I. Perfecto

3.6K 244 12
                                    



Para nadie era un secreto, que el chico de mirada color miel, era un verdadero caos en todo a lo que deporte se refería.

No era su fuerte el deporte, de hecho parecía tener cero habilidad para este, y esto también todos lo sabían, pero era tan común como natural ya porque no por pertenecer al género masculino debía ser un as en toda actividad que necesitará de su fuerza muscular, ¿Verdad…? ¡Aah! Pero después de muchos años, Cyrus Goodman había descubierto, que su hipótesis que aseguraba que era alérgico al deporte no era tan real dado que si era bueno en un deporte, que de paso no exigía mucho de él, pero que era considerado un deporte también. Y es que resultó ser muy bueno en natación, quizás por todas las clases que tomó de pequeño a consecuencia de lo protectora que era su abuela, o quizás también porque prefería una y mil veces sus clases de natación en la piscina de su colegio, que las clases de gimnasia donde a pesar de no hacer mucho terminaba terriblemente sudado.

Era mucho mejor poder evadir estas terribles clases y aún así poder mantenerse fresco.

Eran geniales sus clases de natación porque el equipo del que de paso era parte y el cual representaba a su colegio nunca llegó muy lejos en alguna competencia por lo que nunca tenía que sobreexigirse lo cual era perfecto.

Terminaba siempre muy feliz después de cada práctica porque nunca había razón para cargar con algún tipo de estrés después de cada práctica.

Todo era perfecto...no demasiado perfecto, si no simplemente perfecto, ¿Por qué? Pues porque para que todo fuera jodidamente perfecto haría falta que aquel chico de mirada verde dejara de acosarle con la mirada cada vez que lo veía en traje de baño, o que dejará de masturbarse mientras lo veía darse un baño en las duchas mientras fingía lo mejor posible que no notaba su presencia.

Sin embargo Cyrus sabía que aspirar a aquello era demasiado porque todo podía ser perfecto pero nunca demasiado perfecto.

Con toda la normalidad del mundo salió de la piscina valiéndose de las escaleras que formaban parte de esta y sin más salió rumbo a las duchas, sabía que si lo deseaba podía esperar la salida de sus compañeros de equipo para no exponerse ante el chico de mirada verde, que por lo poco que sabía, se llamaba TJ, pero Cyrus en realidad era un chico no muy codicioso, y es que aspiraba a que todo en su vida fuera perfecto pero no demasiado perfecto.

...además de que debía admitir que poner en duda la sexualidad del basquetbolista estrella de su colegio era sumamente divertido.

Y cuando el agua de la ducha comenzó a caer, se puso de espaldas fingiendo no notar aquella mirada verde sobre él y el espectáculo de siempre se repitió, excepto que esa vez sintió la extraña necesidad de que TJ se corriera dentro de él...pero eso era algo que no diría y el otro no sabría.

Ni tan perfecto |Tyrus|Donde viven las historias. Descúbrelo ahora