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El entreno ha sido bastante pesado –dijo Becca mientras se mojaba toda la cara con la botella de agua-

La verdad sí, pero bueno, mañana no entrenamos y pasado tenemos partido –dije-

Pues sí, pero tampoco es para que nos maten, no es culpa de nosotros que tengamos que viajar y no poder entrenar –protestó-

Vamos, Rebecca, esto es nuestra pasión –dije recordándole porque soportábamos todo eso, era parte de-

Ambas entramos a los vestidores, seguidas de nuestras demás compañeras, Florencia era la capitana y a quienes todas guardábamos respeto, pero había sufrido una lesión y estaba 3 semanas fuera, además de capitana, éramos un trío perfecto. Todas comenzamos a cambiarnos, unas fueron a ducharse o a arreglar su bolso y tomar su maleta porque en un rato salíamos para el aeropuerto.

Iré a buscar algo para comer, la comida del avión no sirve –avisé a Becca, quien me pidió que le comprara algo-

Iba caminando a la cafetería para jugadores del estadio, cuando me hablaron y me asusté.

Disculpa –voltee, ante la voz y mis ojos se abrieron más de lo normal- me he perdido ¿puedes ayudarme?–el chico rascó su cabeza-

¿A dónde quieres llegar? –respondí en español y él sonrió-

Genial, hablas español –suspiró tranquilo- Apesto hablando italiano.

Descuida, es difícil acostumbrarse –animé- no esperaba encontrarme con el nuevo súper fichaje del equipo –alagué-

Ah, -sonrió apenado- Soy Paulo Dybala, -me dio la mano y una sonrisa- pero creo que ya lo sabías.

Soy Romina Sánchez- tomé su mano y sonreí-

¡La nueva Messi, claro! –Me reconoció- en Argentina si se habla de fútbol, se habla de ti.

Qué me dices, eres la nueva esperanza –le reconocí de vuelta-

¡Paulo! –Ambos escuchamos una voz un poco chillosa y una morena se acercaba a nosotros- la próxima vez que venga, pediré un guía –dijo llegando a nosotros.

Hola, Anto –dijo Paulo besando su mejilla- ella es Romina...

Romina Sanchez –exclamó la morena al prestarme un poco de atención- sos ídola, eres una verdadera crack. ¿Puedo hacerme una foto con vos? –Dijo sacando el celular- Seré la envidia de mis hermanos

Claro –dije sonriendo a la cámara para el selfie que estaba tomando ella-

Bien, ella es Antonella, mi novia –me la presentó Dybala y yo asentí- ¿podés decirme a donde salgo para el autobús?

Por favor, entré y fui a los vestidores –contó Antonella- quise salir para esperar afuera y no pude, terminé perdida.

Claro, vayan por este pasillo, el segundo pasillo a la derecha, avanzan 3 pasillos más y ese los lleva a la puerta –sonreí-

Sos la mejor, crack –dijo nuevamente Antonella, mientras ella y Paulo se iban, después de darme las gracias-

Entré a la cafetería y saludé a los empleados, esperé mi comida mientras pensaba en que debía ser difícil para la Joya adaptarse, para mí lo fue y aunque me causó gracia su situación yo también me perdí en los pasillos las primeras veces, era como un laberinto.

Me regresé a los vestidores, de donde comenzaban a salir algunas compañeras para abordar el autobús que nos llevaría al aeropuerto, le entregué su comida a Becca y luego de tomar mis cosas, caminamos juntas.

Me he topado a Dybala –dije divertida. Becca me miró con sorpresa-

¿La joya Dybala? –preguntó incrédula-

El mismo –dije riendo ante su cara-

Lo he visto en fotos y el tío está buenísimo –dijo codeándome- anda, dime que no es una decepción en persona

No lo es, pero sí lamento decepcionarte al decirte que también he visto a su novia y es una diva muy bella –noté como mi amiga rodaba los ojos divertida-

De la cancha a amarte.Donde viven las historias. Descúbrelo ahora