MI CARA EN EL ESPEJO

CAPITULO 11. Me gustas

Me gustas porque me gustas
Porque tus besos...saben a verdad.
Porque tus chistes son los más chistosos.
Porque no hace falta suspirar...para que estés ahi.
Y tus berrinches, los más originales.
Tus sueños...los más simples.
Y tus metas....buscan un bien común.
Tu risa...sonido que hace sonreir.
Y tus ojos espejo de felicidad.
Porque tu lado no tan bueno, es solo cuando eres una fiera inquieta...en busca de la igualdad.
Por tanto. Por poco. Y por todo esto....simplemente,me gustas.

Eduardo y Carola se encontraban tomando un aperitivo en la sala de la residencia, el télefono suena y Eduardo se dirije hacia el lateral de la puerta de entrada a aquella habitación y atiende la llamada.
Era Analía dando aviso del accidente que había sufrido Lautaro.
-Hola- comenzaba diciendo Eduardo,al mismo tiempo que Carola, observaba sosteniendo una copa en su mano derecha.finalizaba la corta conversación con un - Voy para allá- .
Ante el interrogatorio de Carola por saber que sucedia, Eduardo la pone al tanto de lo ocurrido. Aún queriendo acompañarlo, Carola debió quedarse por orden de esté. Quien sale lo más pronto posible al despedirse de ella. Y al pasar por la sala es visto por Vanina. Quien lo observa irse preocupado y de manera abrupta.
- Lautaro, tuvo un accidente, en esa carrerita, en la villa esa- informaba Carola desde la puerta de la sala.
-Dios mio. Pero ¿está bien?,¿ no le pasó nada grave?- pregunta preocupada Vánina.
-Creó que no. Igual a mi no me importa. Aunque veó que a vos si- responde Carola de manera sobrante,caracteristico en ella. Como disfrutando de la desgracia de su hijastro. Pero aún más de la preocupación que Vanina sentia y , a quien consideraba su enemiga.
Vanina solo la mirá y Carola, pasa por su lado izquierdo y cuando está a punto de subir las escaleras, ya con su pie derecho en el primer escalon, se da vuelta y teniendola de espaldas,le dice - ¡ah! Traeme un té a mi habitación-.

Ya en el hospital, Eduardo ingresaba a la sala de espera, una sala de hospital público. Por cierto y, a juzgar por la decoración parecia de ámbito privado.
Analía lo recibía, un tanto angustiada. Acompañada por Gonzalo, el intimo amigo de Lautaro. Y Noelía, su fiel amiga.
- ¿ Dónde está tu hermano?- preguntaba Eduardo.
-Está bien. Calmate. Por el momento está fuera de peligro. Ya hable con los médicos. Tuvo un traumátismo. Pero no hay lesiones graves-.
- Si pero lo quiero ver-.
-Ya lo vas a ver. En estos momentos le eatán haciendo una tomografia. Para verificar que no hay nada raro-.
- Pero¿ no lo podias haber llevado a la clínica?- agrega Eduardo.
- Por supuesto. Pero trabajo en esté hospital. Y se de la excelencia médica y de enfermeros que tiene.Mi hermano va a estar mejor acá-.
- Si tenés razón. En eso te doy la derecha-. Decía Eduardo. A lo cual Analía, respondía de manera sarcastica.
- Que raro que vos me des la derecha en algo- mientrás se mirán, con mucho por decir. Al menos, por parte de Analía quien necesitaba hablar del pasado con su padre. Irrumpen en la sala Franchesca,Esteban, y Tamara junto a la pequeña Lucy.
Anguatiada y desesperada Franchesca exclamaba. - ¡Por Dios!. ¿Dónde está mi hijo?. Señorita por favor ¿Dónde está mi hijo?. Repreguntaba a la recepcionista que se encontraba en un lateral de aquella sala.
-Para calmate vieja. Dejame a mi- intervenía Esteban al momento que preguntaba por Juan Pablo. Mientrás Eduardo. Miraba desde un angulo de aquella sala y decia - Lo único que me faltaba. Encontrar está gente acá-
- El hijo más chico de Franchesca. También salió herido del accidente- agregaba Analía.
Mientrás Esteban era informado acerca de Juan Pablo. Franchesca se daba cuenta de la presencia de Los Santana en el lugar. Y se miraba fijamente con Eduardo.
- Bien gracias señorita. Vieja vamos está está en la guardia- le decia Esteban,mientrás en el camino,a mitad del pasillo,y con Tamara detras Franchesca le dice a Esteban. - Ese hombre. Y esa mujer están aca- a lo cual, Tamará solo observa hacia atrás y divisa a Eduardo y Analía aunque respeta y comprende aquella situación y no emite comentario al respecto.
Una vez dentro de la guardía.