Adicción.

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Siempre dicen que las adicciones son malas. Que lastiman, que arruinan vidas, que matan...
Hay adicciones que son leves y que se pueden quitar, así como hay otras que no.
Por ejemplo, mi adicción hacia tus besos, tus abrazos, tus caricias, tus mimos, tu voz, tus ojos, tu sonrisa... La adicción que tengo hacia vos.
Definitivamente es la más peligrosa de mis adicciones, porque va creciendo más y más a medida que va pasando el tiempo, a medida que me vas llenando de besos, a medida que me voy sintiendo más tranquila solo con verte.
Tengo una adicción grave hacia la paz que me transmitís, una adicción fuerte a escuchar tu risa provocada por mis chistes o muecas.
Sos una adicción, mi adicción, y nadie va a poder salvarme, nadie va a poder entenderla, nadie me puede sacar de acá...
Por eso digo que sos de mis adicciones más peligrosas, sos de mis adicciones favoritas.
Todavía no defino bien qué es lo que me va matando más rápido. No sé si son tus besos, tus caricias, tus abrazos, tu mirada, tu tranquilidad, tu forma de ser, tus ojos negros como la noche, tu sonrisa...
Sos la droga asesina que prefiero antes que cualquiera. Sos la droga asesina que consumo todos los días, que si no la consumo siento que muero. Sos mi droga favorita. Mi dulce y fuerte adicción.

Jueves 18 de abril del 2019.

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