"Expreso Victoria"

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Nos las arreglamos costo pero estamos listos aunque esa cosa no tiene ojos si que tiene un buen oído y a juzgar por el escándalo de ahí fuera se les abalanzara sin pensarlo dos veces antes que tomar en cuenta nuestra mera presencia pero no hay que confiarse todo debe salir o a la perfección, descubrimos que ese candado viejo se puede romper fácilmente con algo lo suficientemente filoso, el  problema es que no deja de sacar sus largas y huesudas manos llena de garras de la jaula, la única manera seria que alguien lo distraiga.

— Tengo una idea - miré a Mark - distrae a esa cosa tengo una idea.

 — ¿Estas seguro de lo que lo haces?

 — ¡Solo hazlo confía en mí!

El comenzó a gritar y golpear como loco las cajas atrayendo rápidamente la atención de la criatura que luchaba ferozmente por tratar de alcanzarlo mientras que yo recogía un viejo sable antiguo en la parte de atrás, sin embargo una de esas criaturas de afuera se volvió aun mas lista ya que esta excavo los suficientemente rápido para abrir un túnel del cual emergió, sin pensarlo me precipite hacia el candado dividiéndolo por la mitad, la criatura escucho el choque de metales, embistió la reja golpeándome y tirandome pero esta ataco primero al insectoide ser mordiendo su cuello para después despedazarlo brutalmente.

Abrí la puerta y grite

— ¡Aquí estamos! 

Aquella cosa me escucho, giro su cabeza calva ensangrentada con esos ojos blancos y lechosos, aplastando el cuerpo del cosechador con sus huesudas enormes manos con garras apoyándose de esas piernas cortas como las de un gorila con esa piel arrugada y blanquecina, esta se impulsó de un salto hacia mi pero logre quitarme a tiempo dejando que esta atacará a los cosechadores que pasaron de hacer sonidos agresivos de cigarra a chillar de dolor.

Esa cosa que media aproximadamente mas de dos metros aunque esta tomaba una postura  encorvada, nosotros aprovechamos el alboroto para sacar de aquel cuarto a Evelyn.

Nos dirigimos a la puerta de aquel cuarto pero al abrirla recibimos de golpe el brillo de esos cristales, ella estuvo a punto de atacarnos hasta que nos vio con claridad, sorprendida por la batalla detrás nuestro ella salio inmediatamente con una gran bolsa llena de cristales.

— ¿¡De donde rayos salio eso!? - pregunto asustada al ver a eso comiéndose a los cosechadores que aun salían del agujero.

— ¡Eso no importa vámonos ya! - dijo Percy agarrandole el brazo llevandosela junto a el.

Salimos corriendo entre la masacre, parece que esa cosa se divierte a juzgar por esos sonidos repugnantes que hace con la boca, abrimos la puerta del recinto saliendo de ahí de nuevo a la superficie, lo que vimos apenas salir nos dejo helados.

No solo los cosechadores habían vuelto si no que alguien familiar nos veía en medio del caos hubiera rogado por que fuera esa mujer, ese maldito con rostro de hierro volvió sosteniendo su enorme sable con ambas manos como si nos retara a un duelo, inmediatamente tratamos de volver por donde veníamos antes de que siquiera nos preguntaran quien era ese robusto ser, aquel monstruo escapo del recinto cubierto de sangre azulada con cortes en todos lados.

— Estamos acabados... - dijo Percy.

— ¿Asi que asi terminara esto? ¿Sin oportunidad de pelear? - dijo Mark.

Un disparo le dio a dicha criatura en el ojo haciendo que se retorciera del dolor que esto le causaba, miramos detrás nuestro a un Elijah con la fuerza suficiente para estar de pie y portar un rifle de cazador entre sus manos.

— ¿Me extrañaron? - dijo mientras se giraba para apuntarle a esa cosa acorazada - ¿otra vez el? .

El se acercaba lentamente con ese cuchillo que dejaba un rastro de fuego por el suelo, sin quitar la mirada de encima nuestro totalmente decidido, sin importarle nada a su alrededor incluso llegando a partir en dos a un cosechador que se interpuso en su camino de forma limpia.

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