Capítulo 15 | Una Simple Verdad

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CASEY

El reloj digital marcaba las 4:20 de la madrugada, y no dejaba de ver esos malditos puntos parpadear a cada segundo. Era una tortura esta noche, no podía dormir y me resultaba agotador observar los números. Hice el intento de descansar e imaginar algo en mi mente, pero mi pelea con Jessica no dejaba de vagar en mis sueños y eso se convertía en una pesadilla.

Me giré entre la cama para observar a Kevin dormir a mi lado. Su respiración era baja y suave, verlo dormir me resultaba tranquilizador. Pero no podría quedarme aquí hasta que amaneciera, tal vez mantenerme distraída me ayudaría a recuperar el sueño.

Me levanté poco a poco sin despertarlo hasta que finalmente logré ponerme de pie. Rodeé la cama sin quitarle la mirada y me dispuse a retirarme de camino a la cocina por un vaso de agua. A su vez que baja las escaleras, la voz de Jessica retumbaba en mis oídos, como si ella estuviera aquí.

《¿Y por qué no le preguntas a Kevin?》

Y ese breve silencio donde ella supo lo que ocurría.

《Ya veo..., ni siquiera él sabe de esto.》

No puedo contarle a mi esposo esto, se sentiría devastado y más si se trata de su jefe. No debería preocuparme, tendré una sesión con Dixon por la mañana y sé que todo esto quedara arreglado. Fue solo una etapa de él intentar algo nuevo, pero entenderá que fue un simple error que cometió.

Miré a Kevin vestirse con rapidez desde la cama, no dejaba de contarme con ánimos que le encantaba su trabajo.

—¡Es algo asombroso! —Menciona a su vez que se colocaba su camisa—. Nos enseñaran a limpiar una pistola calibre 45, a cómo recargar y disparar. Finalmente estamos cerca de la prueba final y estoy tan animado para dejar de ser un novato.

—Me alegra oír eso.

Trate de sonreír lo más posible para que fuera un poco convincente, pero me sentía cansada por solamente dormir por tres horas. Aunque de verdad me sentía tan feliz por él en mis adentros, no me sentía con ánimos para poder sonreír.

—¿Ocurre algo? —Caminó en mi dirección hasta sentarse en la cama y tomar mi mano.

—Perdón—Hablé apenada—, sólo que..., no dormí bien.

—¿Otra pesadilla?

—No—negué rápidamente—. Son cosas que debo pensar por lo del bebé.

Decidí mentirle... otra vez. Sé que en algún momento esto terminara y todas estas verdades saldrán a la luz y tendremos un matrimonio seguro y próspero.

—Descuida—Besa mi mano—, me tienes a mí. No estás sola.

Su maldita sonrisa era real, era única y especial que me pertenecía. Ante mi breve silencio, lo único que pude hacer fue acercarme y abrazarlo con fuerza, puesto a que lo necesitaba.

—Regresa antes al trabajo, por favor—Susurré en su oído.

Desde mi ventana vi como tomaba el auto para ir de camino a su trabajo. Quería que me quedara con el auto por si tenía que salir, pero le aseguré que este día no tendría planes, pero sé que es otra estúpida mentira salida de mi boca.

Cuando apenas me alejé de la ventana, escuche con atención mi celular desde la cama sonar con su animosa canción que me despertaba cuando colocaba la alarma. Sabía en mis adentros de quien se trataba y sabía lo que tenía que hacer. Me acerque y, antes de atender la llamada, respire hondo y conteste.

Una Parte De Nosotros | Tercera TemporadaDonde viven las historias. Descúbrelo ahora