-Esto no es un interrogatorio, niña... No tienes que actuar como si yo fuese el policía y tu un delincuente... Pero si te quedas mas agusto si lo digo yo primero...- Suspiró antes de continuar con su cometido.-Yo soy Kim Namjoon. ¿Ahora me dirás tu nombre?- Dijo con un tono algo arrogante sin retirar la mirada de mi en ningun momento.

-Esta bien... Me llamo Min ___... Es horrible, lo se, ahorra saliva y no digas nada...-Justo al terminar aquella frase la camarera llegó con nuestro pedido, colocando el té de frutos rojos, el cual desprendía un dulce aroma embriagador desde la blanca taza decorada con pequeños puntitos rosas en la parte exterior de esta, y frente a SeokJin dejó el café que había pedido que se veía de un color marrón casi negro... Jamas podría tomar ese tipo de café ya que es muy amargo para mi.  La camarera se retiró luego de hacer una pequeña reverencia.

-¿Perdón? No se porque me tendria que quejar o hacer gracias sobre tu nombre. Es bonito, y creo que suena suave por lo que combina bien con tus dulces rasgos...- Al oir aquello chasqueé mi lengua y tomé un trago de mi té, estaba tan acostumbrada a que se metiesen conmigo por cualquier cosa que ya no sabia en que momento estaban mintiendo o diciendome la verdad.-Se que esto no es de mi incumbencia, pero ¿Porque estabas en esa situacion hace un rato? ¿Que te pasó por la cabeza para replantearte simplemente aquello?-

Bajé mi mirada con vergüenza, ya que todas las razones por las que acabé allí fueron causadas por mi culpa... O al menos eso es lo que mi mente me hacía creer...

-No se porque voy a contarte esto... Ni si quiera te conozco, pero realmente necesito desahogarme aunque sea con un simple desconocido...- Tomé aire para luego soltarlo lentamente por mi boca.- Desde que mis padres murieron, tuve que vivir con mis abuelos, a los cuales siempre tuve una muy buena relación... Pero cuando mi abuelo falleció comencé a hundirme en una especie de pozo sin fondo alguno... Siempre sentí que estábamos  conectados de alguna manera... Al volver al instituto luego de su muerte una chica nueva había llegado a mi clase, a mi me dio igual su llegada, pero al parecer ella no le dio igual que yo estuviese allí... Por lo que comenzar a poner a todos en mi contra con rumores, así que en poco tiempo me había quedado totalmente sola... Si juntamos esto con la reciente muerte de mi abuelo, ¿Sabes lo que obtienes? Exacto, una chica que siente sola y como una maldita mierda... Que tan solo desea dormir y quedarse encerrada en su casa... En un año bajé demasiado de peso porque no tenia ganas ni de comer, ya no encontraba felicidad en nada de lo que hacía... Por lo que hoy me decidí a terminar con todo... Y creo que a partir de ese momento sabes lo que sucedió...- Durante todo esta charla mantuve la mirada baja, ya que sentía que si conectaba mis ojos con los suyo comenzaría a llorar sin ningún tipo de control.

Namjoon mordió su labio inferior, como si buscase las palabras concretas para decir y no soltar cualquier tontería. -Mira, como tu bien dijiste, no nos conocemos de nada... Pero te prometo que no te volverás a replantearte eso, porque juro que a partir de este momento estaré a tu lado para ayudarte... Me llamaras loco, psicópata, lo que sea por decirte eso, pero no quiero que te pase nada malo... Siento que fuese el destino quien me puso allí para que no cometieses esa locura...-

Tomé lo que quedaba de té rápidamente, mirando a Namjoon molesta por lo que había dicho, ya que creía que tan solo me quería tomar el pelo como todos los demás. -Suficiente, Namjoon. Deja de esperanzarme, por favor.- Tomé dinero del bolsillo de mi chaqueta y dejé justo lo que costaba mi consumición, pero no me dí cuenta que al sacar el dinero había dejado caer mi ligera billetera en la que llevaba mi carnet de identificación.- Gracias, pero estoy harta de que me engañen...- Me levanté de la silla para irme, dejandole con las palabras en la boca.

Una vez en la calle comencé a caminar hacia un pequeño apartamento en el cual vivía con mi abuela y tío, ya que este era el único que podía aportar un aporte económico fijo.

Al entrar, como siempre, todo estaba en silencio... Echaba de menos aquellos tiempos en los que al entrar mi abuelo me recibía con un abrazo y me hacia cosquillas hasta cansarnos ambos. Dejé la chaqueta en el perchero de la entrada y fui directa a mi habitación, encerrándome en esta.

Me quité toda la ropa y me puse un pijama que tenia un estampado de rayas blancas y negras, me até el corto pelo que tenia en una pequeña coleta con la intención de echarme a dormir luego de este largo y tedioso día.

◇Red string of fate◇   Kim NamjoonDonde viven las historias. Descúbrelo ahora