi trance y comienzo a marcar el número de emergencia, y no escribo ni un uno cuando en eso se me apaga la maldita cosa del demonio.

Abramovich Donde viven las historias. Descúbrelo ahora