Capítulo 5

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-¿así que de nuevo te llevaron a una de esas fiestas?- miro a su amigo mientras este terminaba su segundo vaso de wisky -aunque lo que mas me preocupa es el pequeño omega, debió asustarse mucho- 

-¿vas ayudar o no?- no pretendía sonar grosero o bueno no mas de lo normal pero la tranquilidad el pelirrojo lo estaba impacientando.

-no te enojes Bakubro, sabes que te ayudare para eso son los amigos- sonrió dejando ver sus puntiagudos dientes y pese que el rubio odiaba ese apodo se sintió mejor al oírlo.

Luego de dejar a Izuku bajo llave en el departamento, bajo lo mas rápido que pudo tanto para alejarse del aroma del chico como para pedir la ayuda de su pelirrojo amigo. Kirishima escucho pacientemente mientras el rubio le contaba como es que había encontrado al omega y por lo que el mismo chico había dicho era mas que obvio que había sido engañado para asistir a una fiesta de ese tipo y era también obvio que haría lo que estuviera a su alcance para ayudarlo pues si había algo que no toleraba es que trataran a los omegas como mercancía o cosas sin valor.

Un par de llamadas después y aun detrás de la barra Kirishima levanto uno de sus pulgares hacía Bakugo.

-tengo los supresores para Izuku y también conseguí algo de ropa- le sonrió luego de colgar el teléfono -es seguro que tu ropa le quedaría grande y bueno no puede andar en ropa interior -  lo ultimo fue mas por el hecho de que pasaría los días que quedaban de su celo en el departamento de un alfa.

-gracias- murmuro apenas y sonriendo un poco -¿insinúas que lo atacaría?- levanto una ceja con algo de molestia.

-no lo se Bakugo- desvió la mirada para evitar una confrontación -se que tienes un gran autocontrol pero hace unos momentos te veías algo alterado- recordó el momento en el que lo vio bajar la escalera y como sus feromonas lo golpearon indicándole que su amigo deseaba tomar al omega.

No quería admitirlo pero tenía razón y lo peor es que no entendía como es que el aroma del chico lo afecto, no era el primer omega en celo con el que tenía contacto, En cualquier caso estaba mas tranquilo al saber que contaría con supresores.

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Al parecer en la bodega donde tuvo lugar la "fiesta"  había menores de edad 
(claro ademas de Izuku, Iida y Uraraka)  y fue gracias a eso que el ahora ex héroe profesional All Might con ayuda de la policía local clausuraron el lugar y detuvieron a algunos de los organizadores. 

-jefe le agradezco su ayuda- Yagi estrecho la mano del jefe de la policía.

-de no ser por ti All Might, jamas habríamos dado con este lugar- asintió mirándolo con sinceridad.

-sabes que ya no soy mas All Might, solo llámame Yagi como los demás- era difícil pero era la verdad.

-siempre seras un héroe para esta ciudad y me atrevo a decir que para el país entero- le sonrió mientras se alejaba había una de las patrullas que rodeaban el lugar.

Todoroki que miraba todo desde una distancia prudente se acerco al alfa mayor que parecía perdido en sus pensamientos.

-¿cree que nos ayuden a encontrar a Midorya?- toco el brazo del mayor para traerlo de vuelta a la realidad.

-oficialmente no pueden hacer nada hasta pasadas 24 horas de la desaparición de alguien- murmuro aun sin mirar al chico -pero se que estarán atentos mientras-  es lo único que podían hacer por ahora.

Ambos alfas se quedaron unos minutos en silencio, Yagi sabía que para esos momentos Inko ya estaría enterada de lo que sucedía y no podía simplemente regresar y decirle que no había encontrado a si hijo.  Mientras que Todoroki se sentía culpable no solo de la desaparición de Midorya sino también de haber puesto en riesgo a Uraraka y a Iida, no se le ocurría que mas hacer y estaba seguro su padre no aceptaría usar los recursos de su agencia para encontrar al peliverde.

Mr DelincuenteDonde viven las historias. Descúbrelo ahora