Capítulo 13 - Explosión mágica

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  Sakura abrió  los ojos lentamente. Le tomó  varios minutos acostumbrarse a la luz del lugar. Una vez que despertó lo suficiente, se percató  de que no estaba en el mismo mundo oscuro de los últimos días, el lugar era un castillo que parecía estar en ruinas.

-Lo último  que recuerdo fue conversar con el brillito tedioso ese. Se fue y luego me entró  mucho sueño, pero ¿Esto no parece un sueño de los que he usado para hablar con Shaoran o uno inducido como el de la última vez?- con cuidado se levantó y vio con asombro cómo estaba usando ropas de época.  Llevaba un hermoso vestido en tonos terracota y su cabello estaba recogido en un moño. Sakura decidió caminar por los alrededores cuando escuchó unos gritos. Una niña y un niño estaban atrapados en lo que parecían ser arenas movedizas, grandes lágrimas corrían por las mejillas de ambos pequeños y Sakura sabía que solo les quedaba  una escasa cantidad de tiempo.

-Trataré de ayudarlos- les gritó  mientras acercaba lianas y buscaba unas ramas fuertes y largas. El pequeño de cabello castaño y la pequeña pelinegra gritaban por ayuda pero no importaba lo que Sakura les pasara, la rama se quebraba  o la liana se escapaba  de las manos de ambos

"Diablos no nos queda mucho tiempo" pensaba pero notó con horror como bajo sus pies el suelo se volvía arena movediza. Los chicos gritaban al ver como Sakura se empezaba a hundir también. Aunque la esmeralda trataba de calmarlos, se interrumpió al sentir una presencia que conocía muy bien.

Shaoran llegó corriendo al escuchar los gritos pero al ver la escena y la persona que estaba en apuros también se quedó atónito.

-¡Shaoran!-

-Sakura… que… esto… no… esto es falso…- balbuceaba   el chico.

-Shaoran… necesitamos tu ayuda… Los niños… la arena movediza nos está absorbiendo… debes apresurarte… usa tu magia…-

Shaoran solo veía la escena con horror incapaz de reaccionar. Desde que había despertado, notó como la magia de Aria lo rodeaba. Sabía que la de ojos grises lo estaba poniendo a prueba pero no entendía por qué Sakura estaba ahí frente a sus ojos. La esmeralda parecía sorprendida de verlo pero la urgencia en su voz le hacía creer que solo era parte de la ilusión. El ambarino  miró el escenario, era una maldita prueba de juicio, lo que querría decir que no podría salvarlos a todos. Shaoran consideró  romper la ilusión con su magia pero la imagen de Sakura ante él  lo había descolocado.

-Sakura… ¿eres tú?... en verdad eres tú  mi amor- murmuró 

-Shaoran… yo… no sé donde estamos o cómo llegue aquí pero si…-

-No… yo estoy en otro mundo y tú… tú te quedaste en Hong Kong  y yo… prometí  volver a tu lado… esto es solo una ilusión…-

-Shaoran… no lo es… soy yo… Sakura-

El ambarino  la veía con una mirada llena de dolor y confusión. Ni siquiera ella sabía cómo habían logrado llegar ahí quizás inconscientemente había usado esa ilusión para llegar a él pero ahora su amado dudaba de todo.

-Shaoran… estás confundido… yo soy Sakura…-

-No, esto es… una maldita ilusión…- pero fue  interrumpido por el grito de los niños que ya estaban a punto de ahogarse.

-Shaoran…-

-Sakura… no sé si seas la real o no… pero… te amo-

-¡Shaoran! - gritaba mientras la arena la absorbía  y ese  lugar empezaba a desvanecerse.

Cuando recuperó  el conocimiento, lo primero que vio fue la oscuridad del lugar. Había regresado a donde sea que estuviera, había perdido la oportunidad de hablar con Shaoran, de despedirse de él. Amargas lágrimas corrían por sus mejillas mientras que la oscuridad en su corazón seguía aumentando. Estaba enojada, asustada, frustrada  y dolida. Lo único que quería en el mundo era ver a Shaoran. Sabía que era egoísta pero su corazón y su cabeza no pensaban con claridad. Sakura dejó que las lágrimas fluyeran un poco más tratando de calmar su enojo pero este seguía ahí  más presente que nunca.

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