Sherman x Tim | Del odio al amor

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Pov Tim

Sé que es una fuerte impresión para ti pequeño pero te aseguró que te acostumbraras y nos divertiremos - dijo el perro que al parecer se llamaba "Peabody".

Bueno aquí nos despedimos cariño - dijo mi madre.

Esperen señores los invito a cenar, antes de irse.. hice una comida que les encantará - dijo el señor Peabody.

¿Enserio? oh gracias no se hubiera molestado - dijo mi padre.

No es ninguna molestia, Sherman ¿porque no llevas a el pequeño a dar un paseo por la casa? así se distraeran un rato mientras habló con los señores Templeton - dijo el señor Peabody.

Claro, ven vamos - dijo el niño y me hizo una seña de que fuera con él a lo que yo no tuve otra opción y me fui con él.

Como pasaremos las vacaciones juntos debo saber tu nombre - dijo el niño.

Soy Timothy Leslie Templeton, pero puedes decirme "Tim" - dije.

Jajajajaja - el niño se rió fuertemente.

¿Que es tan divertido? - dije un poco molesto.

¿Enserio te pusieron un nombre femenino? ¿Leslie? Jajajajaja - dijo y no paraba de reírse.

No es gracioso ¿y tú como te llamas? - dije aún más molesto.

Oh, yo me llamo Sherman, solo Sherman... no tengo apellido - dijo ya calmado.

¿Y porqué no tienes apellido? - dije curioso pero aún estaba molesto por el asunto de mi segundo nombre.

No tengo padres, el señor Peabody me adoptó, es como mi padre - dijo Sherman.

Jajajajaja ¿tu padre es un perro? - dije y esta vez fui yo quien se rió.

No es gracioso, el señor Peabody es un buen tutor y lo quiero mucho - dijo Sherman molesto.

Pero se supone que los niños son los que adoptan a los perros no los perros a los niños jajaja - dije y me reí más fuerte.

A nosotros no nos importa eso nos queremos como padre e hijo - dijo Sherman, parecía echo una furia.

Me quedé callado por unos instantes.

¿Ya no sabes que decir niñita? - dijo Sherman.

¡No soy una niña! - dije más molesto que antes.

Entonces ¿porqué el nombre "Leslie"? - dijo Sherman, me estaba ganando en la discusión.

Es algo que no te debería importar - dije y mis manos se convirtieron en puños.

Nos cansamos de discutir y nos marchamos por caminos distintos, solo había una cosa que hacer; convencer a mis padres de que ese sitio no era el indicado para pasar las vacaciones.