Tres días eran lo único que Will le había pedido a Nico. Solo tres días en la enfermería para que recuperara sus fuerzas y pudiera volver a ser tan espeluznante como cualquier hijo de Hades, sin necesidad de estar medio muerto.
Solo había un problema. Nico era un hijo de Hades. Un hijo de uno de los tres grandes. Totalmente terco y orgulloso como cualquier niño hijo de un rey.
Por eso, los tres simples e inocentes días se fueron convirtiendo en cuatro, en cinco, en seis...Hasta que Will se dio cuenta que había tenido al rey fantasma durante un mes en su enfermería.
Aunque todo era culpa de Nico obviamente. Si no se anduviera escapando, Will no tendría que arrastrarlo de vuelta. Pero el hijo de Apolo sabía que Nico estaba bien. Ya se había recuperado por completo del desgaste físico y "espiritual" que había tenido.
Sin embargo Will no quería dejarlo ir. No sabiendo que aun quedaba algo por sanar en el melancólico pelinegro.
Will no era estúpido. Él sabía que todo ese numerito de "no eres mi tipo" que Nico le había dicho a Percy era tan falso como la bondad del rey de los dioses.
Nico era un buen mentiroso. Había que darle crédito por eso. Aunque tampoco era como si Percy fuera la persona más perceptiva del mundo. Pero Annabeth también había estado ahí y se trago la gran mentira de Nico...o al menos lo fingió.
No es como si Will hubiera esperado que Annabeth acusara al chico más joven de mentir, probablemente no le convendría.
Pero esa era una de las razones por las que Will no quería dejar al pelinegro a su suerte.
Will sabía que no era Percy. Habían unas cuantas diferencia. Color de cabello, de ojos, altura, fuerza, procedencia divina...aunque ambos lucían un espectacular bronceado si lo pensaba detalladamente.
Y Nico... Nico también sabía que Will no era Percy, lo cual era en realidad el problema. Nico quería a Percy no a Will. Nico no necesitaba de Will, no soñaba con Will ni anhelaba a Will.
Eso en realidad molestaba a Will hasta niveles insospechados.
El hijo de Apolo había intentado reemplazar a Percy.
No funciono.
Así que decidió cambiar de táctica acaparando la atención de Nico durante todo el día.
Tampoco sirvió.
Por unos segundos pensó en teñirse el cabello y colocarse contactos pero no creía que Nico lo tomara muy bien.
Will estaba en un dilema. No sabía cómo hacer para que el niño del inframundo se diera cuenta de que sin importar nada siempre lo tendría para apoyarlo.
Meditando frente al lago sin darse cuenta de la alta figura que se le acercaba.
-Hey Will-lo saludan con tranquilidad
-¿Qué quieres Percy? -masculló el rubio sin poder evitarlo
-...-Percy lo mira durante unos segundos. Sus verdes ojos no permiten que Will pueda ver lo que realmente está pensando- hablar... -dice finalmente en un murmullo mientras se sienta a su lado- Siempre pensé que Nico me odiaba
