Los minutos pasaban, y si hubiese sido por mi, jamas hubiese roto el abrazo que tenia con Namjoon, pero el sonido de la puerta principal abriéndose me hizo volver a tener los pies en la Tierra, haciendo que me separase de Namjoon rápidamente.
-Creo que deberías irte, Namjoon...- Susurré antes de oír la voz de mi tío llamándome. -Vete, ya...- Al oír que entraba en su habitación tomé la mano de Namjoon para acompañarle rápidamente a la salida.
-¿Que ocurre, ___?- Preguntó con el ceño fruncido. Negué con mi cabeza y abrí la puerta.
-Nada, tranquilo... Gracias por devolverme la billetera, adiós Namjoon.- Me encontraba casi empujándole afuera de la casa.
Al cerrar la puerta, a mis espaldas noté la presencia de mi tío, por lo que me giré lentamente. -¿Que haces ahí, mi pequeño cielo?- Dijo acercándose a mi para así acariciar mi cabello con suavidad.
-No me toques...- Dije de una forma casi inaudible, ya que, para ser sincera, ahora mismo sentía autentico pavor. El hizo el amago de besarme, pero con rapidez me escabullí de su lado. -Déjame...- Mi tío al oír aquello, pude ver, como apretaba sus puños con fuerza para luego estamparlo sobre mi rostro, haciendo que me quedase apoyada en la pared algo desconcertada.
-Tu harás lo que yo diga...- Me tomó de la mandíbula para que le mirase. -Comes gracias a mi, así que de alguna forma me debes pagar...- Aunque quisiese detener sus acciones no podía, ya que el era mucho mas corpulento que yo por lo que no tenia la suficiente fuerza para detenerle.
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El único testigo de la aberración que había sucedido eran las frías paredes de mi cuarto. Las lagrimas no dejaban de cesar de mis ojos, siendo la única prueba visible del dolor que sentía en mi corazón.
Una vez que mi tío se fue yo aproveche para ir hasta el baño, lavándome los dientes nada mas tener mi cepillo y pasta a mano. Me sentía culpable de lo que había sucedido en aquella habitación, ¿Pero que podía haber hecho sino? Era hacerle una felación o recibir la peor paliza de mi vida, y a saber si hubiese salido viva de ella.
Una vez que el sabor de la fuerte menta había erradicado todo rastro de la aberración hecha por aquel hombre hermano de mi difunta madre, salí del baño para luego ir hacia mi habitación, quitandome el feo pijama para ponerme una sudadera amplia negra junto a unos leggins del mismo color, tomé una mochila para llenarla de algo de ropa y mis objetos personales mas preciados, no iba a permitir que sufriese mas vejaciones de este tipo por parte de mi tío, y aun con el dolor en el alma de dejar a mi abuela lo haría por una buena razón.
Sin pensar bien a donde iba salí de mi casa para comenzar a caminar sin rumbo fijo alguno.
El tiempo pasaba, y con el las esperanzas de encontrar un buen lugar para pasar al menos una noche. -Joder... ¿Porque me pasa esto a mi?- Paré de caminar y me apoyé contra la pared maciza de un edificio. -¿D-debería volver?- Rápidamente negué con mi cabeza, no podía volver a aquel lugar, ya que no era la primera vez que mi tío me hacia este tipo de cosas.
Cada vez mis esperanzas de encontrar un lugar donde dormir eran mínimas, e incluso me planteé el hecho de dormir en un parque... Un maldito parque... -No tengo a nadie... B-bueno, a Namjoon... Pero no, no quiero molestarle, aparte de que no tengo ninguna forma de contactar con el...- Pocos segundos después comencé a sentir pequeñas gotas cayendo sobre mi cuerpo, las cuales iban en crescendo, haciendo que dedujese que estaba comenzando a llover algo fuerte. -Joder...- Comencé a correr hasta que llegué cerca de una cafetería, la cual pude observar que era la misma a la que Namjoon me había llevado ayer. Metí mi mano en el bolsillo de mi chaqueta para comprobar si tenia algo de dinero encima, suspire aliviada al ver que podía pagarme una consumición.
Rápidamente entré para refugiarme de la lluvia durante un rato, me senté en la misma mesa en la que había estado junto a Namjoon, dejé mi mochila en el suelo, cerca de mi silla para que no molestase si alguien pasaba cerca. Cuando un camarero se acercó, pedí lo mismo que la otra vez, un té de frutos rojos, una vez que se retiró apoyé mis codos sobre la mesa, sujetando mi cabeza con ambas manos. -Estoy jodida...- Susurré cerrando mis ojos, dejando escapar pequeñas lagrimas, las cuales rápidamente sequé.
Al ver como el camarero dejaba mi pedido frente a mi decidí pagarle en el acto, por lo que le dí el dinero justo. Al mismo momento que el camarero se retiró mi móvil comenzó a sonar, así que lo tomé y comprobé que era un numero el cual no tenia agendado, con algo de desconfianza atendí a la llamada colocando el móvil en mi oreja. -¿Si?-
-¿___?- La voz de Namjoon resonaba por el otro lado haciendo que una luz de esperanza alumbrase mi corazón.
-Namjoon...- Mi voz casi se quiebra al pronunciar su nombre, ya que recordé todo lo que me había pasado justo cuando se había ido... O mas bien, cuando le había echado... -Lamento haberte echado antes, pero como mi tío te viese me-... No le gustan las visitas sin previo aviso...- Dije como excusa, ya que no quería que supiese lo que me hacia ese bastardo.
-No te preocupes... Pero, ¿Estas bien? Te noto extraña, aparte de que no pareces muy animada...-
-Estoy bien... Namjoon, estoy bien tranquilo...- Justo al terminar de decir esas mentirosas palabras sentí como si en mi algo se rompiese, haciendo que las ganas de llorar apareciesen nuevamente, por lo que me cubrí la boca para evitar soltar algún sollozo, pero no pude retenerlo mas, provocando que comenzase a llorar por lo bajo.
-¿Donde estas? Voy para allí.- Dijo sin mas, por lo que yo le dije donde estaba.- En diez minutos estoy allí.- No dijo mas y colgó la llamada.
Dejé el móvil sobre la mesa para así poder limpiar mejor mis lagrimas, me estaba odiando demasiado ahora mismo... Estaba haciendo venir a un hombre a toda prisa por la lluvia por mi culpa... Por mi estúpida culpa... ¿Porque simplemente no pude morirme en paz?
Primera vez que escribo algo aquí abajo... Pero era para pedir disculpas por esta caquita de capitulo, no se que me pasa. Lo siento, de verdad. Prometo recompensaros con algo mejor. Bueno, tampoco tengo a nadie que recompensar, nadie lee esto por lo que simplemente seguiré escribiendo por gusto.
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◇Red string of fate◇ Kim Namjoon
Romansa-Según una antigua leyenda japonesa, una persona esta conectada a otra mediante un hilo rojo, el cual da igual cuanto se estire, retuerza y anude, que jamas se va a romper.- ~Namjoon. ~Personaje femenino no nombrado. ~Temas duros (Problemas psicolog...