Aquello que calla la Luna

506 23 8
                                    

"Hace mucho tiempo existió un gigante hijo del dios Poseidón y de la primordial Gea. Un hijo del mar y de la tierra. Ese joven gigante vagaba por el mundo en compañía de su fiel perro Sirio, cazando a una gran cantidad de monstruos...hasta que se topo con un extraño grupo de niñas con auras plateadas y con ellas a la más bella de las diosas.


Hace mucho tiempo existió una diosa que con poco tiempo de nacida le pidió a su padre permiso para ser eternamente una doncella y así no caer en la locura de los celos o sufrir a causa de los traicioneros hombres. Esta diosa creó su propio grupo de doncellas con las que cazaba monstruos y protegía la naturaleza...hasta que en uno de sus viajes se topo con un joven gigante y su fiel perro."

-Mi hijo -el susurro durmiente se escucha por toda la oscura cueva- Licaón me ha fallado. Es hora de que salgas y me ayudes

-¿Qué debo hacer madre? -responde en susurros una ronca voz

-Ve tras la traicionera que te mato. Ve tras sus doncellas. Termina con ellas -susurraba cantarinamente la voz durmiente- Asesina a la diosa que pisoteo tu corazón

El hombre no responde. Sale de su refugio y mira sobre el horizonte. Ha estado oculto en una cueva junto al mar. La noche ha caído sobre el firmamento y la luna llena brilla hermosamente sobre las olas.

El hombre de cabellos negros y ojos verdes, alza su vista hasta toparte con una constelación en particular. El can mayor le devuelve la mirada suplicante, como si supiera lo está por hacer.

-Voy a necesitar ayuda -dice el hombre sin apartar los ojos del firmamento

De la tierra empezaron a salir una gran cantidad de lobos negros. Todos de gran tamaño, con dientes afilados y garras punzantes. Todos con sed de sangre.

-Ve ahora, mi hijo. Ve y cumple con tu cometido -el susurro durmiente se va perdiendo en el viento

Las órdenes han sido dadas. El hombre sabe lo que debe hacer.

"Hace mucho tiempo, una diosa cazadora se topo con un joven gigante. Lo desprecio y maltrato en un vano intento por evitar que traspasara la barrera que protegía su corazón. Pero las respuestas atrevidas, las sonrisas descaradas y la sonrisa que siempre mostraba fueron suficientes para que la diosa se cuestionara su voto eterno.

Hace mucho tiempo un joven gigante hizo todo lo que estuvo a su alcance para caerle bien a la hermosa diosa con la que se encontró. Él era un gigante y ella una diosa. Lo único que podrían tener era una amistad, los dioses y los gigantes no pueden mezclarse. Y esa fue la primera vez que el joven gigante deseo ser cualquier cosa... menos un gigante."

Encontrar el campamento que buscaba fue bastante fácil. Se había vestido de acuerdo a la ocasión. De negro. Todo su vestuario era de un negro fúnebre. La versión oscura del traje de las cazadoras. Después de todo, él era un cazador.

-¿Quién está ahí? -exige una dulce pero fría voz.

La voz proviene de una chica, apenas dieciséis años pero el cazador sabe que tiene más, muchos más. La chica tiene un largo cabello rojizo. Sus ojos son del color de la plata misma. Trae una sencilla toga plateada, como la que portaba en los tiempos memorables de la antigua Grecia.

One Shots/Percy JacksonDonde viven las historias. Descúbrelo ahora