El estadio no estaba tan vacío. Al partido le restaban menos de 15 minutos y teníamos que conseguir los 3 puntos, el marcador aún era 0-0. Sentí algo recorrer mi espalda. Becca había recuperado el balón antes de que pasara su línea, se lo dio a Lucía quién corrió con el balón y se lo pasó a Eunice quien había entrado al campo en el segundo tiempo, Eunice se sacó a una de encima y pateó el balón con fuerza, lo controlé lo mejor que pude, corrí unos metros y disparé con todo lo que tenía. Era ahora o nunca. Escuché a mis compañeras gritar cuando la portera rival estaba en el suelo y el balón en el fondo de la red. Corrí a celebrar, pero toqué mi brazo derecho y señalé al cielo. El gol era para Becca y Florencia, las mejores capitanas. Las chicas me abrazaron mientras el público que había aún estaba con mucha euforia. El partido terminó sin más y corrí a abrazar a Becca, ella en la recuperación había iniciado la jugada.
Messi ¿Vos quien sos? –Dijo Becca abrazándome con su mejor intento de argentino- no caben las comparaciones con Lionel porque tú eres mucho mejor –Algunas otras chicas también me abrazaron mientras nos dirigíamos al vestuario e Incluso Dana palmeó mi espalda-
El gol fue para las mejores capitanas del equipo – le dije a Becca mientras tomaba mi toalla para ducharme- Eres la mejor, amiga.
Tú eres la mejor –me abrazó y dejó un beso en mi cabeza-
Volvimos al hotel como una hora después del partido. Algunos chicos estaban en el lobby del hotel, seguro habían visto el partido.
Te juro que si te permitieran jugar con nosotros, me tumbas el puesto –me dijo Mario Mandžukić mientras me abrazaba- como tú no hay otra, crack.
Los demás chicos también me felicitaron con bromas inofensivas.
Oye, que he visto porque te dicen "La Messi", eres una crack por completo –me dijo Dybala también dándome un abrazo-
Muchas gracias a todos –dije muy feliz- pero vamos ¿nadie va a felicitar a la capi? –Dije señalando a Becca, los chicos se miraron entre ellos y se abalanzaron sobre mi amiga, yéndose al suelo y ella en medio de todos-
Dije, felicitarla –intentaba quitarlos de encima para salvar a mi amiga- no matarla, animales–Paulo me ayudó a levantar a Becca y los chicos se pusieron de pie-
Becca, él es Dybala –dije presentándolos-
Paulo, ella es Rebecca –dije animada- mi mejor amiga, la mejor defensa y segunda capi del equipo
Me vas a terminar cobrando tantas flores. –Bromeó Becca-
Romina, necesitamos hablar –me dijo el míster. Becca y yo nos miramos entre nosotras y mi amiga hizo una mueca. Seguro era por el encontronazo con Dana-
Míster, si me permite... –intentó mi amiga-
Dije Romina, por favor Rebecca, te pido estés al margen –mi amiga asintió seria y yo me dirigí tras el técnico-
>Paulo
¿Por qué la ha llamado? –pregunté a su amiga que se había quedado muy seria-
Cuando me anunciaron de Capitana, Dana, otra chica, no se lo tomó muy bien y aunque yo decidí ignorarla Romina no se quedó callada y tuvieron un cruce de palabras muy fuerte. –Explicó- ha sido mi culpa por completo. Sé que van a sancionar a Romi –dijo triste-
Verás que todo estará bien –intenté animar- es normal que el club quiera tenernos a todos en disciplina ante cualquier inconveniente. Todo irá bien.
Gracias-dijo aún cabizbaja-
Comencé a hacerle plática hasta que llegó Emil Audero quien había estado en su habitación. Cruzó palabras con Rebecca y se fue, Rebecca se despidió de mí y también se fue. Los chicos comenzaron a subir también y me comentaron que irían de antro. Mañana nuestro partido era por la noche así que hoy sí podíamos salir. Yo me negué a ir, realmente no me apetecía. Noté que las que sí irían serían Rebecca y Eunice, las amigas de Romina, quien seguro también iría. Aun así me quedé en el lobby un rato, fui a cenar y volví al Lobby, ya se estaban yendo y me extrañó que no esperaran a Romina, de igual forma me quedé viendo televisión en el Lobby y cuando estaba por irme, noté que venían Romina y el Míster del equipo de las chicas. Los demás ya se habían ido así que solo estábamos unos cuantos en el hotel y estaban en sus habitaciones. Noté que los ojos de Romina estaban muy rojos, así que había llorado o estaba por hacerlo. No supe a dónde se fue el míster pero no dudé en hablar a ella.
¿Eh, qué ha pasado? –dije dudoso de cómo hablarle-
No ha pasado nada –dijo simple- ¿ya se han ido todos?
Sí, ¿segura que no quieres hablar? –volví a cuestionar-
Dale, mejor que no esté nadie y no, no quiero hablar. Solo descansar. –Dijo seria y se fue a su habitación-
Me costó un poco pero finalmente averigüé la habitación de Romina y luego de pedir un platillo de frutas picadas subí a buscarla, no sabía muy bien qué decirle o que le había dicho su DT, pero sabía que no eran las mejores noticias.
***
Voteeeen y comenten muchoo
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De la cancha a amarte.
RomanceLas joyas del fútbol Argentino, Varonil y Femenil están por toparse en el club italiano que creyó en ellos, pero estar tan lejos de casa no será fácil.