Jungkook Thing's

bad intentions [3/2]

-¿Porque demonios estas aquí? ¡Nada se te ha perdido! ¡No deberías venir a sitios como este!- regañó el chico misterioso, del cual ahora ya sabias su identidad. Su rostro, de habitud serio e inexpresivo ahora reflejaba puro enfado: no sabias si contigo o con el hombre de ahí dentro.

-¿No sabias lo que estaba a punto de hacerte? ¡Joder! Debería solo volver y matarlo.- dijo mosqueado, dando la vuelta para, al parecer, cumplir sus palabras. 

-¡Jeon, basta!- interviniste, tomando su mano para detener su paso acelerado y notoriamente enfadado. -No hagas nada estúpido.- pediste. Estaba tenso y listo para pelear. Ahora entendías los rumor de que JungKook daba miedo cuando se enfadaba, por eso pocos le retaban.

-¿Estúpido? ¿Estúpido? ¡Si alguien hizo algo estúpido aquí fuiste tu! ¿Que haces aquí? ¿Porque viniste?- dijo enfadado, soltando tu mano malhumorado, acercándose a ti de modo que te hiciese retroceder. El levantó sus manos y pensaste que te pegaría, pero en su lugar, solo quería sostener tus mejillas en sus manos.

- Este no es sitio para una chica como tu.- repitió mas calmado, mirándote de una forma que te hacia sentir transparente. Tu sentiste tus ojos arder un poco y pensaste que seria por mirar en una noche fría y con viento a jungkook fijamente, pero pronto te diste cuenta de que era por que algunas lagrimas se estaban acumulando en tus ojos.

- Yo...- seguías sintiendo las manos sucias de aquel bastardo, una experiencia fuerte para alguien que no tuvo oportunidad de siquiera enrollarse con alguien. Sorbiste por la nariz, tratando de controlarte. -¡No es mi culpa, no puedes decirme donde deben estar las chicas como yo o-...!- antes de seguir, el ya te estaba atrayendo a su pecho, para abrazarte. Debías admitir que estabas cómoda en su pecho, que te sentías bastante segura y confiada pero aun así no quisiste llorar, solo permanecer allí abrazándole de vuelta, esperando superar la reciente experiencia horrible.

- No vuelvas nunca mas.- murmuró contra tu oreja, acariciando tu pelo con bastante delicadeza, tanta que por un momento pensaste que en realidad le importabas. Sabias bien que no era así, pero aun así tu pulso era muy fuerte y rápido. Te quedaste allí, congelada, paralizada, en silencio. 

Entonces le oíste una pequeña sonrisa sofocada de su parte.

- Puedo oír tus latidos.- dijo divertido. Maldijiste el silencio de la calle nocturna. 

- Cállate.- solaste sonriendo un poco y separándote de el. 

- Deja de ser tan gruñona, aun no he escuchado tus gracias.- dijo con el ceño fruncido pero luego sonrió desenfadado, provocandote una suave ráfaga de nervios que no dejaste que te dominasen.

- Me has gritado.- te excusaste, mirando su pecho por no mirar su rostro. Escuchaste como suspiró.

- Vamos, te llevaré a casa.- 

Ambos andabais por la calle con una distancia bastante considerable entre ambos, que por tu parte, te hacia sentir incomoda. No sabias que decir o hacer mas que andar en silencio procesando la noche tan mala que habías tenido. Cuando encontrases a TaeHyung ya podía despedirse de su descendencia.

Miraste de reojo para ver que hacia JungKook comprobando que no hacia nada interesante, solo miraba al frente, serio, pero se notaba que su mente no estaba allí. 

Sus acciones te confundían: era como ese sentimiento de entrar a una tienda, coger algo e ir a pagarlo pero antes de que llegue tu turno, volver y dejarlo donde estaba para salir de la tienda con las manos vacías.

Súbitamente tu móvil en la chaqueta pequeña que llevabas comenzó a vibrar. Sacaste el móvil y no tardaste en ver que era TaeHyung.

- ¿Es el chico de la otra vez?- oíste preguntar a JungKook, pero seguía mirando al frente indiferente. Tu preferiste ignorarle y solo tomar el móvil y contestar.