VI

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El vivir juntos siempre representaba un peligro, pues por la mañana llegar tarde a sus trabajos se volvía parte de la rutina, como siempre una vez que Zhang iniciaba no podía dejar escapar al conejito por lo que terminaba hundiéndose en él durante horas.

Parecía que llevaban una vida de miel sobre hojuelas como recién casado, pero había un problema, uno que todo este tiempo YiXing había odiado, las llamadas con JongDae se hacían más frecuentes para Myeon, lo que le hacía hervir la sangre, odiaba no poder cuidar de SuHo, y odiaba más que Chen se volviera cada vez más su confidente.

Una mañana YiXing estaba hambriento del pequeño conejillo que reposaba su cuerpo en la cama impactado por los rayos del sol naciente, pensó que le podía tocar un poco y juguetear con él, para su sorpresa Jun se negó porque debía contestar un par de llamadas que JongDae había hecho por la noche, Lay ya odiaba ese nombre sumando que quería hacerlo esa mañana, acorraló a SuHo en la cama.

-¿Por qué Chen es tan importante?

-Ya te lo dije, sólo cuida de mí.

Lay sujetó sus manos por encima de la cabeza.

-Cuento como tu esposo, no esperaría ninguna traición Bunny.

-No seas bruto, no haría nada de lo que te imaginas.

El extranjero besó bruscamente sus labios, por lo que el bajito le rechazó pues no se sentía tierno como solía ser, la acción hizo sentir inseguro a Lay por lo que forzó un poco más un segundo beso haciendo que SuHo quisiera huir, para su mala suerte el alto ya había atado ambas muñecas a la cabecera de la cama, a pesar de que SuHo le insistía que le dejara ir, que lo amaba y no tenía nada con Chen, YiXing lo ignoró completamente, beso su cuello, su abdomen, saboreo su miembro y estimulo aquella entrada de la que disfrutaba, sus muslos también eran fuertes, tomaría todo de su pareja, porque era lo que hacían las parejas ¿No?

<<No>> ¡Mierda! No se dio cuenta en qué momento las lágrimas de Jun habían salido de sus ojos, en algún momento dejo de luchar no aceptando el placer de YiXing, más bien rindiéndose, sus ojos se abrieron como platos, rápidamente desató las manos del bajito y le vio correr al baño.

Tocó un montón de veces la puerta, pero sólo escuchaba en el interior el sollozo del de cabello oscuro.

El guardaespaldas III Deliciosa rendición [LayHo]Where stories live. Discover now