0. Prólogo

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Trato de convencerlo de pasar tiempo con el, fue difícil, pero lo logró con algo de pesar. Observo como el rubio solo veía la pantalla, suspiraba cada cierto tiempo, y esto volvía el ambiente más frustrante e irritante de lo que debería normalmente ser. Estaba cansado de sus quejas silenciosas, por eso, decidió hablar.

- Popee, te agradezco que hayas aceptado... - trago en seco, en realidad no lo acepto bien, lo obligó - bueno, que me acompañes a ver— - El mencionado bufó, interrumpiendo lo que el pelo-morado tenía planeado decir.

- Me obligaste básicamente. - Puso los ojos en blanco, ese gesto fue suficiente para hacer sentir mal a Keda, quien solo quiso calmar su incomodidad mirando a otra parte.

- Yo... perdoname, pensé que te gustaría relajarte un momento, quizá pasar tiempo juntos... Puedes irte si es que quieres - una chispa de esperanza se reflejo en sus ojos, al simplemente pensar que Popee no se fuera y pase tiempo con el.

Fue obvio que no iba a ser así.

- Oh, por fin dices lo que quería oír, me largo. - se paro inmediatamente, dejando las frituras en la mesa de la sala.

Aguanto un gran suspiro hasta que escucho la puerta de la habitación de Popee cerrarse con fuerza. Miro a los lados, sintiéndose poco a poco más solo.

Se encogió en el sillón y abrazó sus piernas, tratando de darse apoyo a sí mismo. Nunca resultaba, siempre lo hacía llorar al notar que tan patético era eso.

El era patético.

Tosió un par de veces, a causa de las lágrimas, pensó el.

- Tonto... Tonto... Eres tan débil, ¿como lloras por el simple hecho de que tu mejor amigo no quiere estar contigo ya? - Soltó un sollozo, dirigió su mano en su boca para proceder a toser un psr de veces más fuerte.

El ardor en la garganta se hizo presente. Fue a la cocina para tomar un poco de agua, quizá... Solo era sed.

Escupió el agua en el fregadero al sentir una gran presión en su garganta, ardor, comezón, simplemente nada marchaba bien. Tosió más y más, al punto que pequeñas gotas de sangre cayeron al fregadero. El miró asustado aquello, aunque lo peor venía.

Las arcadas comenzaron, el asustado Kedamono podía respirar muy poco, estaba entrando en pánico y el horrendo miedo del momento no caía bien en la situación.

Pequeños pétalos color rojo cayeron en el suelo, Kedamono no tuvo tiempo de reaccionar ante aquello y solo se apoyo en la pared, callendo lentamente al suelo, junto con los pétalos.

Respiro hondo, muchas veces y por mucho tiempo. Cuando noto que había mejorado, su vista se dirigió en aquellos  pétalos en el suelo, tomó uno, tenía un poco de sangre.

Todo hizo clic en su cabeza, su piel palideció y soltó inmediatamente el pétalo.

Su hobbie era leer... Supo por eso la existencia de esta enfermedad, agarro la laptop de Popee, entró en el navegador incógnito y tecleo.

Hanahaki- enfermedad ficticia.

Si era ficticia, ¿por qué la tenía?

No importaba, sabía que no tendría cura.

Se pellizco.

- ¡A-Ah! - Gritó levemente, luego se apenó al pensar que Popee lo escucho - Es real...

....

- ¡Auch! - Verificó de nuevo. Agitó su cabeza de un lado a otro, comenzando a leer de nuevo sobre su problema. La única manera de curarlo, es ser correspondido...

- Moriré. - Afirmó, con cierto aire de tristeza.

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Espero terminar esta cosa al menos, con 10 episodios de aproximadamente 500 palabras... No durará.
Publicaré hasta ahora solo el epílogo para ver si les agrada la idea.

Ajjaj, estoy mensa 8)

488 palabras.

Idk.

Ola, soy AndrEAuWU del futuro, estoy editando, así que notarán varias cosas diferentes, aunque el tema de la historia no cambiará, obvio, es que me da cringe leer esto, y ps ps lo estoy disque mejorando¿

Un gusto, aaAadios BbyE

ʜᴀɴᴀʜᴀᴋɪ 🌷 || ᴘᴏᴘᴋᴇᴅᴀ [editando] Donde viven las historias. Descúbrelo ahora