Fangirl [Chris Evans]

XV

Alfombra morada

—Estoy asustada —dice Alexa por décimonovena vez en los últimos 10 minutos.

—Sólo respira, ya pasará —responde Scott.

—Pero...

—Tranquila —murmura Shana aguantando las ganas de reír por la cara de la persona que maquilla a su cuñada y que ve su trabajo interrumpido a cada instante.

—Pero... —vuelve a decir la joven y nota la mirada amenazadora de la maquilladora —. Lo siento.

Carly se limita a sonreír mientras sus hermanos menores ríen ante el tono avergonzado de Alexa. Lisa entra a la habitación y comienza a adular a sus hijos, quienes se dan los últimos toques antes de salir hacia la premier.

—Chris está esperando por ti —le dice Lisa.

—Pensé que iría con ustedes, ese era mi plan —murmura la chica moviéndose lo mínimo para que la maquilladora termine el trabajo.

—No el de Chris, mi hijo realmente desea que llegues con él a la alfombra, está muy emocionado al respecto.

Alexa sonríe levemente, ¡claro que desea ir con él! Pero es cuando sus inseguridades salen a flote, ¿y si se cae? ¿Y si las fans la acaban cuando la vean llegar del brazo del afamado actor? ¿Y si se vuelve a caer? Su torpeza puede florecer y hacer algo realmente tonto, o peor, se puede comportar como toda una fangirl fuera de control.

Lisa observa a su nuera con una pequeña sonrisa, parece adivinar el debate mental al que ella se enfrenta.

—Todo saldrá bien, te ves hermosa y será un bonito recuerdo de ustedes —dice Lisa acercándose a Alexa una vez que la maquilladora ha terminado, toma sus manos y las esconde entre las suyas —. Ahora ve con Chris, te está esperando.

Lisa es quien sale primero de la habitación, seguida de la maquilladora, a quien previamente Alexa le pide disculpas por todas las interrupciones que le hizo a su trabajo.

Una vez sola, se observa unos segundos, le gusta demasiado el trabajo que han hecho con su maquillaje y su cabello recogido deja sus hombros descubiertos y le gusta. La joven se coloca los pequeños aretes que ha elegido y una delicada pulsera, toma su clutch negro y sale de la habitación.

La casa se encuentra en completo silencio, probablemente se han ido y sólo falta ella. Baja apresuradamente las escaleras y sólo escucha el leve golpe de sus tacones.

Y ahí está él. Portando un elegante traje de color azul, con camisa verde agua y corbata negra, su cabello perfectamente ordenado, así como su peculiar barba adornando su rostro. Todo un deleite para quien lo viera.

—Te ves preciosa —murmura él mirando a la chica de pies a cabeza y sonriendo en todo momento —. Realmente preciosa.

—Tú te ves muy apuesto —contesta ella sonrojada ante la intensa mirada del actor —, ¿nos vamos?