t/n estaba leyendo plácidamente su libro favorito "el resplandor" por novena vez tan concentrada, asta que empezó a sentir como Nico la jalaba mas hacia el poniendo su cabeza ahora en el estomago de la diosa quedando ella también acostada, no le tomo importancia y siguió leyendo tranquilamente, pero empezó a sentir como las manos de el semi-dios recorrían sus desnudas piernas y volvía a parar sin soltarla en ningún momento, tampoco le tomo importancia pero llego la curiosidad "¿que esta soñando Nico?" si no tuviera buenos modales se hubiera metido a la mente del chico y verlo por ella misma, sin embargo, si los tenia, asi que no lo hizo "además solamente es un adolescente" se excuso internamente volviéndose a concentrar en su lectura. lo que siguió a continuación tampoco le tomo importancia "es normal" o eso creía ella pues era la primera vez que ella interactuaba con un adolescente de esa manera y lo único que sabia ella de los humanos era lo que aprendía de sus libros y lo que le comentaban los demás sobre ellos, no lo movió ni un poco siguiendo con su lectura interrumpiéndola un suspiro que soltó el en sus pechos asiéndola estremecer, por que si lo que había ocurrido anterior mente fue que cuando Nico estaba buscando al parecer algo mas cómodo encontró los pechos de t/n acariciándolos y estrujándolos ocasionando un sonrojo de parte de ella seguidamente de recostarse sobre ellos, definitivamente cualquiera que lo viera lo malpensaría, pero para ella seguía siendo normal, era aun inocente. al pasar un rato sin ningún movimiento de parte del chico t/n pensaba que ya no ocurriría nada, pero que equivocada estaba. Nico estaba empezando a despertar abriendo sus ojos primero notando una gran curva para ser una almuada llevando su mano asía esta apretándola un poco sintiendo un poco de piel y tela, alzo su cabeza para observar que era t/n y ella ni siquiera lo miraba.
-¿te gustan mis pechos? -su pregunta sonó tan inocente que cualquiera pensaría que jugaba pero su tono de voz tan gélido de diario hacia que temieras, pensando que seria una trampa -mientras estabas dormido los apretabas demasiado -ese comentario ocasiono un sonrojo en el hijo de hades que en este momento se encontraba en shock, tal era que no se podía mover -además, no sabia que roncaras -t/n lo miro a los ojos directamente, se encontraba encima de ella con sus piernas alzadas al igual que su vestido a los lados de cintura del chico -¿sabes?, eres tierno cuando duermes -soltó su libro ocasionando que callera de la cama prosiguiendo a tomarlo de las mejillas acercándolo a ella -no me molestaría cuidarte asta el fin de tu vida.
-Nico, es hora del de... -Perséfone había interrumpido ese ferviente momento. Nico reacciono quitándose encima de t/n ahora mirando a su madrastra, pero la diosa con apariencia de niña no le tomo importancia siguiendo en la misma posición con la que estaba.
-no es lo que piensas -se apresuro a decir tan rojo como un tomate, t/n ahora lo miro con un brillo en sus ojos por la apariencia tan tierna que se le presentaba "mi tomatito", mas sin embargo la diosa del inframundo solo sonrió con diversión.
-yo no vi nada, solo tengan cuidado con Hades y bajen al desayuno -dijo y se fue del cuarto dejando un silencio incomodo para Nico pero para t/n no, se había perdido inconscientemente en el perfil del chico.
-¿que tanto me vez? -refunfuño con el seño fruncido mirándola.
-lo guapo que eres.
-mocosa tonta.
-dueño de mi corazón.
-estúpida.
-amor de mi vida.
-muérete.
-moriré si tengo que dar mi vida por la tuya, estoy dispuesta a amarte asta el fin de mi inmortalidad -se sentó en la cama sin dejarlo de ver a los ojos -tomatito -dio por terminada esa "discusión" saliendo de esa habitación dándole un toque dramático, esa pudo ser una simple pelea que divertía a t/n pero no pensó que Nico se sonrojaría tan fisilmente, definitivamente el no debería saber que le encantan los tomates. mientras en la habitación el chico tomaba su tiempo para despejar su mente, se bañaba, cambiaba y trataba de sacar ese sonrojo de su rostro. de camino al comedor lo único que hacia era maldecir a la diosa sin saber que ella lo escuchaba causándole una gran diversión.
-¿y t/n? -pregunto Hades al ver a su hijo llegar solo.
-yo que se -respondió frio mientras se sentaba.
-¿t/n?, ¿mi madre esta aquí? -pregunto Deméter observando a Perséfone.
-si, apenas llegaron -respondió.
-¿alguien me llamo? -asomo su cabeza por el pasillo.
-¡MADRE! -grito Deméter con alegría corriendo a abrazarla pero t/n lo evito de manera exitosa dando un paso a un lado siguiendo su camino hacia la mesa retirando el plato de comida que había preparado Perséfone por una hamburguesa, todos lo observaron sorprendidos y Hades con el seño fruncido.
-espero que lo disfrutes querido -su tono de voz tenia un pequeño toque cariñoso que al parecer todos notaron.
-¡¿es enserio t/n?! ¡¿con mi hijo?! -exclamo su hermano con enojo.
-no se a que te refieres -contesto sentándose a la izquierda de Nico bebiendo te.
-¡sabes exactamente a lo que me refiero!
-la verdad no -lo miro.
-¡déjame refrescarte la memoria! -exclamo Hades juntando sus manos -eres conocida por seducir y luego dejar a quien se te pegue la gana.
-ah eso, pues si realmente hubiera sido asi ya me hubiera acostado con el ¿no lo crees?
-si, ¡pero con mi hijo no!.
-¿por que no?, hay peores opciones, por ejemplo: los hijos de Apolo, Afrodita, Ar.. -la interrumpió rodando los ojos en señal que tenia razón.
-si si, ya entendí.
-entonces, ¿por que te quejas? son las decisiones del chico deja que se equivoque, el no estará aquí para siempre y en vez de exigirle demasiado pasa tiempo con el, ¡necesita un padre que se preocupe no un donador de esperma que se hace cargo de el!
-¡tu! -la señalo -¡tampoco eres buena madre!
-¡pero lo intento! -la temperatura empezó a descender a causa del enojo de t/n. se había formado un silencio incomodo para todos los presentes -si me disculpan, me tengo que ir -Hades soltó un suspiro, los demás presentes siguieron comiendo pero Nico tenia una pregunta "¿por que se preocupa por el?".
ESTÁS LEYENDO
Iguales PROXIMAMENTE (Nico Di Angelo y Tu)
CasualeNadie comparte el mismo pasado ni el mismo dolor, pero talvez los momentos si.