Siempre estuve tratando de entender parte de mis sueños, había alguien que la mayoría del tiempo estaba allí, nunca le presté mucha atención, pero de alguna manera siempre estaba en mis recuerdos al despertar, como una neblina, y así mismo desaparecía. Una vez incluso pensé que había sido un encuentro real pero a medida que pasaba el tiempo comprendí que solo era una extraña silueta dentro de mi mente.
Abrí mis ojos lentamente, sentía como me movían, y claro, Blake estaba tratando de despertarme.
- ¿Estás bien? - Eso creo... ¿Y tú?
- Bien, aunque muy adolorido - dio un suspiro de alivio - ¿Qué paso con los Sulfuries?
- ¿Así se llamaban esos seres?
- Sí, con ellos rodeándonos se me paso decirte - lo dijo con una risita.
- Ehmm... Bueno...
No sabía cómo decirle todo lo que había pasado, porque ni siquiera le había contado acerca de lo que había pasado en las ruinas de Cartiehl con Fayette y las demás.
- Ocurrió algo extraño, no sé cómo explicarlo. No sé si me creerás.
Me quedó mirando fijamente, sé que esperaba que continuara con la historia. Pero me daba mucho miedo porque ni siquiera yo estaba segura de qué había pasado en esos minutos. No me había dado cuenta pero el coche estaba hecho trizas a unos metros de nosotros. Lo más probable es que tengamos que volver al pueblo anterior, para restaurar las cosas y por precaución.
- Dime lo que paso - dijo con un tono serio. No tuve más remedio.
- Después de que rodáramos dentro del coche quedaste inconsciente y ellos vinieron por mi... - suspiré profundamente y proseguí - ...Nos sacaron, te dejaron a un lado y empezaron a verificar qué era yo, trataron de decirme algo pero no les entendí nada, uno de ellos me tomó por el cuello... Creí que moriría, de verdad lo creí, en ese momento una fuerza descomunal se apoderó de mí y logré quitar sus manos, una luz nos rodeó, al parecer salía desde dentro de mí y se alejaron después de que los arrojé con mi mano...
Blake quedó atónito, debe estar pensando que estoy muy loca o que soy una persona muy rara.
- Mmm no sé qué decir, pero te creo. - ¿De verdad?
- Sí, siempre supe que eras especial... - me miró y sonrió.
- Gracias... - dije con lágrimas en los ojos.
- Ahora creo que lo mejor será volver y estar hasta mañana en el pueblo, porque puede que vuelvan por la noche. ¿Te parece?
- Si, creo que es lo mejor... - hice una pausa - Pero hay algo dentro de mí, no soy una humana común y corriente.
- Cuando lleguemos a la capital sabremos exactamente qué es. Por ahora volvamos a Gahty.
Blake siempre me hacía sentir mejor.
Después de caminar por dos horas volvimos a Gahty, ya estaba anocheciendo. Blake nos consiguió una habitación, quiso una sola con dos camas porque no quería que me sucediera algo; me avergoncé al principio pero trate de mantener la calma, no es como si fuéramos a tener algo. Aparte no creo que Blake me miré con otros ojos, no tengo idea que estoy pensando.
- Espero que puedas descansar hoy. Pedí un poco de comida, en unos minutos llegará.
- Gracias...
- ¿Qué pasa? Te noto extraña.
- Es por lo que sucedió...
No pude guardar más el secreto de lo que paso en las ruinas. Le conté acerca de Fayette, de la princesa Shaylee y lo qué hizo con mi aura, que lo examinaría y que cuando supiera todo me contactaría. Me escuchó atentamente, le expliqué el por qué no le había dicho nada hasta ahora, él lo entendió.
- Creo que será un poco más complicado de lo que pensaba.
- Así parece. ¿Tendrá algo que ver todo lo de ser algo más que una humana con la forma en que llegué a este lugar?
- Lo más probable. Recuerdas que te dije que era raro llegar así - se detuvo a pensar y agregó - ¿Tienes la piedra?
- Sí, la llevo siempre conmigo.
- ¿Puedo examinarla un poco más?
- Claro, acá está. Toma - lo mire con una sonrisa que él correspondió.
Cuidadosamente la observó, la piedra seguía del mismo color grisáceo opaco sin hacer ningún efecto. Blake después de un rato se dio por vencido, no llego a ninguna conclusión.
- No se me ocurre como esta pequeña piedra pudo traerte a este lugar... Debe estar relacionado con tus poderes.
- Pero es tan extraño, nunca pensé que existiera esta piedra aunque todos hablaban de ella.
- ¿Cómo es eso? ¿Sabías de ella?
- ¡Ahh no te había dicho! En mi escuela corría el rumor entre los estudiantes de una piedra que podía conceder cualquier deseo que uno quisiera. Pero yo no pedí venir acá...
- ¿Pero cómo lo sabían? ¿Alguien pudo comprobarlo?
- No, por eso no creía acerca de ese rumor hasta ahora.
- En Agartha historias como esa no se escuchan, porque es muy difícil que los humanos de tu tierra lleguen a este lugar. Tienen que pasar por muchos obstáculos y seres como Sulfuries los atacarían de inmediato, porque ellos custodian las pocas entradas que existen.
- Ya veo... Por eso es algo desconocido en mi territorio todo lo de Agartha.
- Así es, las autoridades traten de mantener este lugar alejados de tu pueblo. No me preguntes el por qué, esas han sido las reglas desde siempre.
- A pesar de los misterios que están a mi alrededor, creo que esta situación nos dejará muchas cosas buenas.
- ¡Me gusta que tengas una mentalidad positiva! - los dos reímos.
- Ya es tarde, será mejor que descanses. Yo estaré alerta.
- Gracias y buenas noches.
Me acosté, Blake se quedó mirando por la ventana. Poco a poco fui entrando al mundo de los sueños, estaba rodeada de gente en un lugar que desconocía. Las personas pasaban a mi lado, me empujaban, no les importaba que yo estuviera ahí. Me sentía sola, sin ningún lugar a donde pertenecer. En medio de toda la gente divise una silueta que cada vez se alejaba más de mi. Por alguna razón comencé a seguirla. Le grité muchas veces pero seguía sin mirar atrás, corrí lo más rápido que pude hasta que la silueta se detuvo frente a una arboleda. Se dio vuelta, me miró, lo único que pude ver en su rostro eran sus ojos amarillos llenos de soledad. Me susurró algo, pero no supe muy bien que decía, algo acerca de correr y temer, no sé muy bien, me sonrió de manera muy tétrica y volvió correr. Le pedí que esperara, pero no me escuchó. Tenía mucho miedo... ¿Habrá sido su manera de sonreír? Sentí que me dio una advertencia... Luego de eso todo se aclaró. Ya era de día.
Blake no estaba en la habitación, debe haber bajado a comer, también haré lo mismo. Quedé preocupada, siento que las coincidencias en mi vida desaparecieron desde que llegue a este lugar. Una sensación de temor no dejaba de recorrer mi cuerpo, algo pasará.
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Canon
FantasyNunca pensó que las cosas tomarían un rumbo tan extraño. Su tranquilidad desaparecería en un abrir y cerrar de ojos. Una piedra, una nueva vida. Un amor complicado, sin límites. Una melodía, una luz.