❤️[RayEmma] The Promised Neverland ❤️

Capitulo 1: Parte 1/ Ojala pudiera

❤️Los sentimientos apestan ❤️

Parte 1: "Ojalá pudiera"

—Levanta los brazos. Separa las piernas, ¡Vamos, no tengo todo el día!

El gruñido del chico no ayudó en absoluto a disminuir la poca paciencia del adulto. Ray puso los ojos blanco, pero finalmente hizo lo que su tío le ordenó que hiciera. Yuugo rebuscó en cada lugar de la ropa del menor como si fuera a encontrar algún objeto robado. No estaba preocupado de si este chico ocultara algo de droga, cigarrillos y/o alcohol. Era un adolescente despues de todo. Esas cosas eran normales.

Pero su hermana mayor le había comentado que Ray tenía un pequeño problema de rebeldía. A menudo acostumbraba a hacer cosas indebidas, por decirlo de una forma muy sutil. Por eso Yuugo le prometió— aunque no le importaba lo más mínimo— que cuidaría del niño mientras éste viviera bajo su techo.

—No vas a encontrar nada, viejo— masculló Ray. Estaba harto de estar siendo manoseado y revisado. El mayor le dió una mirada de advertencia antes de rebuscar dentro de su mochila—. El que mi madre te haya dejado a cargo no significa que puedas actuar como si fueras ella. Ten un poco más de sentido común, tío.

—Calla la boca— gruñó sin dejar de buscar—. Esto es solo por precaución. Quiero asegurarme de que al menos no te expulsaran de la escuela por llevar drogas o algo así. Tu madre ya me contó sobre tu tendencia a dar problemas. Me pregunto porque rayos le das tantos dolores de cabeza a tu madre.

—Ese no es tu problema— le arrebató la mochila de un solo movimiento y se la puso en el hombro. Yuugo se irguio en su metro ochenta y cinco, tratando de verse intimidante ante su rebelde sobrino. Por supuesto, no funcionó.

Ray aprovechó esa oportunidad para dar media vuelta y escapar de esa casa. O departamento mejor dicho. Quería salir de allí lo más antes posible e ir al colegio. No que estuviera ansioso de llegar temprano a clases, pero era mil veces mejor que quedarse a escuchar los sermones de su tío.

El tío Yuugo era un hombre raro y hostil. Nada más había que mirarlo para comprobarlo. Ray a duras penas podia soportar su presencia. Pero hace una semana, su madre había dejado Japón para irse de viaje a España. No quiso decirle la razón de su escapada, pero Ray sabía que la razón era su padre, quien trabajaba en una compañía productora desde hace años. Por lo cual Ray no recordaba ni su cara.

Por otro lado, no le importaba casi nada quedarse solo en Japón, mientras su madre no estaba. Lo malo era que Isabella no confiaba nada en su adolescente hijo. Así que lo que hizo fue llamar a su hermano menor para pedirle que cuidara de él durante su ausencia. Obviamente que Ray se enojó bastante, alegando que él ya era grande para cuidarse solo. El berrinche solo hizo reír a la mujer.

"Te quedarás con tu tío. No hay más discusión".

Al final, la palabra de una madre tiene más autoridad y poder que un día entero de berrinches, y Ray no pudo hacerle cambiar de opinión por más que intentó. Por esa razón vivía con su tío ahora.

Ray siempre había vivido bajo el ala protectora de su madre, así que no conocía de nada al hermano menor de su madre. Isabella le había contado de niño que su hermano menor era un hombre bueno, gentil y generoso.

Ahora Ray se burlaba de sí mismo por haberle creído.

 
Su tío resultó ser un completo idiota.

El chico suspiró. Mientras salía por la puerta principal del edificio para ir a la estación del metro, Ray recordó aquella escena en la casa en donde vivía ahora. Una enorme cantidad de basura llenaba el piso de la sala y la cocina. Bolsas de comida rápida y empaques de supermercado por doquier, como también restos de papel higiénico y botellas vacías de alcohol. Genial, estupendo, su tío realmente era un hombre muy pulcro y ejemplar. Lo decía con sarcasmo.