1. Solo una ultima vez.

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Mis ojos se abren lentamente, perezosos y pesados. Lo primero que detallo es que la luz clara y brillante que hacen que me retuerce en mi cama, el sol salio demasiado temprano y esta iluminando toda mi habitación.

¿Sol en invierno? Vivir en Los Angeles es algo loco.

Hago el intento de mirar hacia el pequeño reloj que tengo en mi mesita de noche, son las once de la mañana y para mi esta absolutamente temprano, ya que estoy en vacaciones de invierno. Aunque hoy tengo algunos planes de ir al club, almorzar con unas amigas y mi novio. 

El destino hará su parte, solo si tu te esmeras cada día en la tuya.

Mi mirada sube a la parte del techo donde tengo esa frase pegada, siempre me ayuda a motivarme o por lo menos a despegarme de las cobijas . Rápidamente me pongo de pie, coloco música desde mi celular y me dirijo al baño de mi habitación. Lleno la tina y le echo algunas esencias florales. Intento relajar cada musculo, refrescar cada parte de mi piel y renovar mi mente. Hasta que la canción de llamadas proveniente de mi celular hace que el momento de tranquilidad se apague. 

—Dime que es algo importante. —Sabia perfectamente quien era y por su risita picara me doy cuenta de que debe ser alguna bobada. 

—Buenos días para ti también. —Dice Monik. Esta chica es mi cuñada. Se puede decir que es odiosa y egocéntrica, pero cuando la conoces bien te das cuenta de que es peor. — Te quería desear un feliz cumpleaños, eres como una hermanita para mi. No entiendo como somos tan grandes amigas, sí somos tan diferentes.

¿Grandes amigas? ¿Desde cuando?

—¿Gracias? —Se me había olvidado completamente que hoy era mi cumpleaños. Me paro de la tina y con la toalla blanca seco cada parte de mi piel.  

—Bueno, entonces nos vemos en el club. —Ruedo los ojos. —¡Oh! y...

—¿Algo mas? —Digo cortante.

—Una buena lencería... —Ni siquiera la dejo terminar porque en ese momento cuelgo la llamada y camino hacia el otro lado de mi habitación. 

Quedo al frente de mi calendario y tacho el día. Hoy es un día importante, —No es precisamente porque sea mi cumpleaños, ya que para mi siempre sera en un mes después —, sino porque hoy es el ultimo día en el que me puede llegar la carta de aprobación para intercambio y estoy realmente ansiosa por saber la respuesta. Este primer semestre trabaje y estudie muy duro para que mis notas fueran superiores. Eso me ayudaría a que me aceptaran mas fácilmente a pesar de que fuera primeriza, envié la carta a mediados de Noviembre y me dieron dos meses de plazo para recibir los resultados.

Solo queda esperar.

Me visto con ropa algo abrigada. Mis botas negras, pantalones oscuros y un buso gris. Obviamente no puede faltar mi abrigo y una bufanda. Salgo de mi habitación y recorro el largo pasillo, lleno de pinturas realmente hermosas y de un gran valor económico. Por ultimo bajo las escaleras media luna y me encuentro con un gran florero lleno de rosas rojas. Mis favoritas son los girasoles, pero estas están muy hermosas. Tomo la tarjeta que hay en ella y la abro. 

"Para: Nuestra hermosa hija.

¡Felices diez y ocho años! Eres una bendición en nuestras vidas."

Sonrió y acaricio una de las rosas. Hoy no es mi cumpleaños o no es la fecha que he celebrado los primeros diez y seis años de mi vida, pero en realidad quiera aceptarlo o no, hoy fui el día en que nací y para mis padre biológicos es así. No me molesta que lo celebren hoy, pero si es un poco extraño ya que no estoy acostumbrada.

Enamorado de mi mejor amigaDonde viven las historias. Descúbrelo ahora