Llegó con un tambaleo bastante irregular a su casa subiendo el primer peldaño, la llave apenas pudo entrar en la chapa al aún seguir en el mundo de la diversión y el éxtasis. Sus zapatos estaban sucios por el barro de la calle, que trataban de hacer el menor ruido con tal de, disminuir los problemas que ya podría tener con su madre. Sintió entonces la mano pesada y dominante de su sobrino, mirando por su hombro y recibir una mirada de "No hagas estupideces y camina", dando pasos llamativos al cruzar la puerta, atrayendo la atención de Tomoko al llegar a la sala de estar. Su madre al verle, solo quería darle un abrazo y una bofetada por la preocupación que le acumuló su misteriosa desaparición, como cualquier madre con un instinto maternal sobreprotegiendo a su hijo.
Josuke tocó su mejilla que tenía un cosquilleo por la bofetada de su madre, no comprendía el porqué de ello y con unos ojos de cachorro se topó con los enfadados de su madre sin soltar la mano de su mejilla enrojecida. Antes de que ella se acercara nuevamente, Jotaro la detuvo con una mano gentil en su hombro y otra en su espalada agachándose para acercándose a su oído con tal de comentarle las razones de la tardanza de Josuke. El joven de pelo extravagante estaba al borde del bochorno y las náuseas, sintiendo gentiles siseos provenir de los labios gruesos de su sobrino mientras notaba que la expresión de su madre cambiaba desde el espanto a la tranquilidad, pero mirando a su hijo con un particular modo de decir "pensé que jamás volverías".
Jotaro se paró derecho nuevamente agarrando su gorra y ocultando su mirada en torno a Tomoko— Espero que descanse. —Tornó su cuerpo hacia la puerta, donde el menor se hallaba, topándose con sus ojos violeta. — Deje dormir a Josuke antes que caiga en el sofá.— No quitó su mirada fija de aquellos ojos arrepentidos. Tomoko atenta al pariente de su hijo, tomó a su hijo desde el hombro y lo guio a su habitación con calma y cariño. Josuke se pensaba despedir de su salvador de sangre fría, pero al darse la vuelta vio que su sobrino se acomodó la gorra nuevamente y lo miró con una mirada que helaría hasta el más fuerte de los caudales, haciendo que el joven estudiante se refugiase en lo que le quedaba de honor.
—Descansa, Josuke.— Dijo en voz alta Jotaro, fingiendo un tono agradable para no preocupar a Tomoko , pero en su voz se sintió una pizca de sarcasmo y malicia, mientras miraba a Josuke con su seria expresión de siempre. Aunque se podía sentir en el ambiente una gran decepción al Josuke pensar que quizás, esa inquebrantable esencia suya, de alfa y dominante, fue opacada por una real preocupación a su tío hacia él, que resultó siendo un frío pretexto con tal de cumplir una promesa entre ambos. Sin duda algo no encajaba en el momento en el que habló, y ahora se reía internamente por ser tan obvia la situación.
Josuke analizaba varias cosas, pensaba en las razones por las que bebió, la razón por la que dijo aquellas cosas de Jotaro y la razón de por qué su sobrino le cubrió algo que pudo acabar mal para él, pero a fin de cuentas sentía tranquilidad de que se encontraba en los brazos cariñosos de su madre como cuando era pequeño, hasta siendo ayudado en su torpe andar hacia sus aposentos por ella. —Cuidado... un poco más y llegamos. — Dijo Tomoko abriendo la puerta de la habitación para luego abrir la cama, desvestir a su hijo hasta dejarlo con una polera amarilla y sus calzoncillos blancos, recostarlo y darle un beso en la frente que tanto extrañaba darle.Al principio Josuke se lo quería rechazar, no quería ser tan mimado en el estado que se encontraba y notó entonces que, si quería que todo funcionase, debía ceder a los tratos de su madre quiera o no. —Buenas no...— La mano derecha de Josuke detuvo la partida de su madre de su habitación, la miró con determinación (la única que le quedaba) y vociferó finalmente con lo que podía pronunciar.
—Mamá, ¿Que te d-dijo Jotaro S-San? — Su mirada brillante y decidida sorprendió a su madre, que le prestaba una atención especial por el hecho de haberla tomado por la baja, se relajó e incluso quedó con ganas de echarse a reír por la seriedad que le tomaba a una pregunta sin importancia.
—Ah, hijo. — Exclamó la joven mujer con aires de tranquilidad —Jotaro-San me dijo que te quedaste hasta tarde estudiando. — Los ojos de Josuke se abrieron como platos al escuchar aquellas palabras. —Dijo también, si mal no recuerdo, que estabas estudiando en la plaza con tanto estrés encima que te invitó a su cuarto de hotel para que te relajases, pensó que serviría para calmarte, cariño. — Le decía Tomoko arropándole en masajes de hombros con las palmas de sus manos, acompañándose de una dulce sonrisa que Josuke

ESTÁS LEYENDO
Pin me Down [JotaJosu] ✪
FanfictionSe lo decía a sí mismo, como si se peleara con su subconsciente, no ser curioso, no meterse con Jotaro Kujo y solo averiguar por qué él lo estaba evitando. Insentimental, así es como lo decidió y así es como quería que fuese, lo más alejado posible...