09

1.3K 121 14
                                    

Habían pasado ya algunas semanas de lo que paso, me encontraba algo deprimido pero mi amigo no dejo que siguiera así, siempre procuro estar conmigo, generalmente me invitaba a fiestas, decía que para distraerme y que aparte ahí podría conocer a alguien aunque esa idea no me llamaba tanto la atención, yo solo salía por distracción.

Aún no entendía el por qué.. se que no fuimos algo más, pero en verdad este sentimiento ya había empezado a crecer y no era fácil dejarlo.

Se estaba volviendo bastante tedioso esto, pero por ello me enfoque por el momento más en mis estudios, aparte trataba de salir, pensar en otras cosas, hacer nuevas amistades. Hubo un chico en especial, menor que yo pero era bastante agradable, en esos días habíamos logrado conversar más, teníamos algunas cosas en común.

También llegamos a salir, bueno, con otros amigos.. al menos hasta ese día que el con timidez se acercó a mi.

-¡Jungkook! Hyung.

Mi mirada pronto dio con el, totalmente sonriente.

-¿Dime? ¿Que te trae por aquí?
-Quería.. invitarte, ¿Te gustaría salir? Pero.. tu y yo, podríamos conocernos mejor.

Asenti, pues de igual manera tenía una gran curiosas por saber más de el, sabía que poduamos volvernos muy cercanos así que no dude en afirmarle de toda manera posible.

-Sí, salgamos. ¿Te parece si nos vemos en la cafetería que queda por mi casa? La comida es muy buena, y no te preocupes si salimos muy tarde puedo acompañarte a tu casa.

Se notaba bastante emocionado, en ese punto ya no formuló alguna palabra pero pude ver cómo sus ojos brillaban y su cabeza daba leves asentimientos, pronto se retiró.

Ese encuentro me dejo algunas dudas.. podría imaginar a lo que iba todo esto, y no era algo que me desagradara, de hecho me interesaba bastante, quizás ya era tiempo de conocer a alguien.. de darme la oportunidad con alguien.

Las horas transcurrieron con tanta tranquilidad, incluso en un momento casi olvidaba la salida, por algunos mensajes logramos acordar la hora, sería en el comienzo de la noche y ahora solo faltaba una medía hora, agradecía el que la cafetería no quedará lejos, podría caminar y llegar a tiempo con toda la calma del mundo.

Photography. Donde viven las historias. Descúbrelo ahora