Capítulo 3 - Separados

511 41 64
                                    

  Los primeros rayos de sol se filtraban por los grandes ventanales de la mansión dando paso a un nuevo día. Algunos habían dormido pocas horas, algunos habían pasado en vela, sin embargo, todos se encontraban de nuevo en el estudio, convocados por Ieran.

-El concilio ha podido establecer el lugar donde se encuentra el otro libro del joven Schmidt. Es estrictamente necesario conseguirlo y traerlo de vuelta a la brevedad posible para que sea analizado por los expertos- expresó la dama de pelo negro -Xiaolang, luego de Sakura, eres la persona con mayor capacidad mágica, así que se ha determinado que realices el viaje- El castaño simplemente asintió ante la orden.

-Joven Qiang- el peliazul asustado dirigió su mirada a la matriarca -Al estar usted ligado con esta magia, se ha determinado que sea su persona el acompañante de mi hijo- expresó seriamente.

-¿A dónde nos dirigimos?- preguntó el ambarino.

-A Estados Unidos- las palabras de Ieran asombraron a todos. Lan timidamente levanto su mano.

-¿Si joven Qiang?-

-Yo no tengo pasaporte, ni visa, ni nada de esas cosas que se ocupan para un avión-

-Ya nos encargamos de eso, en un par de horas traerán su pasaporte- Dijo Ieran notando como Lan seguía con su mano levantada -¿Algo más?-

-¿Qué les digo a mis padres?-

-Lamentablemente tendremos que usar magia en ellos si se vuelve necesario, por el momento pensarán que los dos se fueron de vacaciones, sentimos tener que recurrir a esto- exclamó la líder.

Lan agachó un poco la mirada, odiaba mentirle a sus padres, pero la situacion era compleja.

-¿Cuando nos vamos?- fue el ambarino quién interrumpió el silencio del estudio.

-En un par de horas, cuando traigan los documentos del joven Qiang; los boletos de avión ya estan listos. Recomiendo que empaquen y se despidan- contestó la matriarca.

La palabra “despedirse” hizo un nudo en la garganta al ambarino
…  …  …   …  …  …   …  …  …
La puerta de la recámara se cerraba suavemente mientras Lan salía del cuarto, el chico caminaba disimulando limpiar las lágrimas de su rostro. Llegó al salón principal y le dio una mirada a los dos chicos que ahí se encontraban pero siguio caminando hasta salir de la mansión, necesitaba aire en ese momento.

-Ve- las palabras de Eriol resonaron en la cabeza de Shaoran que aún no terminaba de aceptar todo esto, a veces parecía estar en un mal, muy mal sueño. El castaño se levantó y camino hasta la que hace poco era aún su habitación. La hermosa figura de su novia yacía en su cama, en un sueño eterno. El chico se sentó a su lado y tomó su mano mientras la besaba.

-Sakura... te prometo que haré lo posible por encontrar la solución- el chico la miraba fijamente mientras las lágrimas habían empezado a salir involuntariamente. Acarició el anillo de compromiso en la mano de su prometida y lo beso. Fue inevitable no pensar en ese día, hace tan solo dos meses.

*Flashback*

-Lan,  ¿estás seguro de esto?- preguntó el ambarino no muy convencido de su reflejo en una de las ventanas de las tiendas. Estaba usando una camisa de manga larga color blanco,  un pantalón negro con tirantes que tenía pequeño detalles en plateado y zapatillas negras además de un saco color blanco que no llevaba puesto ya que la tarde estaba cálida.

-¡Claro que sí! Te ves muy bien… solo mira a las dependientes de la tienda están haciéndote ojitos… me pregunto si estarán solteras…-

-¡Lan!... yo no debería escucharte… la última vez…-

Los Poderes de la Estrella Donde viven las historias. Descúbrelo ahora