YiXing convenció al bajito para que entrará en su auto, al inicio SuHo se negaba argumentando que podía tomar un taxi, pero en definitiva eso no hacía sentir seguro a Lay.
Una vez llegados a la casa de SuHo, éste le agradeció el haberlo llevado y que se hubiera hecho cargo de la inauguración del restaurant. Durante años SuHo fue la imagen de un bar conocido por dar un espectáculo visual a homosexuales, pero ahora manejando su propio negocio y ya no sería necesario darlo, además era bien sabido que el dueño del bar tenía poco de haber fallecido dejando la propiedad a nombre de Kim JunMyeon, es por ello que había transformado ese lugar en un elegante servicio de comida asiática y repostería.
-Sabes que no tienes nada que agradecerme-YiXing jugaba con las manos de Jun mientras hablaba-Espero que lleguen muchos clientes.
-Espero que todos puedan probar el menú que has establecido- Lay sonrió.
SuHo estaba a punto de entrar cuando Lay rodeo su cadera haciendo que se girara y le pudiera besar en los labios.
-Zhang- El bajito replicó-Zhang yo no puedo ser esa persona-Pronunció con pesar mientras rechazaba los labios carnosos del alto.
-Vamos Bunny. No te estoy pidiendo nada.
-Pero sé lo que quieres y eso yo nunca te lo podría dar.
-Cada vez que te veo olvido lo que quiero.
SuHo recargó su frente en el pecho de YiXing, realmente odiaba el tema de que dos hombres no pudieran crear su propia familia pero, sus pensamientos fueron interrumpidos cuando poco a poco Lay empezó a empujarlo hacia el interior de su propia casa mientras juguetonamente metía sus manos en su camisa y tocaba su abdomen.
-Sabes que me encanta lo firme que es- Dijo el extranjero mientras besaba sus labios rozados lo que hizo sonreír a Jun, pues, aunque era consciente de su cuerpo y se encargaba de tener buena condición, el hecho de que Lay se lo hiciera saber le estremecía el corazón y todo su cuerpo.
Como siempre cada que Lay tocaba a SuHo su autocontrol se iba a la mierda, siempre terminaba sometiéndole a un maratón de sexo, lo peor es que siempre terminaba sintiéndose un hijo de puta al ver el cuerpo del bajito tan fatigado y casi sin fuerza.
Pero una parte de él amaba verlo así de frágil porque si algo tenía Jun que no le agradaba, era esa estúpida costumbre de cargar con todos sus problemas solo, de resolver las cosas por su cuenta y no pedir ayuda, y lo que más odiaba, es que cuando lo hacía corría hacia JongDae. Un chico de sonrisa gatuna que contrató hace más de un año por los constantes acosos por parte de los clientes del bar.
Ahora mismo SuHo se puso de pie únicamente para hablar con Chen.
-Hoy vuelve al trabajo.
-¿Es necesario que siga contigo si ya no trabajas en el bar?
-Aun así, el lugar es el mismo, los hombres asquerosos seguirán buscándome incluso si ahora el sitio ofrece servicio familiar.
-¿Entonces, por qué no dejas que sea yo quien te cuide?
-Tú tienes mucho trabajo y yo también, no podríamos estar en un mismo lugar por mucho tiempo.
-¿por qué?
-Sólo tal vez porque siempre que nos vemos terminamos teniendo sexo.
-Eso yo lo disfruto.
-Yo también, pero JongDae es mi guardaespaldas y así se queda.
Lay se levantó molesto mientras tomaba su ropa.
-A veces creo que no es por su trabajo que lo tienes detrás tuyo.
-¿Qué insinúas?
-Nada, sólo disfruta de tu guardaespaldas.
El alto se vistió rápidamente y se marchó tan pronto como pudo.
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El guardaespaldas III Deliciosa rendición [LayHo]
RomanceEspero que disfruten de esta tercer parte, si es la primer vez que lees una de mis historias te invito a leer las dos primeras partes de la serie, ya que aunque son historias diferentes se encuentran conectadas y podrán entender un poco más a los pe...