Lunes. El día de la semana al cual la mayoría de la población humana no quería llegar, entre ese porcentaje estaba yo. Ayer en la noche, yo me negaba a que fuera lunes tan rápido, quería que simplemente suprimieran ese día y lo tacharan de la existencia para siempre. Estaba sorprendida de mi nivel de depresión, solo porque iba a ser lunes y hasta me trasnoche de tan solo pensar el motivo por el cual ese día de la semana se llamaba así.
Sin embargo, hoy que amaneció, aparentemente me levante bien, con energía y una buena actitud ante la vida. Realice mi rutina sin ningún contratiempo que me pusiera de mal humor y a pesar de que Samantha se empeñó en acompañarme por toda la universidad hasta mi primera clase, yo solo acepte y le reste importancia.
Hoy, extrañamente me levante con un coraje imparable.
— ¿Puedo hacerte una pregunta? —Samantha estaba tomando un café mientras caminábamos por el campus. Para acompañar su actitud anti-lunes, ella estaba vestida con unos jeans oscuros, blusa de una banda de rock reconocida, una camisa de cuadros vino tinto y sus vans del mismo color. Mientras que yo, tenía un vestido largo rojo oscuro con flores y mis converse blancos. Definitivamente somos muy diferentes.
Su pregunta me puso alerta.
— Claro. — Hoy toda la mañana estuvo parloteando, hasta se disculpó, por según ella se debe a la gran fiesta que estuvo el sábado y el alcohol que seguía en sus venas.
— ¿Te ha preguntado mi hermano por mí? — Ella se detiene y yo también lo hago. Me fijo en su mirada, que ya no parece enojada con el mundo, sino perdida en él.
— Sí, preguntó por ti el sábado. Como yo tampoco sabía mucho sobre ti, le dije que cuando llegaras, le avisaba y lo hice, pero no pude consultarte por tu estado. — Recuerdo como llego con Matthew y su cercanía. — Espero que no te haya molestado.
— Claro que no me molesto. — Por primera vez en esta mañana, ella se quedó callada y consumida por sus pensamientos. Solo unos cuantos minutos. — No lo entiendo, no lo entiendo. Según él, solo soy un manojo de problemas, solo traigo desgracias a su vida y para mi edad soy una inmadura. Pensé que contigo se relajaría y me entendería un poco, pero no, ¡ahora lo entiendo menos!
— Te ama y se preocupa por ti, es normal, eres su hermana.
— Con Alisha no es así. — Suelta como si nada.
Tan solo su nombre puso mis vellos de punta. Mi respiración realmente se aceleró y la temperatura de mi cuerpo se enfrió. Esta vez quien se detiene soy yo, porque me mareo y siento que en cualquier momento voy a vomitar. Trato de toser para tapar un poco mi actitud, pero sé que Samantha se está fijando en cada uno de mis movimientos. Yo no quería que ella se diera cuenta, sin embargo, en este momento no importaba. Yo quería saber sobre mi mejor amiga.
— ¿Alisha? — Trato de preguntar firmemente y rezo para que Samantha no me haga hablar más.
— ¡Ah cierto! Alisha es nuestra hermanastra. La tienes que conocer, a veces puede ser desesperante ya que es como mi hermano pero versión mujer. — Me sale una pequeña risa porque la descripción de Samantha es cierta. — No te rías, es verdad. La más normal de la familia soy yo, ya lo sé, es una desgracia.
Realmente algo dentro de mí hace clic. Es como si no hubiera respirado en más de un año. No quiero preguntar más, pero las dudas no cesan dentro de mí. ¿Como esta?, ¿qué hace?, ¿cómo fue después del accidente?, ¿está totalmente bien? Y ¿fue a la universidad?...
Este mar de preguntas sin respuestas, sí es una desgracia.
— En fin — Ella suelta un suspiro muy ruidoso y me fijo que ya estamos llegando a mi clase. —, Alisha es muy inocente, patéticamente amorosa y una excelente persona en todos los sentidos. Ella solo te da amor y su sonrisa es como un sol, ilumina siempre donde este. Somos diferentes.
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Enamorado de mi mejor amiga
Teen FictionEn mi antigua vida me conocen como Maddy, una chica que estaba comenzando su ultimo año de preparatoria, tenia dos mejor amigos increíbles y unos padres cariñosos. Una chica loca, divertida y alegre. Era una romántica empedernida en busca del prínci...