11. ¿No le gusta lo que digo?

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¿Como fue que tan rápido olvidó todo sobre mi?

Esa era una de las primeras preguntas que salieron a flote en mi mente, en el momento que me lo encontré cara a cara. No, no huí; lastimosamente me di cuenta que no tenia ningún lugar al cual huir. Lo que paso después de que me dijera "tú", fue simplemente un bochornoso momento, ya que él quito su vista tan miserablemente de mi y se sentó en su lugar. Me dejó como en un pasado; sola, triste y con mil dudas en la cabeza. Pude sentir como mi corazón se rompía en mil pedazos, mientras él estaba a mi lado, donde ni siquiera lo notaba.  

Hice todo lo posible para sentirme cómoda o por lo menos no tan patética en aquella clase, que se me hizo eterna. Sentí que no era el momento para hablar, obviamente no; nunca va a llegar ese momento y poder sacar lo que ni yo sé que tengo a dentro. No preste nada de atención y por mas que quisiera, solo me preocupada lo que estuviera pasando en su cabeza. Pensaba demasiado, observaba cada movimiento y sentía tan poco. Solo podía sentir el gran problema, ese nudo en la garganta que bajaba hasta el corazón.

Definitivamente me esta pasando todas aquellas cosas que no quería, las peores pesadillas. Pero también se muy bien que no debería estar haciendo lo que hago. Desde el primer momento que volví a Chicago sabia que había una gran posibilidad de afrontar mi pasado; con John, Samantha y ahora él, la posibilidad fue engrandeciendo cada vez mas. Aquí es donde entendí que no lo sé, a veces irse es regresar. 

Recuerdo haber salido totalmente sonámbula a caminar por los pasillos de esa universidad a penas sonó el timbre. Podía regresar a casa, pero realmente no sabría si podía aguantar tanto camino. Solo quería irme lejos y nunca volver, ni siquiera mirar hacia atrás. Sin embargo pague un taxi y volví a mi casa, estaba completamente sola y pude hacer lo que me estaba ahogando.

Una ultima vez.

Llorar, llorar y llorar mas. Las lagrimas tienen súper poderes invisibles pero sanadores. Sirvió y me ayudo porque así no me hubiera dado cuenta de que, quizás si no hubiera conocido a esa persona, mi mundo seria totalmente diferente. Yo quería ese mundo y así tuviera que hacer maromas, lo quería conseguir.

Después de aquel día de perros, vivía una rutina: me levantaba temprano antes de encontrarme con Samantha, desayunaba en la universidad, asistía a mis clases caminando como si no importara la vida y me quedaba unas horas mas en la biblioteca para realizar algunas consultas, por ultimo volvía a mi casa y me encerraba en mi habitación. Aunque me sintiera como una bruja por alejar a Samantha así, ella debía acostumbrarse como su hermano y su mejor amigo. Creo que ella entendió, porque no volvió a hablarme, ni siquiera me la encontraba en la universidad; eso era un gran alivio para mi. 

¿Por qué la melancolía nos invadía por la noche?

Hoy era sábado, era de noche y pedí un caja de pizza. Pensaba ver una película hasta que una llamada proveniente de mi celular interrumpió aquel momento, cuando me fije de quien era y supuse lo que quería decir, simplemente no quería contestar. Después de un minuto, un pitido se escucha y se que es un mensaje. 

"¿Sabes donde esta Samantha? Perdona pero no se nada de ella y me preocupa"

Era John y como siempre, debe estar preocupado por Samantha. Sino fuera por ello no le respondería, pero no lo puedo dejar así.

"Definitivamente no la escucho desde esta mañana"

"¿Escucho? Desde el miércoles no se nada de ella"

¿Como podría decirle que me estaba ocultando? Que mi estado de animo no muestra absolutamente nada, solamente trato de vivir el día a día, alejado de todos aquellos que me recuerdan a un pasado. Como podría, simplemente decirle que lo extraño y que estoy que me desmorono.

Enamorado de mi mejor amigaDonde viven las historias. Descúbrelo ahora