CAPÍTULO III: La pobre chiquilla

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Todo parecía estar en la normalidad tras la primera victoria de Ronaldo e Izzy, pero lo que Izzy y Ana no sabían, es que mientras pasaban esos dos días comiéndose el boquino, Ronaldo no iba a llegar a su casa. En el camino hacia su hogar, a Ronaldo le pilló la oscuridad de la tarde noche, y se topó con una figura en un callejón, un callejón por el que tenía que pasar para a su casa llegar. Ronaldo se paralizó, pues la silueta estaba prácticamente en su puta cara, y de la oscuridad se iba acercando mientras su rostro se iba descubriendo. Era Félix, el puto malvado Félix, con una tirita en la puta frente.

  - No... No puede ser... - Dijo Ronaldo asustado y descontento.
  - Ya te lo dije. No soy un hombre, soy dinamita, JAJAJA. - Respondió Félix muy orgullosamente.

Ronaldo tuvo el impulso de salir corriendo, pero, ¿a dónde coño iba a ir? Si Félix tapaba el único camino hacia su casa. Así que se quedó en el sitio y no tuvo más remedio que preguntarle qué coño quería.
Félix le lanzó un objeto punzante a Ronaldo en el cuello, y calló desmayado en cuestión de segundos.

Ronaldo despertó en un sitio que nunca había visto antes, solo pudo reconocer que era un instituto. Se encontraba en una especie de aula muy fría, y una mujer sentada en en una silla con un escritorio de profesorado.
La mujer, al ver despierto a Ronaldo le saludó como si nada. Entonces Ronaldo le preguntó que dónde estaba. La mujer le miró y procedió a decirle donde se situaba, de una manera extremada y excesivamente correcta, utilizaba un vocabulario innecesariamente adecuado y largo, tardando más de él cuádruple de tiempo del que se diría de forma coloquial. Esto hizo que Ronaldo pasara olímpicamente de ella y se fuera por su cuenta.
Al salir de la habitación, se encontró con un pasillo largo con muchas puertas, y decidió empezar por la puerta del final, la más llamativa, pues era grande y roja. Al abrirla se encontró con lo que por lógica sería "la dragona que custodiaba el instituto", Mercedes la irascible. Sabía su nombre por que lo ponía en una placa al lado de la puerta, junto con un cartel en el que ponía DO NOT ENTER, en rojo y en mayúsculas, pero Ronaldo no sabía inglés, así que entró igualmente. Al entrar se fue corriendo inmediatamente, pues Mercedes le gruñó de tal forma que le dieran náuseas.
Al darse la vuelta, se encontró a nada menos que Félix.

  - Has encontrado el enemigo final, JAJAJA. - Dijo Félix, de nuevo orgulloso y feliz.

Tras un silencio como respuesta de parte de Ronaldo, Félix le contó que, no sólo su amiga Izzy Weasley estaba atada en una habitación del instituto, sino que estaba también su novia, Ana Janeiro. Félix les había puesto en el frutero una manzana envenenada. Ana e Izzy compartieron la manzana, claramente sin saber que contenía Burundanga, una medicina con efecto de desmayo.
Ambas estaban en una habitación que sólo Félix conocía. Ronaldo se lanzó hacia él y le iba a meter un gancho, pero Félix esquivó el ataque sin dificultad alguna.
Al girarse Ronaldo, Félix había desaparecido, con su risa malévola que se desvaneció en el aire.
Ronaldo empezó a divagar por el maldito instituto, de habitación en habitación, hasta que se encontró con alguien que ya conocía, Espartaco Leyend. Espartaco no le dijo nada esta vez, simplemente se le quedó mirando con una sonrisa.

  - Venga vale, dame tu poder, por favor. - Respondió Ronaldo muy confiado y necesitado.
  - Aquella vez fue poco poder, lo necesario para aquella hazaña. Para esta necesitarás más. Prueba además mi esmegma también en esta ocasión, y poder no te faltará. - Respondió Espartaco sabiamente, intentando rimar.

Espartaco se sacó la pilila, la picha, la tranca, la polla justo después de decir eso. Y como el aconsejó, estaba llena de esmegma.
Ronaldo, con cara de asco y decepción, intento acercarse evitando pequeñas arcadas. Espartaco, al ver la dificultad que tenía Ronaldo, optó por ayudarle, y como la primera vez, le agarró de la nuca y le metió la polla en la garganta. Ronaldo tubo que rechupetearla hasta dejarla brillante, y así lo hizo. Entonces con el poder de Espartaco y el estómago lleno, fue a una gran velocidad rompiendo puertas y encontrando pronto la habitación donde Izzy y Ana estaban atadas. A penas poder verlas, la pared se rompió y entró Mercedes en acción. Mercedes escupió fuego a Ronaldo, pero para Ronaldo fue un simple aire calentito, gracias al poder que Espartaco le concedió. Y de un puñetazo en la nariz, venció a Mercedes. Al darle el golpe, Mercedes estornudó y consecutivamente su forma dragona explotó, llenando toda la habitación de escamas y pus. Y en el suelo se encontraba la forma humana de Mercedes, desnuda y débil. Félix apareció y se la llevó. Era la primera vez que Ronaldo veía un rostro entristecido y enfadado en Félix.
Ronaldo liberó a las pobres chiquillas y volvieron a casa.
Después de una buena ducha conjunta, Ana e Izzy iban a besarse, pero pararon y miraron a Ronaldo. Al ver su cara inocente y agradecerle haberlas salvado y haber cometido actos sumamente heroicos, ambas se miraron y tras una mirada pillina se dirigieron a Ronaldo y se dispusieron a hacer un trío, un trío que pese a la precocidad de Ronaldo, duró doce horas, pues había más que hacer que un simple coito. Ronaldo eyaculó al menos mil quinientas veces.

Después de esos polvetes, con la mente despejada, decidieron prepararse para otros posibles ataques de Félix o cualquier otra cosa malvada que se les interpongan.

Ronaldo Whiskey y el Templo MalditoDonde viven las historias. Descúbrelo ahora