bad intentions [1]

3.2K 200 27
                                    

Te encontrabas sentada en el jardín del instituto, observando a tu crush. Nunca tuviste la oportunidad de ser alguien cercana a el, pero si habías conversado un par de veces mas no de cosas profundas. Todo lo que sabias sobre el era gracias a algunos amigos en común, pero Jungkook era un lobo solitario y aun teniendo amigos con los que estar, acostumbraba a ir solo.

A no muchos les agradaba jungkook pues tiene una actitud problemática, siempre creando problemas o siendo parte de ellos. Por ello era conocido en el recinto escolar; a parte de que tenia un físico digno de una revista de vogue. La mayor parte de la comunidad femenina estaban locas por el, al igual que unos cuantos de la comunidad masculina.

Tu amiga no podía creer que alguien como tu; sencilla, tímida y amable, se interesase en alguien como el; frío, problemático y antipático.

No te gustaban los clichés, esos en los que te enamoras del chico malo, pero aunque cueste creerlo te sentiste atada a jungkook desde que lo viste el primer día de clases de segundo de primaria. Desde entonces, solo suspirabas por ese chico de melena oscura y ojos azabache. Sabias que Jungkook, muy en el fondo, no era como todos decían. Cuando erais pequeños le veías sonreír, jugar al fútbol, dibujar y ser elogiado por sus obras de arte y su voz melódica, sonrojarse cuando alguna profesora le elogiaba por sus logros académicos... Pero un día todo cambió; empezó a vestir ropa mas oscura, empezó a dejar de sonreír tan a menudo, a dejar de dibujar o cantar en la clase de música, a saltarse clases, a verse mas cansado de lo usual, a dejar de estar con sus amigos.

- ¡Deja de acosarle!- escuchaste a tu amiga decir, mas atinaste a mirarla y decirle con los ojos que se callase. Ella rió un tanto mientras tu volvías a mirar al chico que se encontraba hablando con un par de chicas sentadas en las gradas.

Era un día caluroso por lo que te entró sed y avisaste a tu amiga que ibas a ir a conseguir una botella de agua para ti. Ella asintió y tu te levantaste de tu sitio para ir dentro del instituto y acercarte a la primera maquina expendedora que viste. Mientras pensabas cual de todas las botellas de distintos tamaños comprar, escuchaste pasos detrás de ti, pero al estar concentrada no le diste mayor importancia. No hasta que sentiste una figura detrás de ti, específicamente mirando por encima de tu hombro.

Rápidamente te diste la vuelta y no tardaste en exaltarte al ver el sujeto del que se trataba.

- Oh, am, Hola jung-jungkook- quisiste pegarte a ti misma por el tartamudeo que no pudiste evitar tener al hablar con el. Mientras tanto, el solo sonreía ladino provocando que tus pulsaciones incrementaras a cada segundo. Eras tímida, pero no querías dejar que el lo supiese por lo que tomaste aire por la nariz para calmarte y seguiste manteniendo el contacto visual para ser fuerte.

- He notado como me miras.- dijo sin pelos en la lengua, acercándose un poco mas a ti terminando por apoyar su mano el la maquina expendedora y medio acorralándote entre su cuerpo y aquella maquina fria.

Sólo podías pensar en correr.

¡Código rojo! Repito ¡Código rojo! ¡Retirada!

Pero aún así, tu anatomía se negaba a huir.

- ¿No tienes nada que decirme?- volvió a hablar el apuesto chico con algo de intriga. Su rostro no estaba para nada lejos del tuyo, tanto así que pudiste detallar cosas que no pudiste ver antes por la distancia: como los lunares en su rostro, lo largas que eran sus pestañas, la forma en la que su aliento cálido destinaba un olor a menta y lo rojizos que eran sus labios.

- No, no tengo nada que...que decir.- tu mirada no era la mas confiada, te sentías acorralada, sin poder escapar de una forma adecuada ante una situación que te ponía nerviosa.

La sonrisa de jungkook fue desvaneciéndose poco a poco para mostrar una expresión seria, como si lo que estaba a punto de decir era lo mas importante que diría en vuestra corta conversación o si hubieses dicho algo inapropiado rozando los límites de lo escandaloso.

- Escucha, no soy una buena persona. No soy capaz de amar ni de tener sentimientos. No te enamores de mi, te estoy avisando.- murmuró con un tono seco, lo cual te intimidó un tanto. Después de hablar jungkook se relamió los labios y dio unos cuantos pasos atrás. Ya habais oído sobre esto; sobre cómo jungkook -y esto era en parte lo que le diferenciaba del resto de chicos guapos y deseados- siempre avisaba a cada chica que parecía estar colada por él. Algo que por supuesto, no tenía el efecto en ninguna chica de alejarse de él, si no de perseguirle más.

- Eso no es cierto.- respondiste no muy segura de estar haciendo las cosas bien contradiciendole con tal seguridad. Jungkook ladeó la cabeza y frunció el ceño. Quisiste pensar que no se había enfadado, y gracias a dios el tono de voz calmado que utilizó después no te indicaba que estuviese molesto. O si. Quien sabe.

- No hay nada bueno aquí.- explicó señalando su pecho -No te hagas sufrir a ti misma, solo tengo malas intenciones .- y una vez dicho eso, comenzó a andar hacia la salida. Pero no podías dejarle ir así, no sabiendo que estaba equivocado. A pesar de los nervios, apretaste los puños y cerrando los ojos para gritar;

- ¡No pienso que eso sea real!- objetaste y un poco del temor que melodeaba por tu mente se desvaneció. Jungkook se detuvo de inmediato. No sabias como sentirte sobre eso: si feliz por captar de nuevo su atención o incomoda por tal vez estar iniciando una discusión. Pero definitivamente no le temías.

Kook se acercó tan rápido como se había alejado.

- ¿Como puedes saber eso? no sabes quien soy o cual es mi historia.- se defendió jungkook, respirando de forma mas pesada y mirándote con ojos mas oscuros, aunque el brillo en esos orbes hacia mucho que se había perdido.

- Es cierto, no se tu historia por lo que tampoco puedo decir que eres malo.- dijiste tomando coraje y mirándole directo en los ojos.

- ¿Porque te interesarías en saber mas sobre mi? ¿huh?- inquirió jeon con un tono de voz mas bajo y su ceño mas fruncido.

- Pues porque...- no querías decirlo, pero no quedaba de otra. -Por que tengo sentimientos por ti...- intentaste hablar pero la risa sarcástica de Jungkook no te lo permitió. Incluso sentiste pena de ti misma; con sólo pensar en al de chicas que le habrán dicho eso te avergonzaste lo suficiente.

- Los sentimientos son un asco. ¿No lo ves? ahora mismo eres vulnerable, una niñita buena que se encaprichó con el chico malo. El amor te jode más que más drogas.-

- Todos tenemos sentimientos.-

- No yo. El único sentimiento que recorre mi cuerpo es el odio.- su forma de condenarse a si mismo como una persona infeliz te estaba alterando, pero hiciste un esfuerzo por respirar hondo y acercarte un poco mas a el; ahora con una mirada mas suave.

- ¿Quien te lastimó?-

-¿Que?- jeon pasó de verse molesto, a verse confundido y notoriamente más sereno. Tu delicadeza y cautela para acercarte a el le desconcertó: cuando se enfadaba, la gente solía correr.

- ¿Quien te lastimó de ese modo para que pienses que el amor solo es sufrimiento? ¿para que no quieras sentir nada?- jungkook entonces abrió los ojos como platos, sorprendido y exaltado por que trates de meterte en su vida.

- ¡Para ya! maldita sea.- se quejó a gritos caminando a paso ligero hacia la salida.

- ¡No voy a parar! ¡No eres un jodido monstruo!-

- ¡Cállate! ¡Solo eres una estúpida mas! ¿Creias que podría enamorarme de ti algún día? aléjate.- dijo el, dándose la vuelta antes de salir por la puerta, pudiendo ver las lagrimas corriendo sobre tus mejillas.

Se había pasado, y por eso saliste de allí para irte a casa sin decir nada mas.

Jungkook Thing'sDonde viven las historias. Descúbrelo ahora