Jungkook Thing's

Bad intentions [2/2]

- ¿Doy tanto miedo? parece que viste a un fantasma.- dijo en su usual tono grave; ese tan jodidamente seductor y moja bragas...espera ¿que? Era la primera vez en mucho tiempo que no le veías y debías admitir que tenerle al lado te hacia sentir una paz mayor a la que tenias cuando no estaba. De repente te sentiste como una loca; no le conocías en profundidad pero aun así le había extrañado. ¿Ya habías perdido la cabeza?

- No, solo no te vi llegar.- su súbita presencia no fue lo único que te exaltó: al verlo tu pulso incrementó, pero ya sabias por que era.

- ¿Que haces aquí?- inquiriste en un murmullo suave y poco sonoro pues el maestro se había dormido en su silla y no os convenía a ninguno de los castigados despertarle.

- La estúpida de la maestra de historia me vio en el patio y me dijo de venir aquí.- respondió calmado, pero algo en su noto no identificado te hacia pensar que no estaba del todo calmado, no hacia contacto visual contigo.

- ¿Porque estabas en el patio?- no respondió a eso. En su lugar solo se removió en su sitio, soltando un lento y tenue suspiro y acomodando su chaqueta de cuero mientras extendía sus piernas.

- Jungkook, ¿donde has estado? Nadie sabia de ti. La gente se estaba preocupando un poco.- le informaste después de un pequeño silencio. Le viste cerrar los ojos y echar la cabeza hacia atrás.

- ¿Con "La gente" te refieres a ti?- murmuró. Su voz sonando interesada. Rodaste lo ojos mas no pudiste evitar sentirte nerviosa.

- No digas esas cosas.- pediste firme, sin embargo el sabia de sobra que en estos momentos estabas de todo menos tranquila; una pequeña sonrisilla asomó de sus labios rojos. Pero no duró mucho.

- Decidí tomarme unas vacaciones.-

- Jeon, no puedes tomarte vacaciones así como así.-

- ¿Porque no?-

- Porque...porque no esta bien.- Respondiste obvia. Es unas de esas cosas que es tan evidente por que no esta bien que no sabes ni como explicar que no esta bien. Solo entonces el abrió los ojos, se colocó bien en la silla y te miró.

- Tenia que sacar algunas cosas de mi mente.- explicó luego de unos segundos observándote detalladamente; como buscando algo en tu expresión o como si tratase de leer tus gestos..

- ¿En que has estado pensando?- preguntaste curiosa. A el no le pareció molestarle que te interesaras en el, no como la ultima vez. Sonrió apenas y ladeó un poco la cabeza con sus ojos entornados. Parecía que hoy tenia la guardia baja.

- En ti.- tus pulsaciones, si bien ya se habían calmado un tanto, ahora volvían a ser feroces e incontrolables. Joder, no puede solo llegar y hacerme perder el juicio solo con eso. Es ilegal.

- ¿Por- ajam porque?- trataste de sonar guay, cool, como si el que el haya estado pensando en ti de tal modo que necesitase aclararse no te provocase una pequeña y dulce muerte interna.

Sus comisuras se elevaron. Te ves bien cuando sonríes , pensaste.

- En las cosas que dijiste.- repitió la acción de acomodarse en el lugar solo que ahora emitió un gruñido cansado. - De verdad conseguiste hacer que piense en sentimientos.- dijo mirándote directamente en los ojos, provocandote el típico cosquilleo en el estomago.

- Por ti no podía dormir, no podía pensar en el modo en el que usualmente hago y la imagen de ti, llorando enfrente de mi no salia de mi mente. No...no salias de mi mente.- aquellas palabras salieron de su boca melodiosamente, como si estuviese recitando una poesía que francamente, escucharías en bucle por el resto de tus días. Habias oído a jungkook decir eso miles de veces pero habitualmente no estabas despierta. Te hizo sonreír calidamente. Pero esa sonrisa se desvaneció rápido.

- ¡Es todo tu culpa!- manifestó jeon, levantándose de su sitio y provocando que todos se sobresaltasen, incluida tu y el maestro.

- Señor jeon, ¿que esta-...

- ¡Si no te hubieses confesado no me sentiría de este modo, no querría venir todos los días la instituto solo para buscarte! ¡Odio este sentir! ¡Odio sentir esto! ¡No quiero sentirlo!- todos estaban tan perplejos por los gritos del chico, que ni el maestro quiso intervenir por ahora. Parecían una escena de alguna película de drama en la vida real.

- ¡No te acerques a mi! ¡Olvídate de mi maldita existencia!-

- Jungkook yo-...

- ¡No quiero oírlo!- fue lo ultimo que dijo antes de salir por la puerta. Entonces viste el reloj viendo que ya eran las 7. Tomaste tus cosas y volviste a casa, de nuevo en una estado emocional feo por culpa de aquel pelinegro.