Fangirl [Chris Evans]

VII

El corazón de Alexa late con fuerza y sus manos tiemblan. La película la tiene con el alma en un hilo y con sus sentimientos demasiado frágiles.

De pronto pasa... Thanos reúne las 6 gemas del infinito. ¡Adiós mundo cruel! Lo que sigue es totalmente en cámara lenta: el intento de Thor por detenerlo y la burla de aquel titán, de pronto, chasquea los dedos.

—¡No! —grita la joven y toda la sala lo hace con ella.

La pantalla se pone blanca y la sala número 1 se sumerge en un profundo y tétrico silencio. Lo siguiente que pasa la hace romper en llanto: algunos de los héroes comienzan a desaparecer, las miradas de los sobrevivientes por el dolor de perder a sus compañeros y luego la escena de Peter Parker, ¡dramático Holland! Esto termina por quebrarla, y no sólo a ella, sino a todos los presentes.

Luego de la escena post créditos que le da cierta esperanza, nadie sale inmediatamente de la sala, tal vez sólo un par de personas que probablemente corran al baño. Pero, el resto se quedan en silencio intentando procesar lo que acaban de ver.

Cuando la sala va a la mitad de capacidad, Alexa se coloca su chaqueta y sale de la misma, no sin antes dejar la bandeja con los restos de lo que comió en el lugar correspondiente.

La joven se rodea con sus brazos en busca de darse consuelo, siente los ojos terriblemente hinchados y es probable que tenga la nariz muy roja. Un mensaje de Chris llega a su teléfono notificándole que la espera en el estacionamiento del cine. Ella se apresura a salir y de inmediato lo distingue; el actor se ha bajado del auto y espera recargado en el mismo, lleva gorra y una chaqueta gruesa.

Extiende sus brazos para recibirla con emoción, pero al ver su lento caminar y su cabeza baja, quita ese gesto.

—¿Qué pasó? —cuestiona confundido cuando están lo suficientemente cerca para escucharlo.

—¿Quí pisi? —le remeda con molestia —, ¡Te odio! ¿Por qué no me dijiste que la mitad o más de los Vengadores se moría? ¿Qué clase de novio eres? —reclama con dramatismo.

—Un novio que ha firmado un contrato de confidencialidad con Marvel —responde —, además, no sabía mucho de la película.

—¡Mentiras! Ni que fueras Tom Holland para que te dieran información falsa, sé que a ti, Downey y Hemsworth les dieron el libreto completo —murmura Alexa cruzando los brazos —. Mi vida ya no tiene sentido, Thanos tiene las gemas, desapareció medio universo y tú no te moriste.

—¡¿Qué?! ¿Esperabas que mi personaje muriera? —cuestiona incrédulo.

—¡Obviamente! ¿Acaso no viste todos los memes?

—Sí, pero no pensé que fueran en serio —dice.

—Todos los memes son en serio. Ya me había hecho a la idea de que tú, Tony y Thor moría, y quedé como novia de pueblo: vestida y alborotada —reclama de nuevo.

—Cielo, no dramatices tanto... —susurra, pero Alexa lo ignora.

—Ya hasta me hacía viuda y pensaba buscar a Sebastian para que como en los cómics, el Soldado del Invierno ocupara tu lugar —explica como si fuera lo más normal del mundo.

—Realmente tengo una novia muy loca —murmura de forma burlona —. Y no metas a Sebastian en esto, él no me va a reemplazar como tu novio.

—Ni mitis i Sibistiin in isti —vuelve a remedarlo —. Lo que pasa es que amas al rumano y estás celoso —musita enojada.

—Cielo... es una película —dice.

—¡No, no lo es! Es un universo alterno al nuestro y lo amo, ahora debo esperar un año antes de saber la conexión de Carol Danvers con Avengers 4, porque ¡claro! Mi novio, el Capitán América, no me dirá nada, no me llevará a la premier porque el dorito no irá de nuevo y peor, no me acompañará al cine y veré la película sola con un montón de fans a los que no puedo abrazar —exclama caminando de un lado a otro.

—Prometo que sí iré a la próxima premier —dice intentando detener el caminar de la chica —, y me vas a acompañar.

—Es obvio que irás, tu contrato dice que será la última —recalca y luego golpea el brazo del actor, aunque él ni se inmuta —, ¡te odio, Evans! Le voy a decir a Sebastian que me invite, él no falta a la premier.

—Nena... —murmura en tono de advertencia antes de atraparla entre sus brazos.

Intenta separarse, pero, a decir verdad, ama que le abrace de esa manera, es decir, ¿quién no? Tiene sus brazos fuertes rodeando su cuerpo, abdomen duro y marcado a su alcance, ¡todo gratis y para ella sola!

—Sigo enojada —musita con voz ahogada, pues tiene su rostro escondido en su pecho.

—Perdón —le dice y besa su frente —, ¿puedo hacer algo para que me perdones? —cuestiona.

—¿Adiós bigote, hola barba sexi? —le pregunta separándose de su pecho.

Chris alza la ceja incrédulo y luego niega.

—Alexa, ¿De verdad tanto odias mi bigote? —cuestiona.

—Es broma, creo que ya hasta me agrada, lo llamaré Alfred —dice ella y sonríe.

Suelta una sonora carcajada y le empuja hacia el carro, aprisionando su cuerpo con el suyo.

—Algo más —le dice y comienza a acariciar su espalda, sus manos descienden lo suficiente para introducirse dentro de las bolsas traseras de sus jeans y dar un apretón a su trasero.

—¡Evans! —reclama y él comienza a reír.

—Eso es una sugerencia —menciona con inocencia.

—Perdón, no te entiendo —responde fingiendo.

—Podemos contar esto como una pelea —murmura y le roba un beso —, lo que significa que podemos tener sexo de reconciliación.

—Suena tentador —afirma Alexa acariciando su cuello —, aunque no en el auto, la última vez le pegué con mi pie al claxon y salieron los vecinos —le recuerda y vuelven a reír.

—Bien, creo que puedo soportar llegar a la casa —afirma abriendo la puerta del copiloto para que su novia suba.

—Está bien, vamos a tener sexo de reconciliación y luego uno de celebración porque no moriste —le explica con una sonrisa.

—Insisto, ¿segura que eres la misma chica dulce de la que me enamoré? —le pregunta cuando comienza a manejar.

—Ahora estoy modo fangirl, pero así es el paquete completo, ¿lo tomas o lo dejas? —cuestiona Alexa.

—Cielo, te tomé hace mucho —responde riendo con burla.