Jungkook Thing's

Bad intentions [3/2]

Aun mirabas por la ventana comprobando si JungKook aun seguía ahí fuera. Llevaba quince minutos alli, de pie, de espalda tu casa sentado en el porche pasando sus manos por su pelo, con un aire desesperado. En cuanto notó que le mirabas, se fue de allí como alma que lleva el diablo.

-¿Que quiere decir todo esto?- te preguntaste a solas en tu cuarto, desvistiéndote para enfundarte en tu cómodo pijama. Parecía estar jugando con tu mente, con tus sentimientos. Empezabas a arrepentirte, a arrepentirte de haberle dicho nada sobre como te sentías. 

- Claramente esta celoso, boba.- aseguró TaeHyung mientras hablabais por vídeo llamada.

- ¿Porque debería estarlo? No soy nada suyo. Y aunque lo fuese, demonios ¡Ya sabe que sobre mis sentimientos!- dijiste exasperada. Ese chico comenzaba a exasperarte. TaeHyung solo atinó a reír y tranquilizarte.

-Paciencia. Deja que haga lo que quiera. Si quiere estar contigo, lo dirá, si no, olvídalo. Escucha, tengo que irme, ¿hablamos luego?- respondió Kim sonriendole a alguien por detrás de la cámara de su móvil.

- Mhm, claro.- contestaste llevándote una galleta a la boca.- ¿Con quien es-..? 

- Si si, adiós bella.- se despidió cortándote la llamada. 

Pasaste la noche preguntándote porque no podías querer a alguien normal, a alguien simple y que te quiera de vuelta. Era evidente que los clichés de tus libros se cumplían, pero claro estaba que tu no eras la linda protagonista que enamora al chico malo. Vamos, Jeon era inalcanzable y su corazón impenetrable. Una cosa si tenias en común con todas esas chicas: que te habías topado con un chico que solo traería problemas. Y otra destacable característica era que tu no eras una empollona que en realidad es preciosa: en realidad estabas normalita, tenías tus pros y contras y eso no estaba mal.

Al día siguiente, TaeHyung volvió a llamarte pero esta vez sin video llamada.

- Teníamos un plan distinto para hoy, Kim.- recordaste algo molesta al castaño en el otro lado de la linea. Oíste como relinchaba.

-Lo siento mucho, tenia algo para hoy y se me había olvidado por completo. Vamos gruñona, ¿porque no vienes? será divertido y un no por respuesta no me sirve.- trataba de convencerte. TaeHyung quería ir a un club hoy, y a ti no te había entusiasmado la idea: nunca fuiste a un club antes, y aunque no los odiabas, no era lo tuyo. La música estaba muy alta y la gente muy borracha para darse cuenta de que un club solo era un sitio molesto al que ir.

- No, Kim.- el volvió a resoplar.

- Vamos, ¿que vas a hacer hoy entonces? ¿quedarte en la cama y pensar en JungKook?- aquello te hizo pensarlo dos veces, para finalmente terminar aceptando tras algunos argumentos mas de parte de tu amigo.

- Bien. Pero volveré a casa si no me gusta y tu me acompañarás.- dijiste resentida escuchándole aplaudir alegre y sonriente.

- Bien, trato. Nos vemos en una hora.- dijo y poco después tuvo que acabar la llamada.

Cuando llegasteis ya comenzabas a preguntarte si esto había sido buena idea. Olía a cigarrillo y alcohol mezclado con perfume de chica y un ápice de perfume de chico. Mientras mas pensabas en esto, mas te arrepentías: en primer lugar, habías venido con un semi extraño a un club nocturno pues TaeHyung y tu ya eran bastante cercanos ahora, pero no sabias mucho de el y esta era la primera vez que salían a sitios a si juntos. No sabias si Tae frecuentaba estos lugares a menudo o si estaba tan verde como tu.

Habia gente fumando, enrollándose y otros bebiendo: debías admitir que a parte de los que se lo estaban montando y los que bailaban, la gente parecía bastante tranquila, pero la música alta y las luces de discoteca arruinaban el ambiente calmado que te generaban esas personas quienes parecían estar aficionados con ambientes así.

Os sentasteis en la barra y comenzaste a preocuparte pues TaeHyung dijo que iría a por bebidas en la barra al otro lado del club por que ahí tenia a un amigo camarero; lo malo es que lo dijo hace media hora.

Por tercera vez, el camarero se acercó a ti y te preguntó si querías algo de beber, a lo que respondiste que no. Cinco minutos después volvió con un cocktail en mano para servirtelo. Tu le miraste confundida a la vez que algo molesta por su insistencia.

- Dije que no quería nada, gracias.- repetiste y el camarero sonrió.

-Tranquila, se lo manda el caballero de allí.- informó apuntando a un chico en una mesa lejana. Te diste la vuelta y encontraste los ojos de un chico con el pelo marrón y en tempestad, algo largo, sus ojos eran oscuros y sus facciones bastante respetables. Te miraba sonriente y tal vez, si esto fuese la biblioteca, el instituto o incluso el McDonals, te alagarías ese gesto, pero en este ambiente solo te incomodaba un poco.

Mientras tanto trataste de ignorar el vaso enfrente de ti, buscando a TaeHyung desesperada por cortarle los huevos. ¿Como se le ocurría dejarte aquí sola?

- ¿No vas a tomarte tu bebida?- oíste preguntar a una voz masculina detrás de ti. Te diste la vuelta pensando que tal vez podía ser Kim pues el chico tenia una voz profunda como el, pero te equivocaste y te encontraste de nuevo con el chico de la otra mesa, ahora mas cerca de lo que te gustaría, provocando que le dieses a espalda una vez mas.

-No bebo.- informaste seca. El muchacho, de unos veinticinco, rió y se acercó mas.

- Vamos, se lo que las chicas como tu quieren.- su tono y forma de hablar ya no te gustaban ya si es que en algún momento te agradó. Por inercia, tomaste con ambas manos la falda de tu vestido ajustado y te lo bajaste al máximo para cubrirte. llevabas un vestido negro ajustado, si, pero te llegaba hasta las rodillas y pensaste que no era muy provocativo.

Súbitamente, sentiste las manos de ese tipo sobre su cintura, tratando de llegar mas abajo. 

Comenzaste a forcejear y a mirar a los de alrededor para pedir ayuda pero nadie prestaba suficiente atención por lo oscuro del sitio, hasta que dejaste de sentir a ese mal nacido tocándote. Cuando te diste la vuelta viste al sujeto en el suelo, tocándose la mejilla adolorido y lo siguiente que sentiste fue una mano firme arrastrándote fuera.

No veías quien era, pero gracias a que solo llevaba una camiseta negra sencilla y el pelo corto, podías ver un tatuaje de dos alas de ángel en su nuca.

Espera, solo un chico tenia ese tatuaje que tu supieses.